“Preocupémonos por el trabajo que debemos hacer para que nuestros campos sean más productivos”
El mercado de la uva de mesa crece al ritmo de la población, y Perú se ha hecho un espacio en una ventana que esta desabastecida. La industria se expandió rápidamente y hoy está bien posicionada. Sin embargo, para mantener ese liderazgo la industria debe hacer ajustes. Ya se están reemplazando variedades y el siguiente paso es hacer todos los ajustes necesarios para ser más productivos.
Retrato: Daniela Profeta
Paul Barclay es un ingeniero industrial que construyó una organización y un equipo capaz de producir y exportar 1,5 millones de cajas de productos frescos a los más importantes mercados del planeta. Desde 1998, es gerente general de Sociedad Agrícola Saturno S.A. (importante empresa piurana). También ha sido testigo privilegiado del crecimiento y desarrollo de la agricultura en Piura. Desde el 2016, está al frente de Provid. Es una de las voces más autorizadas para hablar de uva de mesa de exportación en el Perú. Por ello, su ponencia en la Conferencia y Exhibición Redagrícola Piura de este año, fue de las más aplaudidas, pues no solo habló del presente y futuro de la uva de mesa en el norte del Perú, sino que también se refirió a la coyuntura en Ica y Chile, en torno a este cultivo.
Barclay empezó con una mirada a los resultados de la industria en los últimos años. Así, se refirió a volúmenes, áreas y dinámicas del mercado. “Empezando por las zonas, vemos que Ica (en el sur) sigue siendo el lugar de producción más importante del Perú, con un 45% del área total. El crecimiento de Ica ha sido importante pero no llega a ser lo extraordinario y dinámico que viene siendo el de Piura (norte de Perú)”, advirtió.
Entre las dos últimas campañas, refiere el presidente de Provid, Piura creció 32% en área plantada, siendo hoy la segunda zona productiva con 6.573 ha (Ica tiene 7.998); Lambayeque ocupa el tercer lugar con 1.688 ha. Cabe mencionar que el nivel de crecimiento de 17% en Lambayeque no quiere decir que la región, según las palabras de Barclay, “se haya casado” con la uva de mesa, como si lo ha hecho con los paltos, la caña de azúcar y quizá con los arándanos, algo que Irrigación Olmos hace evidente. “Luego, hay emprendimientos casi individuales en la Libertad y Arequipa. En Arequipa han venido desarrollándose principalmente con la entrada de Majes Siguas (nuevo proyecto de riego), por lo que en unos años podría haber un volumen más representativo ahí”.
En total, son 17.683 ha de uva de mesa en el país. Antes, 8.500 ha eran de Red Globe, entre Ica, Piura, Lambayeque, Arequipa y Ancash, principalmente. “Lo que hemos visto el último año, es que esa área de Red Globe, que era y aun es la variedad preponderante, ha tenido un retroceso en área y volumen. En Provid hicimos una rápida encuesta sobre qué habíamos estado haciendo respecto a esta variedad y pudimos ver que entre los asociados teníamos alrededor de 700 ha de Red Globe que habían salido de producción, principalmente porque habían sido recambiadas por áreas de uvas sin semilla. No creo que esa sustitución haya terminado, es difícil decirlo, pero es probable que entre esta campaña y la próxima un área similar esté por salir”, advierte Barclay.
38 MILLONES Y MEDIO DE CAJAS EXPORTADAS
En relación a los volúmenes exportados, el gerente general de Saturno, menciona un crecimiento en la última campaña del 9%, en la cantidad de cajas de 8,2 kilos, respecto al año anterior. “Es cierto que no todo se exporta en 8,2 kilos, pero se trata de cajas equivalentes en peso. Son 38 millones y medio de cajas, en total, aproximadamente, las exportadas en la última campaña. Pero dentro de ese 9% hay una dinámica muy importante; Red Globe, por ejemplo, el año pasado tuvo una disminución del 14%, frente a las variedades sin semilla que crecieron 61%. Hay variedades que están creciendo y otras disminuyendo. Y dentro de esos 38 millones y medio de cajas, hay alrededor de 3 millones de variedades nuevas, patentadas, que no son las sin semillas tradicionales, que vienen de 1.500 ha a 1.800 ha de superficie plantada. Aquí vemos un dinamismo bastante importante, incluso a nivel mundial”, precisa Barclay.
Algo que va a hacer que esta campaña sea particularmente retadora en el norte del Perú, tiene que ver con el hecho de que el crecimiento reciente de 32% que presenta Piura se trata de un volumen tardío. “Ese volumen tardío viene probablemente de unas podas tardías en diciembre, tal vez enero, que con la cantidad de lluvias que hemos tenido este año probablemente pongan mucha presión en la fertilidad de los campos. No todos los años van a ser como este, pero hay que aprender una de las lecciones: si uno tiene una apuesta en Piura, que tiene que ver con atender el mercado americano, en la parte más tardía, mi recomendación es que piensen en variedades de alta fertilidad, para que luego no se compliquen las cosas en un año difícil”.
En cuanto a la dinámica en los mercados-destino, Barclay indica que Norte América es el primer continente importador de uva de mesa; durante la campaña 2016-2017 las exportaciones a Estados Unidos se incrementaron en un 33%. “México nos abre el mercado desde el punto de vista fitosanitario algunos años atrás, pero los impuestos de entrada recién caen de manera importante en los últimos años, particularmente en el último año; eso hace que la demanda crezca, que los precios se hagan más atractivos… Entonces crece América; ahora tenemos más mercados; tenemos un Costa Rica abierto e importante; no es un mercado muy grande pero también tenemos a República Dominicana este año abierto para la uva; Europa y Asia disminuyen un poco en respuesta a los niveles de precio que se sienten en esos mercados; Asia está cada vez más con la presión de la uva china”.
Barclay explica que China es el principal productor de uva en el mundo, pero que no participa mucho de los mercados internacionales sino que suele consumir todo lo que produce. Pero poco a poco vemos que hay áreas en China que no solo empiezan a competir con la uva que viene de EEUU o de Perú en China, pudiéndose encontrar uva china en Indonesia, Tailandia y en otros países de Asia. “Esa competencia, sumada a un año anterior con precios difíciles, competitivos, hace que mucha de la oferta migre a Norteamérica; así EEUU y Canadá crecen 33%. Y ese 33% tiene una explicación: conforme Perú va teniendo más variedades sin semilla, tiene más oferta para ese mercado, pues si bien EEUU y Canadá son buenos receptores de Red Globe, el principal interés está en las variedades sin semilla”.
54% DE RED GLOBE DEL TOTAL DE EXPORTACIONES
En el Perú, las cifras de exportación de la uva de mesa se sitúan alrededor de los US$670 millones. Eso convierte a la uva en la fruta más exportada del país. Incluso la uva ha superado a otros cultivos como el espárrago, algo que hace un par de años era impensable. Esta información fue obtenida gracias a las estadísticas de aduanas, en base a los precios con que las empresas salen a ofertar y facturan. Pero ya se sabe que esos precios no son necesariamente los que se obtienen. En todo caso, son cifras aproximadas que dan una idea de lo que está ocurriendo.
En la torta de las exportaciones vista por variedades, Red Globe representa el 54% del total. Pero hace dos años esa variedad representaba el 72%. Hay un retroceso evidente de Red Globe en el volumen total, mientras las variedades sin semilla han ido creciendo. “Sugraone y Crimson son las dos variedades preferidas que la siguen; una es blanca sin semilla, y la otra roja sin semilla. Son variedades que han tenido experiencias difíciles en cuanto al manejo de la fertilidad para llegar a su potencial productivo, pero son muy apreciadas en el mercado. Luego hay otro grupo de variedades, compuestas principalmente por las patentadas, que ya son casi el 10% del total. Thompson también es una variedad importante; representa el 5% de lo plantado en el norte, gracias a un buen manejo, debido a la experiencia que hemos podido traer de Brasil y Chile. Hay operaciones que confían mucho en esa variedad pero hay otras que están contemplando un recambio de Thompson”, acota Barklay.
El mejor momento de la ventana de la uva de mesa en el Perú se da desde la tercera semana de octubre hasta mediados o fines de diciembre. Ese es el momento fuerte de Perú. Donde estamos casi solos. Chile empieza a inicios de diciembre, a veces a fines de noviembre, pero eso sucede muy esporádicamente, con volúmenes muy pequeños. Pero en enero sí que se encuentran cara a cara, Chile y Perú en los mercados.
“Algo interesante es ver cómo Perú, en la etapa inicial de la campaña, empieza compitiendo con fruta del hemisferio norte, de EEUU y Canadá; competimos con fruta de California, por ejemplo; en Europa nos encontramos con uvas blancas de Grecia e Italia, y con uvas rojas de España; el inicio del Perú es bien competitivo. Nuestros recibidores, nuestros clientes, cuando tienen que dejar de comprar uva local para comprar uva importada, en algunos casos tienen que pagar 100% más; entonces siempre están tratando de alargar esa decisión. Pero nos necesitan, eso es una realidad, ya sea porque no llegan con las variedades, o porque el clima se torna un poco adverso y peligroso, y la calidad empieza a desmejorar; así empiezan a hacer el cambio a la uva de mesa peruana. El crecimiento que ha tenido Perú en los últimos años ha sido espectacular. Pero en un mercado de uva de mesa que a nivel mundial casi no crece. Solo basta ver las exportaciones de Chile, el volumen producido en EEUU, en Brasil, en Sudáfrica… Sudáfrica era el segundo principal productor de uva del hemisferio sur, y ahora el Perú ya lo pasó, porque no han estado creciendo, nosotros sí”, señala Barclay.
Esto se explicaría, según El presidente de Provid, por el “hueco” en el mercado entre octubre y diciembre que el Perú ha sabido llenar. Los otros países ofertantes en el mundo tienen limitantes para obtener fruta en ese periodo del año. Lo que hacía EEUU, por ejemplo, era guardar la fruta y tratar de sacarla en esos meses. Pero eso tiene una limitación porque en una campaña sanitariamente complicada, donde hubo algunas limitaciones en el manejo, guardar fruta que no es muy robusta es difícil. Entonces necesitan a Perú.
