Este artículo partió con la idea de consultar a distintos productores cuál es en su opinión la mejor variedad de arándano actualmente. Sin embargo, a poco andar fue evidente lo complejo que resulta contestar una consulta tan simple. Antes de preguntar a los productores cuál es su variedad, como referencia técnica planteamos al asesor internacional Sebastián Ochoa la pregunta: ¿qué es una buena variedad?

PARÁMETROS: CALIDAD, PRODUCTIVIDAD, POSTCOSECHA, PRECOCIDAD, SANIDAD Y MÁS

Existen distintos parámetros para definirla, responde. En primer lugar, desde el punto de vista de la calidad de la fruta, debe tener buen calibre y ser crocante, dulce, firme, con alta cobertura de pruina (bloom) y la herida de inserción del pedúnculo bien sellada.

En segundo término, desde la perspectiva de la postcosecha, dadas las condiciones de distancia de Chile respecto de la mayoría de sus mercados, debe ofrecer una duración prolongada.

Luego, en el aspecto productivo, tiene que entregar un alto rendimiento y ser precoz. La precocidad no debe confundirse con la fecha de cosecha, o sea si es temprana, de media estación o tardía, pues corresponde a cuándo la planta entrega su primera producción comercial luego de su establecimiento y con qué cantidad de kilos. Una variedad precoz, por ejemplo, es capaz de dar 1 a 2 kg/planta al primer año, en tanto que un arbusto no precoz carece de producción en ese plazo. Obviamente, subraya Ochoa, se trata de un factor que adelanta el flujo de ingresos.

Otro aspecto relevante corresponde a la tolerancia o resistencia a enfermedades. También puede ser importante la resistencia a asfixia radicular en suelos pesados.

Igualmente resulta clave el comportamiento en las condiciones de Chile. El asesor menciona cultivares que en EE.UU. u otros países andaban muy bien pero que en nuestro país han resultado susceptibles a enfermedades, han dado origen a huertos desuniformes, con plantas muertas, fruta que no alcanza a madurar, de mal comportamiento en postcosecha o que se intoxica con el CO₂. Y eso incluye cultivares de programas genéticos con royalty.

UN ERROR: APUNTAR A LA CANTIDAD SIN PENSAR EN LO DEMÁS

–¿Qué tan sensibles son los mercados a la calidad de la fruta?

–Los arándanos en China pueden costar dos veces más si son dulces, crocantes, firmes, con buen bloom, de tamaño adecuado, por supuesto siempre que lleguen sanos. Cuando una variedad estándar se está vendiendo a 70-80 renminbi, una variedad club de alta calidad se puede vender a 150 renminbi. No conviene poner una variedad, aunque sea súper productiva, si no tiene sabor, dulzor y crocancia.

–Muchos productores piensan que “más es más”…

–Mira, no hay ninguna variedad buena en este momento que no llegue a las 18-20 toneladas por hectárea (t/ha). Y eso está perfecto. Hay una tendencia a decir: yo a una Legacy le voy a sacar 35-40 t/ha. Lo que se saca realmente son bolsas de agua, llegan deterioradas y los precios caen. Los productores que trabajan bien regulan la carga, saben que con 20-22 t/ha puedes asegurar calidad y calibre y obtener un buen precio. Antes ponías Legacy, llegabas a 40 t: 20 para exportar en fresco y 20 para meterle máquina, destinadas a congelado. Claro, el retorno era de 4-5 dólares/kg y 2 dólares/kg, respectivamente. Maravilloso, pero ya no es así. Ahora si dejas 40 t vas a exportar 10 de mala calidad y el resto con suerte te lo van a pagar a US$0,70; hasta el IQF se puso exigente.

–¿En cuanto a los tamaños, de qué calibre estamos hablando?

–El calibre modal, vale decir el calibre base, ha ido subiendo. Cuando yo empecé a trabajar en esto, si mal no recuerdo correspondía a 8 mm. Hoy el “desde” está en los 12 mm.

–Otro factor es la duración de la cosecha, ¿conviene que sea más corta o más larga?

–En general convienen variedades que tengan más tiempo entre cosecha y cosecha. Algunas te exigen pasar a los 4 o 5 días o se ablandan. Otras las puedes dejar 10 días, con lo cual los cosecheros notoriamente rinden mucho más: mientras en las primeras sacan del orden de 40 kg promedio, un buen arándano del segundo tipo te da promedios de 80 kg/jornada. En la cosecha también es importante que la fruta no se desprenda fácilmente, que no se caiga sola. Hay algunas variedades en que pasan los cosechadores y el suelo queda azul.

