“Check Fast Cherry” abrevia el nombre de un proyecto que, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), junto a entidades y empresas asociadas a la industria del cerezo en Chile, está llevando a cabo el Laboratorio de Fitopatología Frutal y Molecular de la Universidad de Chile, liderado por la especialista, académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Marcela Esterio. El título largo es “Sistema rápido, 48 horas, de detección simultánea de Alternaria y de Botrytis en flores y frutos de cerezo por medio de la técnica molecular qPCR-HRM/TaqMan”.

–¿Por qué Alternaria y Botrytis y no otros hongos?

–Porque los dos mencionados son los que prevalecen en poscosecha en los mercados de destino, especialmente Alternaria. Este último aumenta cuando hay microfisuras en los frutos, a fines de primavera o inicios de veranos muy calurosos y húmedos, ya que corresponde a un patógeno débil oportunista, que ingresa a través de heridas, sobre todo por las que deja la chaquetilla.

ESTARÁ DISPONIBLE EN 2016
La académica e investigadora de la Universidad de Chile reconoce una gran contribución de la vid a la industria del cerezo:

–Sobre la base de más de 40 años de investigación en uva de mesa, se desarrolló un sistema de monitoreo certero y oportuno. En uva de mesa se requerían 23 días para lograr la información sobre Botrytis y qué se debía considerar aplicar para controlar efectivamente las poblaciones predominantes de este fitopatógeno en un predio en particular. Con el desarrollo del servicio “Check Fast Botrytis” hoy la respuesta está en solo 48 horas y se puede decidir cuál o cuáles serían los fungicidas base más efectivos para controlar una población sensible o resistente del patógeno. Estos avances son la base para lo que pretendemos implementar en cerezo. El beneficio se extiende a las empresas de agroquímicos, porque les ha permitido recuperar la sensibilidad de moléculas base. Huertos que eran muy complicados ahora resultan más manejables.

–¿Cuál será el aporte en cereza?

–Para llegar bien a los mercados hay que saber qué aplicar en flor y desde fruto pajizo a precosecha y poscosecha. Los análisis tradicionales requieren un tiempo de incubación para que los patógenos se manifiesten; por lo tanto, la información clave llega con retraso, se pierde la oportunidad. La metodología en la que estamos avanzando analiza directamente desde el tejido vegetal (flores o frutos), por lo que no se necesitan aislamientos y los resultados de infección se obtienen en tiempo real, a 48 horas de iniciado el proceso de laboratorio.

El proyecto en cerezo va a ser incluso más específico que el de uva, porque está asociado a una sonda TaqMan especie específica. Sabremos qué aplicar según el nivel de infección y, algo muy importante, de acuerdo con ese nivel de infección podremos elegir cuándo vender y a qué destino enviar la fruta. La figura 1 muestra un esquema del servicio de diagnóstico.

–¿Cuándo va a estar disponible para los productores?
–La técnica está en desarrollo, y en esta temporada se diseñarán los partidores y sonda, se calibrará e implementará la técnica y la próxima temporada se validará en campo. Por ello, se espera que esté disponible para la industria a partir de la temporada 2026. Disponer de esta técnica para la industria del cerezo va a permitir un manejo más adecuado según el potencial de infección que tenga cada predio y cada variedad en una localidad determinada:
–Aplicando lo justo, el manejo y resultado va a ser mucho más exitoso y ambientalmente más sustentable y sostenible, lo que todos están pidiendo– concluye Marcela Esterio.

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