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Una historia de crecimiento verde

Perulab Ecologic, la gran empresa de hortalizas hidropónicas que abastece a los supermercados limeños

Desde sus campos en Pachacámac y Casma, Perulab Ecologic se ha convertido en un importante proveedor de hortalizas hidropónicas para un centenar de establecimientos de Lima Metropolitana, entre ellos las tiendas de la cadena de supermercados Wong y Metro. Su siguiente plan es comenzar a exportar sus productos a Centro y Sudamérica.

02 de Diciembre 2024 Óscar Miranda
Perulab Ecologic, la gran empresa de hortalizas hidropónicas que abastece a los supermercados limeños

La compañía cosecha todos los días 13.500 lechugas cultivadas bajo el sistema NFT. Foto: Óscar Miranda

En un fundo situado a 36 kilómetros al sur de Lima, dentro de un invernadero de casi 15.000 metros cuadrados, cubierto por una malla antiafida que limita el paso de insectos y plagas, unas 210.000 lechugas crecen vigorosas escapando del sol.

Las lechugas no están en el suelo, sino encima de tubos de PVC virgen, dispuestos en pendiente uno encima del otro, en 12 niveles. Por esos tubos discurre agua que riega las raíces y les aporta fertilizantes y nutrientes. Gracias a este sistema, las lechugas crecen de manera uniforme, ocupando menos espacio que en el suelo y más protegidas de plagas y enfermedades.

El sistema se llama NFT y es uno de los tres sistemas de cultivo hidropónico que se utilizan en este lugar, Perulab Ecologic.

Creada en 2017, en la zona de Manchay Bajo, distrito de Pachacámac, Perulab Ecologic surgió con el objetivo de producir alimentos de alto valor nutricional cultivados bajo el sistema hidropónico.

–Nosotros venimos del sector salud y vimos que muchos problemas gastrointestinales provienen del uso de aguas de regadío, malas prácticas agrícolas y el uso de pesticidas– explica Umberto Peirano, gerente comercial de la empresa. –Y vimos que había un vacío en el mercado de la producción de cultivos que fueran sostenibles con el medio ambiente y que fueran saludables para el consumidor.

Umberto Peirano, gerente comercial de Perulab Ecologic.

La compañía comenzó con cuatro invernaderos dispuestos en un espacio de 40.000 m2, en los que sembró diversas hortalizas, sobre todo lechugas, tomates, pimientos y espinaca, y varias hierbas aromáticas. Tras un año de marcha blanca, en 2018 cerró un acuerdo con Cencosud Perú para abastecer con sus productos a los supermercados de las cadenas Wong y Metro.

Hoy tiene en Pachacámac 13 hectáreas (ha) de invernaderos, donde producen aproximadamente 40 tipos de hortalizas y hierbas, entre ellas siete variedades de lechuga (crespa verde, crespa roja, romana, roble verde, roble roja, seda y americana). Además, tiene otras 7 ha de terreno en Casma, a 370 kilómetros al norte de Lima, donde cultiva tomate, de las variedades redondo, italiano y cherry; y pepino, de las variedades criollo, holandés y pickles.

–Abrimos la sede de Casma buscando un clima que fuera más favorable, que tuviera las condiciones para producir frutos en invierno, dado que en invierno la productividad en Lima baja mucho– explica Peirano. –Ahora, todos los tomates y pepinos los sembramos solo en Casma, y en Pachacámac todo el resto de productos.

REUTILIZACIÓN DEL 80% DEL AGUA

De los tres sistemas de cultivo hidropónico que usan en Perulab Ecologic, el más sofisticado es el NFT, que es en el que tienen las lechugas de las variedades crespa verde, roble roja y roble verde.

–Es un sistema en el que el agua recircula a través de tuberías– indica. –En el invernadero tenemos 30 lotes y en cada lote hay 12 módulos de tuberías. Cada lote tiene un reservorio de agua con fertilizantes y nutrientes, en el que cada media hora se activa una bomba que hace que el agua comience a fluir por las tuberías.

Lo peculiar del sistema que han instalado es que el 80% del agua que riega las lechugas regresa al tanque para ser reutilizada en el siguiente turno de riego (el 20% restante es absorbido por la planta y/o se evapora en el recorrido). De esa manera, el ahorro de agua es mayor al de un método hidropónico convencional.

En el sistema NFT el agua recircula cada media hora en tubos de PVC, llevando fertilizantes y nutrientes. Foto: Óscar Miranda.

Peirano señala que los otros dos sistemas que usan son las camas de arena y las camas de agua.

–En la cama de arena, se trasplanta la plántula en el sustrato de arena y cada cierto tiempo se prende una matriz de riego y el agua pasa por los goteros y riega los cultivos. Este sistema es el que más usamos: tenemos cerca de 3 ha entre Pachacámac y Casma– dice. –En la cama de agua, el cultivo se pone sobre una plancha de tecnopor y siempre está flotando sobre el agua. Es como una variante del NFT. Lo estamos usando para la cebolla china y también queremos poner apio y ciertas variedades de lechuga.

Actualmente, la empresa tiene 800 metros de camas de agua con cebollita china y está construyendo 1.250 metros más para instalar apio.

GRANDES VENTAJAS, COMO SANIDAD Y MAYOR DENSIDAD

¿Cuáles son las principales ventajas de los sistemas hidropónicos en comparación con los sistemas convencionales de producción de hortalizas? Carlos Hidalgo Vílchez, jefe de Producción Vegetal del fundo de Perulab Ecologic de Pachacámac, dice que las más importantes son tres: uniformidad, densidad y sanidad.