–¿Respecto al hábito de crecimiento, hay más ventajas en una planta erecta o una arbustiva?

–No, solamente hay que considerar que necesitan podas diferentes. Las arbustivas requieren más poda y si las manejas como si fueran erectas lo más probable es que los resultados sean más malos y la fruta de peor calidad.

–¿Hay alguna característica valiosa para casos especiales?

–Sin entrar en mucho detalle, tú tienes que buscar un campo adecuado para plantar esta especie. En caso, por ejemplo, de tener sectores de suelos más pesados que otros, habrá que tener cuidado en la elección de la variedad: una Duke se asfixia con más facilidad, mientras Legacy es más resistente. Si quieres llevar una producción orgánica bajo túnel no pongas una variedad susceptible a botritis, porque en condiciones de mayor humedad y temperatura te la va a comer.

LA MEJOR VARIEDAD… ¿BAJO QUÉ CONDICIONES Y CON QUÉ OBJETIVOS?

¿De qué depende que una variedad pueda ser considerada mejor que otra? De eso conversamos con Cristián Astete, dueño junto a otros tres socios de la exportadora Family Gowers Chile Ltda., a quien visitamos en su packing de Linares.

La mejor variedad en una zona puede no serlo en otra.

–Los arándanos responden de forma distinta incluso dentro de una zona geográfica –constata Astete–. Por ejemplo a la altura de Linares, la misma variedad va a comportarse de manera diferente en el secano, en el valle central y en la precordillera. Un arándano muy atractivo, como Liberty^®, recomendado para zonas más sureñas (Futrono, Valdivia, etc.) se da bien hacia la cordillera de la región del Maule. La variedad Legacy, que en Chile tiene muchas posibilidades, en las localidades cálidas de la zona central presenta problemas de condición, pero en la precordillera de Linares, sector más frío y más húmedo, logra mejor calibre, mayor firmeza, se vuelve más viajera y entrega más kg/ha.

El royalty y las condiciones comerciales pueden afectar el atractivo de una variedad en su carrera por ser la mejor para el productor.

Cristián Astete considera que el costo y compromiso financiero de tomar créditos para obtener plantas con royalty puede ser una carga pesada para muchos productores. En su opinión, a veces resulta mejor cuando solo una parte del huerto corresponde a plantas con royalty, especialmente si tienen restricciones en la comercialización:

–Dispones de más libertad. Existen antecedentes de empresas con exclusividad de comercializar sus variedades que han puesto demasiadas condiciones, incluso se llegó a impedir la venta a terceros de la fruta no exportable destinada a IQF.

A veces tampoco resulta fácil acceder a algunos materiales genéticos, agrega:

–Por ejemplo, hay variedades tempraneras de genética australiana en la zona central, que tienen todos los requisitos de calidad. He visto precios de la variedad Biloxi producida en Perú puesta en mercados asiáticos, donde se ha comprobado que reciben un valor inferior hasta en un 50% respecto de estas variedades. Son administradas como clubes, solo las he visto en fotos.

En ciertas épocas la mejor variedad puede ser una que no tendría posibilidad de competir en otro momento, o la mejor variedad puede dejar de serlo.

La oportunidad en que una variedad produce puede volverse un factor estratégico:

–Con tanta competencia por la mano de obra –razona el socio de Family Growers Chile Ltda.– no solo entre arándanos, sino con otras especies, como cereza, es bueno tener variedades tempraneras que permitan iniciar la cosecha lo más anticipadamente posible, para captar mano de obra. Ese es un gran valor de variedades como Suzie Blue, Ventura, Duke, etc.

Y también ocurre que una buena variedad comienza a perder sus cualidades a partir de cierto momento:

–Los recibidores que tienen experiencia y han trabajado años con nosotros ponen límites de fechas para las variedades. Por ejemplo, ya no reciben Duke el 15 de enero porque saben que va a llegar con los parámetros en deterioro. O piden solamente fruta de las primeras 2 o 3 pasadas, que es la de mejor calidad.

Variedades que se dieron por desahuciadas pueden tener una sorpresiva recuperación.

