Reportajes . ...
Comparte
Cinco años de intenso trabajo en Ica

Vanguard Perú y el tránsito a la madurez en el manejo de variedades licenciadas

Tras cinco años de acelerado aprendizaje en el manejo de diferentes variedades de mesa, de unificar la cultura de cinco fundos adquiridos en el valle de Villacurí (Ica) y de impulsar todo un acompañamiento minucioso del acontecer diario en los campos a través de la tecnología, los directivos de Vanguard Perú dan fe que han logrado conseguir la máxima expresión vegetativa y de productividad de sus plantas de vid. Los siguientes retos están referidos a desconcentrar sus ‘peaks’ productivos con nuevas variedades tempranas y tardías, para lograr costos más eficientes.

13 de Diciembre 2021 Equipo Redagrícola
Vanguard Perú y el tránsito a la madurez en el manejo de variedades licenciadas

Marienella Ortiz

Cuando asumieron la decisión de contar con una operación agrícola propia, la firma estadounidense adquirió un total de cinco fundos, todos vecinos, en las Pampas de Villacurí lo que finalmente los llevó a conformar una sede local con Vanguard Perú. De solo una variedad patentada -Sweet Celebration que encontraron ya instalada- pasaron a ampliar su paleta de variedades que suman once en total, entre verdes, rojas y negras. El aprendizaje fue acelerado y con su cuota de riesgo más aún cuando la estrategia fue probar cada una de las variedades nuevas en un mínimo de 10 hectáreas.

Manuel Yzaga, gerente general de Vanguard Perú, recuerda que una de las primeras decisiones fue arrancar las plantas de Red Globe, tan valoradas comercialmente años atrás. Desde un inicio, la apuesta era clara y se basó en centrar todo esfuerzo productivo y comercial en las variedades patentadas sin semillas, como una forma de acompañar las tendencias y demandas del comercio mundial.

Manuel Yzaga, gerente general de Vanguard Perú.

“Cuando entra la empresa a Villacurí se sembraron las nuevas variedades a un ritmo de 300 ha por año lo que significó comprar cinco fundos no solo la superficie, sino que mantuvieron al personal que trabajaba en esos campos. El reto fue unir esas cinco culturas en una sola, para todos hablar el mismo lenguaje”. Todo esto ha sido un proceso muy acelerado, en el lapso de cinco años, en una operación que cuenta al día de hoy con 1,000 ha de uva de mesa”, agrega.

De la mano de todas las nuevas tecnologías en el agro, la empresa ha alcanzado una serie de logros relacionados a un uso eficiente del agua y fertilizantes y una evolución en el manejo más certero de cada variedad para alcanzar su máximo potencial.

ATENTOS A LO QUE PIDE EL MERCADO

En los últimos años, Manuel Yzaga menciona que los ‘breeders’ han afianzando sus conocimientos sobre el manejo de sus variedades en suelos y climas peruanos. Al principio, refiere, daban indicaciones que fueron muy equivocadas y quienes las siguieron al pie de la letra tuvieron problemas. “Las casas genéticas han madurado y han entendido que cada país es diferente y tienen mucho cuidado en sus recomendaciones”, indica.

En líneas generales, refiere que la apuesta por las variedades patentadas no está centrada en lograr un margen comercial sino a seguir la tendencia del consumidor, pese a que el aprendizaje del manejo agrícola de esta nueva genética es costoso y el incremento de la oferta ha ‘comoditizado” su valor en el mercado. Por lo pronto, Vanguard tiene una paleta de variedades centrada sobre todo en las rojas y verdes, con solo 8% del total de negras. Aún más, destaca que existe una tendencia del mercado por las verdes.

“Hay que mirar siempre el mercado que puede ser muy cambiante. Años atrás la gente comía más rojas que verdes y eso ya cambió. Muchas empresas están comenzando a sembrar más verdes y lo que va a pasar es que en algún momento van a estar sobresembrada y van comenzar a pedir rojas”, comenta.

