Nueva planta en Yucatán convierte el sargazo en biofertilizantes
La planta, ubicada en el Parque Científico y Tecnológico de Yucatán (PCTY), no solo busca dar solución a la problemática del sargazo, sino también generar productos de gran valor comercial que beneficien al campo y a la industria.

Yucatán inaugura planta que convierte sargazo en biofertilizantes, impulsando innovación y desarrollo sostenible en la región.
Con una inversión superior a los 12 millones de pesos, Implementaciones Estratégicas Marinas (IEM) inauguró una nueva planta que transforma el sargazo en biofertilizantes y alimentos para animales, consolidando a Yucatán como líder en innovación ambiental y desarrollo económico.
La planta, ubicada en el Parque Científico y Tecnológico de Yucatán (PCTY), no solo busca dar solución a la problemática del sargazo, sino también generar productos de gran valor comercial que beneficien al campo y a la industria. En su primera fase cuenta con 600 metros cuadrados de infraestructura y un laboratorio de investigación aplicada de 65 metros cuadrados.
Este avance no solo representa un beneficio ambiental, sino también económico y social. Con tecnología automatizada, uso de energía solar y manejo eficiente del agua, el proyecto promete incrementar la productividad agrícola y fortalecer cadenas productivas clave en Yucatán, abriendo incluso oportunidades de exportación.
Un modelo de desarrollo sustentable para Yucatán
La nueva planta IEM tiene la capacidad de producir hasta 50 millones de litros mensuales de fertilizante y 3 toneladas mensuales de alimento para animales, con planes de crecimiento hasta los 850 metros cuadrados de instalaciones. Actualmente, genera 13 empleos directos especializados y se integra al ecosistema de innovación del estado junto a instituciones como el Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico de Yucatán (Siidetey), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Instituto Tecnológico de Mérida (TecNM).
Ermilo Barrera Novelo, titular de la Secretaría de Economía y Trabajo, destacó que el proyecto representa el modelo de desarrollo que Yucatán busca consolidar: empresas con valor agregado, sustentables y con base en la investigación aplicada. “Es la prueba de que innovación y sostenibilidad pueden ir de la mano para transformar nuestra economía”, afirmó.
Además, la planta fortalece sectores como la química, la industria alimentaria y la del plástico, al tiempo que abre oportunidades de exportación en mercados de fertilizantes, jabones y productos pecuarios.
Sargazo: de problema ambiental a recurso rentable
El director general de IEM, Jesús Delgado Madrid, señaló que la visión de la empresa es clara: transformar un desafío ambiental en soluciones sostenibles y rentables. Gracias a sus procesos automatizados y tecnologías limpias, los productos obtenidos pueden aumentar hasta en un 27% el peso de los cultivos agrícolas.
Este modelo productivo demuestra que el aprovechamiento del sargazo no solo es una medida para reducir su impacto en las costas, sino también una oportunidad para generar valor económico. La operación con energía solar y bajo consumo de agua permite reducir costos, minimizar la huella ambiental y garantizar la calidad de los bioproductos.
Para Yucatán, proyectos como este son clave para diversificar su economía, fortalecer el campo y posicionarse en la vanguardia de la innovación ecológica. “La apertura de IEM es una muestra de que Yucatán impulsa proyectos escalables y sustentables que generan impacto económico, social y ambiental”, concluyó Barrera Novelo.