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Cómo cambió el paradigma de la propiedad de los campos y su gestión

Los años en que los grandes capitales pusieron los ojos en la agricultura

El crecimiento de la población y el cambio de hábitos hacia una alimentación más saludable ha significado un aumento en la demanda de productos frescos, algo que también ha abierto el apetito de capitales privados e inversionistas institucionales, como fondos de pensiones y de seguros, para diversificar sus inversiones en negocios sostenibles y rentables, saltando a la agricultura ya sea comprando proyectos establecidos, o invirtiendo en nuevos proyectos administrados por terceros.

26 de Diciembre 2024 Miguel Patiño
Los años en que los grandes capitales pusieron los ojos en la agricultura

La imagen de la empresa agrícola familiar, en el imaginario tradicional vista muchas veces como precario, hoy es un negocio cotizado por grandes inversionistas en todas las regiones del país.

¿Cómo ocurrió ese cambio? El crecimiento de la población y un giro hacia la alimentación con productos saludables y frescos hizo aumentar la demanda por frutas y verduras en el retail. Y eso sin duda despertó alertas en el mundo financiero, que vio al campo como una oportunidad de negocios.

Y si bien aún es un engranaje que está recién comenzando a funcionar, las inversiones en el sector agrícola ya se han comenzado a notar. Algo que en un comienzo pudo verse como la diversificación de capitales, siguiendo del lema de seguridad financiera de “poner los huevos en diferentes canastas”, hoy son fondos de pensiones internacionales, fondos de aseguradoras, inversionistas privados o incluso fondos soberanos de países los que invierten en el negocio.

La forma varía y ha mostrado diversas modalidades: aquellos que adquieren directamente una empresa agrícola, o quienes invierten en un nuevo proyecto que usualmente es administrado por un tercero, que puede ser una compañía local.

O simplemente puede ser una fusión entre empresas que buscan crecer en conjunto, o unir conocimientos en diferentes especies frutícolas. Incluso, y gracias a las herramientas de inversión y tecnología, hoy muchos pequeños inversionistas pueden ser parte de una agrícola, en plataformas de inversión colectiva como Finka.

UN NEGOCIO QUE SIEMPRE ESTUVO ALLÍ

Estos nuevos capitales que llegan a agricultura, por ejemplo a una empresa familiar, además ayudan a una sucesión en el futuro, ya que de acuerdo, Gustavo Cardemil, socio fundador de Asesorías del Agro, menos de un 20% de las compañías familiares pasan a una tercera generación.

Pero como sea la forma, los negocios agrícolas han visto un despertar que parece ser sólo el comienzo del camino, a medida que la agricultura comienza a ser cada vez tecnificada y enfocada en la precisión y el uso eficiente de los recursos para maximizar los retornos, evolución que sin duda ha significado la atracción de inversionistas buscando negocios serios.

“Las últimas crisis han demostrado que las inversiones en recursos naturales como la tierra han sido más resilientes, y en periodos largos de tiempo han demostrado rentabilidades positivas”, comenta Cardemil.

El experto en inversiones agrícolas señala que actualmente los inversionistas están divididos en 3 grupos, donde están los inversionistas institucionales que son grandes los inversionistas como fondos de pensiones y seguros que buscan estabilidad a largo plazo; luego están los capitales privados que buscan rentabilidad; y un tercer grupo que es el que busca seguridad alimentaria, y eso está más relacionado a países del medio oriente, por ejemplo, con sus fondos soberanos.

Cardemil agrega además que el ingreso de capitales y el renovado interés de inversionistas también es una buena noticia para los mismos agricultores, porque “luego de años difíciles, donde un agricultor puede aguantar uno o dos años malos, pero un tercero se hace muy difícil, ahí puede entrar la inversión, un family office o un fondo más grande, para darle la continuidad a negocios agrícolas que son cada vez más tecnificados, más demandantes de capital y más complejos”.

US$657 MILLONES fue lo invertido por el fondo de pensiones de Canadá (Public Sector Pension Investment Board, PSP Investments), para adquirir el 62% DE HORTIFRUT.

ESTABILIDAD DEL NEGOCIO Y DEL PAÍS, PARTE DE LA RECETA

Pero el interés por invertir en la agricultura no cayó del cielo, sino que gracias a sus índices macroeconómicos y políticos de Chile, además de la creciente profesionalización y salto tecnológico del sector que también ayudaron a que se generar interés.

Matías Araya, socio y fundador de Araya y Cía, señala al respecto que “el inversionista extranjero busca estabilidad, busca proyección en el largo plazo, y particularmente los fondos de inversión o inversionistas buscan áreas con mayor proyección, pero lo más importante para ellos es que a la hora de la compra, es que se cumpla con un due diligence y todos los requisitos, porque a veces son más exigentes que los mismos bancos a nivel de impacto medioambiental, derechos de aguas, en el fondo les interesa cumplir con todas las normativas”.