Oferta de uva de mesa de Vanguard Perú.

EVOLUCIÓN EN LAS VARIEDADES

Si bien tienen consolidada su oferta de uva de mesa en 11 variedades licenciadas de IFG, SNFL y SunWorld, en el camino apostaron por un número mayor que fueron descartadas por diferentes motivos, luego de pruebas y errores en campo y en poscosecha. Así, por ejemplo, había una variedad que tenía mucha dispersión de grados Brix dentro de su propia baya y además no tomaba color. “Algunos agricultores realizan algunas labores adicionales para lograr manejar esos inconvenientes, pero como Vanguard eso es difícil por las dimensiones de la operación. Además, al ser una variedad nicho, consideramos que el mercado no la recepcionaba como tal. Hicimos tres exportaciones en tres años consecutivos y al cuarto año fue descartada”, menciona.

PROTECCIÓN CONTRA EL SOL. Las bolsas se colocan para que no se quemen las bayas. De lo contrario, se vuelven muy amarillentas.

En un segundo caso, indica que se trataba de una variedad roja temprana pero, si bien tenía un buen sabor, la baya era muy pequeña y blanda, entonces, no tenía ‘piernas’ para viajar a destinos lejanos. Al segundo año de ser exportada se descartó, agrega.

Si bien la empresa va a seguir incrementando sus inversiones en nuevas hectáreas en función a la estabilidad económica y de seguridad del país, tienen claro que la siguiente apuesta será por las variedades más tempranas y más tardías sean estas verdes o rojas, porque ya tienen copado el centro de la campaña iqueña (noviembre a marzo), con un pico muy pronunciado entre las semanas 50 y 2.

“Los ‘peaks’ muy grandes complican la operación, porque al final tienes que estar preparado para un gran momento de cuatro semanas del año, teniendo el resto de tiempo una gran cantidad de dinero inmovilizado. Las tempranas y tardías servirían para extender ese ‘peak’. California está sembrando cada vez más variedades tardías y está poniendo en aprietos a Perú, entonces, Perú se tendrá que retrasar un poco”, explica.

LOS BENEFICIOS DE LA TECNOLOGÍA

Las ‘apps’, sensores, softwares y el monitoreo satelital, como parte de una agricultura inteligente, son parte de la tecnología de uso cotidiano en la operación de Vanguard Perú, con el objetivo de dar sostenibilidad, reducir costos operativos y conseguir un mayor rendimiento de los cultivos. Para ello, cuentan con cinco estaciones meteorológicas y el servicio de información vía GPR cada 15 minutos.

Desde que comenzó el uso de estas tecnologías en 2016, a la fecha se ha logrado reducir el consumo de agua en un 35%, con la garantía de que ello no afecta la productividad de cada huerto. “El agua te permite llevar los nutrientes a la planta, pero parte de esa agua se evapotranspira por las hojas y regresa al medioambiente. Entonces, se necesita agua para el suelo, la planta y la que va al medioambiente. ¿Cómo sabes cuánta agua significa eso con gran precisión? Hay que medirlo, y por ello estamos usando tecnología”, refiere Yzaga. Igualmente, indica que se han registrado reducciones en el uso de fertilizantes en base a la información de los sensores de nutrición, dendómetros y sensores de riego.

Asimismo, logran una previsión microclimática con un rango de siete días a futuro. Al respecto, Jesús Cáceres, analista de gerencia de operaciones agrícolas, refiere que las previsiones microclimáticas de libre disposición para el público sobre Ica, sobre todo para la ciudad, no se ajustan a lo que se observa en los campos. “Las previsiones que podemos encontrar en las webs, por ejemplo, están dirigidas a ciudades. Si bien son parte de Ica, los fundos tienen un microclima particular. Por eso, tenemos nuestros sensores en diferentes puntos de los fundos, compuestos por pluviómetros y sensores de temperaturas, por ejemplo. