Con la asistencia de más de 450 personas, sobre 60 auspiciadores y 11 expositores especialistas nacionales e internacionales culminó el Tercer Día Nacional del Avellano Europeo, organizado por el grupo Avexa. La jornada se desarrolló en el Centro de Eventos Villa El Golf, en las cercanías de Talca.

En Chile actualmente, existen 46 mil hectáreas de cultivo de la avellana europea, con un crecimiento de 3 mil hectáreas por año. Con una extensión geográfica que comprende de la región del Maule, hasta los Lagos.

ASPECTOS QUE FRENARON LA PRODUCCIÓN Y CÓMO ENFRENTARLOS

Andrés Reyes, director del grupo Avexa, efectuó un balance de la temporada. Inicialmente se estimó que la producción llegaría a las 72.000 toneladas en 2024, pero ahora se estima una cifra un 20 a 30% menor. Entre las causas se encuentran en las precipitaciones durante el peak de las floraciones femeninas sumadas a una baja oferta de polen masculino derivada de estreses de verano, que llevaron a una baja en las tasas de fructificación.

A ello se sumó un aumento de los huertos afectados por bacteriosis y un incremento de los centros frutales vanos, estos últimos posiblemente asociados a una alta radiación. Asimismo se observaron pocas frutas por centro frutal, fenómeno que podría vincularse a la irregularidad de las temperaturas. Adicionalmente hubo caída de rotes debido a fuertes vientos. Por último se apreció fruta fisurada no solo por daño mecánico en la cosecha, sino también por efecto de la temperatura y radiación.

Los problemas descritos afectaron en especial a la variedad Tonda di Giffoni, mientras otros cultivares, como Yamhill, Barcelona y Tonda Francescana, lograron una buena fructificación.

El especialista se refirió a la buena condición actual de las plantas, con buen vigor, buen número de amentos y buen estado de los ápices foliares y de las raíces. Este estado se relaciona a la buena humedad relativa, como la variable principal.

Respecto a sus recomendaciones para mitigar problemas como los descritos anteriormente, sugirió efectuar un trabajo físico y biológico del suelo, podar en forma adecuada a la edad y productividad de los avellanos, usar biostimulantes foliares e implementar cubiertas vegetales entre hileras.

LAS HERRAMIENTAS “BIO” SON CADA VEZ MÁS PRÁCTICAS

Los expertos mexicanos Prometeo Sánchez y Alí Asaff abordaron la fertilidad biológica y la actividad microbiana del suelo, con una orientación al control de estreses al manejo sustentable. Entre otros aspectos, mencionaron los beneficios de la microbiología del suelo en la liberación de metabolitos y fitohormonas, la mejora de la compactación, la solubilización de nutrientes y la disminución de la huella de carbono, entregando datos de evaluaciones realizadas en avellano en Chile.

Diferentes temas que inquietan a los productores se incluyeron en las charlas. Joaquín Guido, de AZUD, se refirió a la reducción de la huella hídrica, en tanto Fernando Santibáñez, de la Universidad San Sebastián, describió cómo está afectando el cambi0o climático a la producción de frutales en el país. Daniela Farinelli, de la Universidad de Perugia, Italia, describió resultados de ensayos en que se detectaron importantes ventajas de las plantas de avellano micropropagadas e injertadas, en comparación a las de enraizamiento tradicional.

LA COMERCIALIZACIÓN EVOLUCIONA Y SE DIVERSIFICA

En el bloque de la tarde se presentaron visiones y experiencias de la comercialización de la avellana a nivel mundial.

Jorge Mohr, de Nehuén Trading Chile, pronosticó que la fruta se moverá hacia calibres 11/13 cuando Chile se haya transformado en un gran productor, e invitó a comenzar desde ya una estrategia de marketing internacional bajo el lema “Chilean hazelnut healthy and fresh for you”: avellana chilena saludable y fresca para ti.

Martín Macías, director de Avellanas del Maule, presentó su emprendimiento en la Patagonia argentina, que se destaca por sus avellanas con chocolate, mango y café. La empresa además instaló un estand para exponer sus productos y manifestó su interés por explorar el mercado consumidor chileno.

Umut Kuçuk, gerente general de Balsu en Chile, describió cómo avanza la temporada en su país, Turquía, el principal productor mundial, y confirmó que su empresa ya ha decidido instalar una planta en Chile, en un plazo todavía por confirmar.

Stefano Grosso, italiano, gerente general de Nocciole Marchisio, con una facturación de 75 millones de euros anuales, precisó que las necesidades de la industria internacional se resumen en seis puntos: precios estables a largo plazo, contratos adelantados ojalá a varios años, buen estándar de calidad, disponibilidad garantizada del producto, suministro sostenible ambiental y socialmente, y sanidad.

Finalmente, Shaun George, presidente de Northwest Hazelnut Company, EE.UU., industria procesadora de 43.000 toneladas año, dio cuenta del nulo crecimiento del cultivo en su país durante ya bastantes temporadas. Sin embargo, subrayó, está empezando a ocurrir “lo que todos esperamos”: un aumento de la demanda en el mercado norteamericano.