Esta puesta de pantalones de la agricultura, cumpliendo con las normas y regulaciones, ha permitido “que se estén haciendo traspasos de unidades agrícolas familiares a empresas, muy profesionalizadas y con estándares de exigencia bastante altos”, complementa Araya.

En ese sentido, Cecilia López, gerente de negocios agropecuarios de Banco Santander, dice que “los inversionistas no van a llegar sólo porque yo me vea atractivo y rentable hoy, es necesario preparar el futuro. Es fundamental una buena administración, porque la mayoría de las inversiones se caen en ese punto”.

López explica que ese es un punto a seguir trabajando para cuando lleguen estas oportunidades, porque “los inversionistas no solo miran la rentabilidad, sino la escalabilidad que tiene el negocio, y eso es algo que se trabaja y tiene que ver con la visión que tiene cada una de las compañías”, añadiendo que tener una estructura competitiva y distinta a la agricultura tradicional familiar es a lo que hay que apuntar en casi de buscar interés de inversionistas, pero “para eso hay que prepararse”.

“La agricultura resulta atractiva también cuando se mide en riesgo, porque no es lo mismo invertir en Chile que invertir en otros países de la región, porque sigue estando algunos peldaños arriba en gobiernos corporativos y estado de derecho, y eso se valora mucho a nivel de inversionistas institucionales”, señala José Miguel Fernández, fundador y director ejecutivo de Sembrador Capital.

Fernández, eso sí, advierte que hay mucho talento en agricultura, pero es necesario que -de alguna forma-, se comience a hablar en el lenguaje de los inversionistas institucionales, “y eso hay que desarrollarlo y trabajarlo, porque cada año hay más inversionistas que quieren invertir en agricultura, y no necesariamente encuentran lo que buscan por esta desconexión que hay”.

El directivo de Sembrador Capital añade que la agricultura es una categoría bastante nueva como clase de activo, comparado con otros sectores como construcción o infraestructura, que eran los sectores que solían llevarse gran parte de la inversión.

“Yo celebro cuando veo a la banca creando sus áreas agrícolas. Y pasa lo mismo con los inversionistas institucionales a nivel global, que están recién armando sus áreas agrícolas para entender el activo, y la inversión en el sector está recién en un punto de partida, falta mucho por recorrer y creo que es una gran noticia para la actividad”, comentó Fernández.

GESTIÓN DE TERCEROS

La compra de proyectos en funcionamiento o establecimiento de nuevos proyectos, no necesariamente implica que el comprador tenga las herramientas o las capacidad para administrar un campo. Por ello es que ha crecido, por lo menos en Chile, la figura del gestor agrícola, un administrador externo que se hace cargo del campo de otro.

Antonio Walker, presidente de la SNA, agricultor y también gestor, señaló a Redagrícola que la llegada de fondos de inversión se han transformado en una oportunidad para las empresas del rubro. “Estos fondos buscan gestores agrícolas, porque no saben de producción. Se está uniendo este nuevo capital con estos nuevos fondos, en un proceso que se ha ido acelerando en el último tiempo”, explica.

Como ejemplo, señala que el modelo es similar al que se desarrolló en la industria hotelera: muchos fondos son dueños de los edificios, pero traspasan su gestión a firmas especializadas como Sheraton, Ritz-Carlton o Marriot, lo que implica una separación de la propiedad del inmueble de su gestor.

Walker señala que este modelo va al alza porque los fondos de inversión tienen mayor interés en sumarse a la cadena de abastecimiento de alimentación global y a su transformación hacia mayores niveles de sostenibilidad. “Ellos entienden que la agricultura es para producir alimentos y que el mundo necesita alimentos a precios razonables. Chile es parte de esta red que busca entregar al mundo seguridad alimentaria, con larga tradición agroexportadora, lo que ha fomentado la llegada de estos fondos”.

AÑOS DE ADQUISICIONES

El frenesí por adquirir nuevas inversiones, fusiones entre empresas y nuevos proyectos en el sector, ha sido posible por dar señales de ser un sector estable y con buenos retornos. Pero también porque se ha profesionalizado al nivel de otras industrias.

José Miguel Fernández, quien administra inversiones agrícolas en Chile, comenta que si las empresas “no están creciendo de forma constante y controlando sus costos o invirtiendo, se van quedando atrás. Las compañías buscan sinergias, abaratar sus costos y, por eso, se van fusionando. Lo que les permite mejorar sus procesos”, explica.

Una de las empresas que ha realizado muchos movimientos a nivel de adquisiciones y movimientos de capital, ha sido Hortifruit. El referente mundial de berries dio el salto en 2019 cuando se unió a Alifrut, una empresa especializada en la exportación de frutas y hortalizas congeladas.

Ese mismo año, absorbió a la colombiana Proplantas, con el objetivo de exportar plantas de arándanos a Colombia, en una sociedad que está controlada en un 75% por Hortifrut y un 25% por la familia Amador, propietaria de Proplantas.

En 2020, Hortifrut llega a un acuerdo para comprar una participación en BFruit, una empresa portuguesa. Al año siguiente, desembolsaba US$280 millones para adquirir Atlantic Blue, empresa española basada en Huelva dedicada a la producción y comercialización de arándanos.

En 2022, la empresa firma una asociación con IG Berries, de origen indio, con el fin de acelerar el desarrollo del mercado de arándanos y otros berries en aquel país. Para eso, Hortifrut comprometió la inversión de US$ 20 millones, que tuvieron como foco en expandir su presencia actual en India.

Sin embargo, no todos son ventas para la empresa de origen chileno, ya que también en 2022 vendió el 75% de la propiedad de HFE Berries Perú, una firma que gestiona 397 ha dedicada a la producción de arándanos en el Proyecto Olmos, al norte de Perú. La compra la realizó una subsidiaria 100% de propiedad de Public Sector Pension Investment Board (PSP Investments), uno de los administradores de fondos de pensión más grandes de Canadá. La firma explicó, cuando salió a la luz la noticia, que la venta “se enmarca en la estrategia de crecimiento de la compañía, formando asociaciones y alianzas con inversionistas y socios estratégicos”.

Este 2024, en tanto, se hizo público que el fondo de pensiones Canadiense PSP Investments, que hasta el año pasado controlaba 49,56% de Hortifrut, adquirió un nuevo paquete accionario de 12,286% de la empresa agrícola, alcanzando con ello el control del 62% de la empresa.

La adquisición ocurre en un momento en que Hortifrut busca continuar su expansión internacional. Ya en 2023 se había cerrado la Oferta Pública Accionaria (OPA), con la que el fondo canadiense se había quedado con el 49,56% de la frutícola fundada en Chile en 1983. Para esto, ya habían desembolsado alrededor de US$ 420 millones, a los que se añadieron US$ 237 millones para comprar un 12,286% adicional.

ÚLTIMOS GRANDES MOVIMIENTOS

PSP Investments (Canadá) adquiere 62% de Hortifrut.
Unifrutti adquiere Verfrut.
Frutura adquiere Giddings y se suma a las adquisiciones de Don Ricardo y Subsole.
• Fusión de IFG y SNFL para crear Bloomfresh.
• Adquisición de Inka’s Berries por parte de Bloomfresh.
ADQ (fondo de Abu Dhabi) adquiere Unifrutti.

LA APUESTA DE FRUTURA EN LATINOAMÉRICA

Una empresa que remeció en poco tiempo la industria frutícola latinoamericana es Frutura, que en menos de un año realizó tres compras en tres países diferentes: Agrícola Don Ricardo (Perú), Subsole (Chile) y Citrícola Salteña (Uruguay), a las que se sumó la californiana Dayka & Hackett. A fines de 2023, además, adquirieron Giddings, sumando a su oferta arándanos del hemisferio sur.

Frutura es una filial de Renewable Resources Group (RRG), un grupo financiero dedicado a la creación de fondos de ‘private equity’ para activos agrícolas, tierras, conservación, agua y energías renovables. Sobre la integración de las operaciones de Subsole y Agrícola Don Ricardo, el CEO de Frutura, David Krause, explicó que “la estrategia es, ante todo, comprar grandes empresas con los productos que nos gustan y luego averiguar cómo las conectamos”. La idea, señala Krause, es generar un ciclo virtuoso para contar con oferta de frutas de alto valor durante las 52 semanas del año, para cualquier de sus clientes.

Estas compras han significado no solo un cambio de controlador, sino también una sinergia entre compañías, ya que por ejemplo, empresas del holding como Don Ricardo y Giddings han compartido stands en los supermercados de China, para comercializar tanto uva de mesa como arándanos.

FUSIONES Y ADQUISICIONES NO PARAN

A principios de este año 2024 se hizo pública la compra de Verfrut por parte de Unifrutti, una de las principales comercializadoras de fruta del mundo. La empresa, fundada en Chile por Romano Vercellino en 1996, opera 7.500 ha entre Chile y Perú.

La compra, que busca complementar la oferta de Unifrutti y consolidar su posición en uvas de mesa y cerezas de alta calidad, es una de las primeras grandes movidas de Unifrutti luego de que fuera adquirida por ADQ, brazo de inversiones del fondo soberano de Abu Dhabi, en abril de 2022.

Otro movimiento importante registrado fue la fusión entre IFG y SNFL en 2023, que dio como resultado Bloom Fresh, para generar una sola empresa de genética especializada en uva de mesa y cerezas. Pero esta nueva forma no se quedó ahí, ya que este 2024 Bloom Fresh anunció la compra de Inka’s Berries, para dar el salto a la genética de arándanos, estableciéndose como un referente global en el desarrollo de nuevas variedades de estas especies.

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