–Cuando todos dijimos que hasta aquí llegaban nuestras rabbiteye tardías –reconoce Cristián Astete–, que no pueden competir con la creciente oferta mexicana de variedades highbush (sin semilla, de fruta más suave, dulce y crocante), resultó que la salida de México no es tan temprana. Los compradores norteamericanos, entonces, han mantenido un espacio para las rabbiteye tardías y los precios han vuelto a ubicarse en US$3 o más. Con eso renacieron variedades como Brightwell, la cual tiene mejor aceptación que otras que se ofrecen en su reemplazo. Es el caso de Powder Blue u Ochlockonee, muy productivas pero un poco insípidas y de calibres más pequeños.

–¿Cuánto puede durar este fenómeno?

–En mis campos yo no concibo seguir plantando rabbiteye, eliminé toda la Brightwell, a pesar de que tiene presente, porque estoy pensando en el futuro. En algún minuto va a caer la decisión de los compradores de no tomarla más, o bien la venta va a ser muy complicada. Por mi parte prefiero incorporar las opciones que ofrecen los programas genéticos, como Blue Ribbon, Topshelf, Last call, Cargo, Liberty, etc. Son muy productivas, llegan a 20-30 t/ha, tienen una arquitectura de planta robusta para sostener esa producción, y la fruta highbush no tiene semilla, presenta muy buen calibre, es firme y dulce.

Factor riesgo: la mejor variedad es la que ha comprobado sus cualidades en las condiciones edafoclimáticas en que se va a plantar.

–Aunque a veces una variedad venga con mucha información desde el vivero, de fecha de cosecha, calidad de la fruta, requerimientos de la planta, etc., nunca ha sido copiar y pegar –reflexiona el entrevistado–. Por ejemplo ha ocurrido con el golpe de sol: plantas que por su arquitectura o distribución del follaje dejan la fruta más expuesta. Si la planté en un lugar con mucha radiación, se tradujo en partidura, colapso de la fruta, hongos… Hasta que la variedad no lleva 3 a 4 años plantada y alcanza los niveles de producción, no puedes confirmar que se da en buena forma en esas condiciones.

La mejor variedad es la que no necesita inversión adicional.

–Las mallas pueden ser una solución técnica para problemas como la radiación –continúa Astete–. Pero hay que ver los costos, que pueden ser de muchos dólares/ha: ante las variedades que tienen que ir con un anexo, techo, malla, etc., uno empieza a buscar la alternativa, la variedad que no necesite ese soporte.

LAS VARIEDADES FAVORITAS

Está visto, son demasiados los factores y circunstancias que modulan la posibilidad de una variedad de ser la mejor. Cambiamos entonces la pregunta y, más humildemente, consultamos: ¿cuál es su variedad favorita? A continuación cuatro visiones diferentes:

CRISITIÁN ASTETE, FAMILY GROWERS CHILE LTDA.: DUKE, BLUE RIBBON, DRAPER

Duke: de las antiguas la top one

–Si tú me preguntas, la variedad Duke nunca va a desaparecer. Nuestros recibidores la piden mucho. Un  arándano “todo terreno”, da muy buena producción a los que saben manejarlo y lo ponen donde corresponde, porque es exigente. Tiene muy buen desempeño; en este packing, en el que procesamos unas 400 t de Duke durante la última temporada, salió con embalajes de 95% y más. Su calibre medio a alto, el sabor dulce-ácido, mejor viajero que muchas otras variedades… De las antiguas, la top one. Sin embargo, variedades nuevas, como Draper, la superan en muchos aspectos.

Blue Ribbon corre en el packing

–Procesamos esta variedad de dos productores de la zona, con embalajes de 95-97%. Fruta muy firme, de buena calidad, dulce, rica, de gran calibre. A uno de los clientes su comprador en Asia le exigía un mínimo de 14-16 mm, y que separara la fruta sobre 18 mm. Resultó que el 80% estaba entre 16 y 18 mm, solo un 20% era más pequeña pero de tamaño muy cercano a ese rango. Cuando el comprador vino y vio cómo era de homogénea, pidió toda la fruta, sin distinción. Cuando llegaba esta variedad, el packing corría a mil, porque no hay pérdida ni merma, es puro producir y producir. En otras variedades entras con 1.000 kg a la línea y exportas 600, el resto tiene bajo calibre u otros problemas.

Draper, la elegida

–Mis nuevos proyectos de plantación incorporan una importante superficie de la variedad Draper, muy productiva, muy firme, crocante, muy equilibrada en dulzor/acidez. No por nada es uno de los cultivares más plantados en la actualidad. Pienso que se debe homogeneizar variedades y, si no crecer, al menos ir renovando para mejor, para lograr más kilos en la misma superficie, que es una forma de crecer.