Primero, la uniformidad. Todas crecen igual, algo que no ocurre en el suelo porque hay diferentes tipos, por ejemplo, arcillosos o arenosos. En segundo lugar, la mayor densidad. Por ejemplo, en un sistema tradicional, en un metro cuadrado crecen entre seis y ocho lechugas, mientras que aquí podemos llegar a tener hasta 28. En una hectárea en suelo puedes tener de 60.000 a 80.000 lechugas, pero aquí, en el sistema NFT, en una hectárea y media tenemos 210.000.

Carlos Hidalgo Vílchez, jefe de Producción Vegetal.

La tercera ventaja importante es la sanidad. Hidalgo dice que al no estar en contacto con el suelo, las hortalizas y frutas tienen menos probabilidades de contraer enfermedades. Por ejemplo, señala que en el suelo las lechugas son propensas a contraer males como la fitóftora, la botrytis y la rhizoctonia. Además, agrega, muchos suelos suelen estar
contaminados debido al uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos.

Aunque no es exclusivo de los sistemas hidropónicos, la producción dentro de invernaderos también contribuye a la sanidad de los cultivos al prevenir la aparición de plagas. Umberto Peirano menciona que al usar mallas antiafidas, que forman una casa malla que cubre todo el invernadero, previenen el ingreso de insectos. También los combaten usando trampas naturales, como las trampas de feromonas.

–De esta manera, no tenemos que estar fumigando todo el tiempo y podemos usar químicos que son de etiqueta verde. Ese es uno de los beneficios que nos da la agricultura hidropónica– dice.

CINCO TONELADAS DE TOMATE AL DÍA

En términos de volumen, el producto más importante de Perulab Ecologic son los tomates. En Casma tienen 6 ha con este cultivo, en distintas escalas de producción. Peirano resalta que en cada hectárea tienen entre 60.000 y 90.000 plantas, una densidad al menos siete veces mayor que la que se tiene en suelo, con la ventaja adicional –dice– de que la campaña se extiende de seis a ocho meses, a diferencia de la producción tradicional, que dura entre uno y dos.

–La producción de tomate en Casma recién ha comenzado este año, a inicios de octubre– dice. –Al día de hoy estamos cosechando nuestra primera hectárea; estamos sacando casi 5 toneladas por día, tres veces por semana. Para diciembre estarán en producción las seis hectáreas y calculo que vamos a estar sacando 6 t/ha cada día.

El segundo producto en importancia son las lechugas: todos los días cosechan 13.500 unidades, principalmente del sistema NFT. Cuando las lechugas de los tubos NFT no están listas –en invierno, la cosecha se prolonga más allá de los 30 días regulares y a veces se retrasa hasta los 40 días–, echan mano de las que tienen bajo el sistema de camas de arena.

Presentaciones de los productos para supermercado: espinaca bebé, tomate Cherry y pepino holandés. Fotocomposición.

Otro producto destacado es la espinaca, en sus dos variedades. Diariamente cosechan unos 700 kilos de espinaca regular. En el caso de la espinaca bebé, el volumen depende de la estación: en invierno cosechan unos 50 kilos y en invierno, cuando hay escasez, unos 100 kilos por día.

De pepino, todos los días cosechan unas 6.000 unidades de la variedad holandés y entre 2.000 y 3.000 de la criollo, y, con periodicidad interdiaria, entre 200 y 300 kilos de pepinos pickles.

–Recientemente hemos incorporado [al catálogo de producción] la cebolla china. No la teníamos antes porque no la veíamos muy atractiva por el precio. Es un producto que tiene mucha competencia en el mercado en general, pero ahora que tiene un estigma de contaminación, por los pesticidas que se han encontrado, vemos que hay una oportunidad para producirla– cuenta el gerente comercial.

CON LA MIRA PUESTA EN LA EXPORTACIÓN

Las hortalizas, frutas y hierbas de Perulab Ecologic salen todos los días, a las 4 de la mañana, a bordo de una flota de 11 camiones que las distribuyen en un centenar de destinos, entre supermercados, restaurantes, cafeterías y hoteles. Umberto Peirano y su padre, Aldo Peirano, fundador de la compañía, dicen que son el mayor proveedor de hortalizas hidropónicas del país. Sus altos estándares de calidad en la producción les han permitido contar con importantes certificaciones nacionales e internacionales, como Yum GAP, RBI GAP y Global GAP International. Además, sus prácticas sostenibles, como la reutilización del agua y el uso de paneles solares para proveer de energía a toda la operación, los hicieron acreedores en 2023 del reconocimiento como ‘Empresa Verde’ que concede el BanBif, que les otorgó un crédito de S/. 14 millones para el Proyecto Casma.

¿Qué sigue a continuación? Umberto Peirano dice que, a la par de seguir creciendo en la producción y mejorando las tecnologías, el plan a mediano plazo es comenzar a exportar.

–Estamos buscando alternativas de exportación. En este momento, no se puede exportar tomates a Estados Unidos, porque no hay un protocolo, pero pimientos sí. Estamos evaluando qué productos y qué destinos. Hay destinos potenciales en Centroamérica y Sudamérica. Está viniendo gente del extranjero a revisar nuestros invernaderos. La idea es abrir el mercado para la exportación de hortalizas producidas bajo este tipo de sistemas agrícolas.

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