“El mercado de la uva no es como el de la palta o el del arándano, que tienen un crecimiento en el consumo, ya sea porque están descubriendo la fruta o por las cualidades de la misma. El mercado de la uva crece al ritmo de la población. Está claro que nuestra ventana estaba desabastecida y eso nos permitió crecer de manera impresionante, en la primera etapa de la campaña, sin tener mucha afectación en la rentabilidad del negocio”.
100% MÁS DE VARIEDADES SIN SEMILLA
De las 38 millones y medio de cajas exportadas en la campaña pasada, 21 millones fueron de Red Globe (54% del total) y 18 millones fueron de variedades sin semilla. Dos años atrás, Red Globe significaba 24 millones de cajas; las variedades sin semilla, 9 millones. Es decir, en dos años, ha habido un crecimiento del 100% respecto a las variedades sin semilla en el mercado peruano.
“La productividad promedio de Red Globe el año pasado fue de 2.500 cajas/ha. Es cierto que parte de esa superficie de Red Globe ya no estaban porque hubo un proceso de cambios de variedades, puede ser, pero eso puede afectar en un 10% el número. Entonces hablemos de 2.750 cajas, como promedio, pero igual es un volumen muy bajo. Todos creemos que producimos entre 3.500 y 4.000 cajas… Antes de echar por la borda esta variedad, antes de preocuparnos de por qué el precio está a US$14 la caja, cuando hace dos o tres años estaba a US$20, preocupémonos por el trabajo que debemos hacer para lograr una mayor productividad en nuestros campos. Tenemos que ser mucho más productivos”, advierte el especialista.
Respecto a las variedades sin semilla, los números, indica Barclay, se muestran más “reales”: 1.900 cajas por ha. Dice: “Yo creo que esa cifra corresponde a las variedades tradicionales… Correr un flujo con 2.000 cajas/ha creo que es algo sensato, aunque no es fácil. Es cierto que este promedio viene probablemente del grueso de las variedades sin semilla, que han estado en manos de operaciones más consolidadas, sobre todo en Ica, pero también en el norte, con más experiencia y años de trabajo. Entonces, si uno ve que el promedio nos da 2.500 cajas/ha de Red Globe y 1.900 cajas por ha en variedades sin semilla, y consideramos que hay 1.600 ha de variedades sin semilla de las patentadas, que tienen un potencial productivo algo mayor, habría que ver hacia dentro en lugar de estar plantando más, y hacer nuestras hectáreas más productivas. Sin considerar esta campaña, por las características del clima, es sumamente difícil especular cuál va a ser el volumen de exportación del Perú (por las lluvias torrenciales e inundaciones, principalmente en el norte). Es posible que Perú tenga el potencial plantado para 27 millones de cajas de uva sin semilla, tal vez 25 millones, en el marco de un proceso de ajustar los protocolos y de llevar los campos a una productividad competitiva”.
92 MILLONES DE CAJAS EXPORTÓ CHILE
Una experiencia que, según Barclay, hay que observar con atención, es la chilena. Chile ha exportado, en los últimos años, entre 84 y 92 millones de cajas. El volumen varía no por una dinámica de plantación sino por una de clima, de agua, de disponibilidad de mano de obra, en una industria bastante más madura que la peruana. De ese volumen, el 25% o 30% es Red Globe. Es decir, en Chile exportan 25 millones de cajas de Red Globe y 63 millones de cajas de uva sin semilla (Perú exporta18 millones de cajas de uva sin semilla).
“En Perú, no estamos acercando al 50% del volumen chileno en uva sin semilla. ¿Qué pasó con Red Globe? Llegamos al volumen que tenía Chile en Red Globe y estamos retrocediendo un poco. En uva sin semilla tenemos un potencial para crecer importante, pero hay que ser conscientes de que nuestra competencia inicial en la campaña es un poco más difícil que la de Chile. Chile tiene las cosas difíciles porque compite con su uva temprana con Perú. Pero Perú también presenta costo de transporte, y eso lo hace muy distinto a competir con un productor del hemisferio norte, donde empacan en el mismo campo, y al día siguiente tiene su fruta en el mercado. Nuestra competencia inicial es más complicada y tiene una dinámica en el precio que hay que considerar a la hora de plantar. Hay que dejar de pensar que podemos seguir haciendo flujo de caja de uva sin semilla a US$27 o US$30; los flujos de caja de uva sin semilla tienen que ser más realistas. Chile vende a US$6 u US$8 menos por caja que nosotros. ¿Vamos a llegar a eso? Espero que no”, señala Barklay.
Según el presidente de Provid, Chile tienen una industria bien apretada, “pero en algún lugar cerca de ellos nos vamos a situar, dependiendo de cuán rápido plantemos y que dinámica termina teniendo el mercado respecto a las variedades nuevas”, dice. Además desctaca que, en las estanterías de los mercados ingleses, hay blancas sin semilla, rojas sin semilla, negras sin semilla, y tres o cuatro variedades especiales; eso le está abriendo un poco la llegada de la uva peruana al consumidor, pero asegura que todavía es algo tímido.