ISMAEL PEREIRA Y DIEGO AYALA: SUZIE BLUE

Suzie Blue es la variedad favorita de Ismael Pereira y Diego Ayala, de Agua Santa:

–Es vigorosa, precoz, de fruta firme, muy buen calibre y fácil cosecha –valoran–. Nosotros logramos a los 16 meses sacarle 4.000 kg/ha. A los 28 meses fueron 9.000 kg/ha, y nos quedó un resto para IQF. Es atractiva para la gente, por los buenos rendimientos, no le cuesta hacer los kilos. Sale temprano en esta zona del Maule donde partimos cosechando en la semana 46, por lo tanto nos permite captar temporeros. Nos da sobre un 90% de embalaje. Solo se paga el royalty de compra por la planta. Tiene una forma más o menos erecta de modo que, aun cuando a veces tiende a abrir un poquito, no necesita una estructura de apoyo. Sí requiere de control de heladas (flipper en el caso nuestro) desde fines de fines de julio. En invierno la ocurrencia de días de temperatura más alta genera apertura de flores. También necesita un buen manejo nutricional; si se hace correctamente, da fruta de gran calidad.

Tiene dos pequeños defectos, sin embargo: en postcosecha pierde un poco el bloom, y por ser muy fértil se abre un conjunto yemas que al cuajar todas, dejan poco espacio, forman una especie de “choclo apretado” y la fruta toma una forma tableada, lo cual a veces la máquina en packing confunde con machucón.

JUAN IGNACIO ALLENDE, HORTIFRUT: ROCÍO, APOLO Y DIVINE

También consultamos con Juan Ignacio Allende, CEO de Hortifrut, si tiene una variedad favorita y las razones para ello.

–Rocío es una variedad que no fue producida por nuestro programa de breeding, sino que contamos con su licencia para todas las américas y para Asia. La hemos plantado muchísimo, al igual que una gran cantidad de productores nuestros. Tiene una buena productividad, muy bonito calibre y es fantástica desde el punto de vista de su balance de sabor. Goza de gran reconocimiento en el mundo, los clientes la prefieren e incluso están dispuestos frecuentemente a pagar un diferencial por ella. Ha sido muy exitosa durante los últimos 10 años.

–Hay un par de variedades nuevas –continúa– que estamos sacando en nuestro programa. Una de ellas, Apolo, posee un calibre medio, de fruta muy firme, presenta un crunch fuera de lo común, es como comerse una manzana o una ciruela, de excelente sabor, jugosas, que crujen al morderlas. El mercado está buscando variedades crunchies y esta lo logra muy bien, además de una buena postcosecha por su firmeza. Hay otra variedad, Divine, que me encanta y también estamos sacando, la primera peruana que producimos en nuestro programa. Cuenta con muy lindo calibre, linda firmeza, buen sabor, mucha pruina, cumple con todo. Viene un poco más atrás, pero ha tenido muy buenos resultados en los ranking que permanentemente hacemos con nuestros clientes, comparando todo tipo de variedades, incluso en blind testing, como se efectúa en los vinos.

ALEJANDRO GARCÍA-HUIDOBRO: LA VARIEDAD QUE LE GUSTE AL CONSUMIDOR FINAL

–Estamos probando variedades en Perú y Chile –indica– que son superiores en todos los aspectos: productividad, calibre, sabor, firmeza, en lo que quieras. Pero sería pretencioso elegir una favorita, porque solamente las hemos tenido en campos de ensayo. Puedo decirte, por ejemplo, que para comerla me encanta la Blue Ribbon, en packing la Cargo es un espectáculo por los porcentajes de embalaje, es redondita, funciona bien, no se machuca; por precocidad, encuentro muy buena a Suzie Blue, aporta valor. Sin embargo mi respuesta va a ser súper política: la variedad que más me guste a mí tiene que ser la misma que le guste al consumidor final y que funcione en todas las etapas de la cadena. Porque si estamos hablando de una industria que se tiene que reinventar, debes dejarlo contento. Si el foco nuestro es que haga hartos kilos, que corra por el packing, que produzca antes, sin preocuparse de que el consumidor quiera repetir la compra, es puro romanticismo. Y en eso hay un grupo de variedades interesante de distintos programas; algunas las tenemos, otras no.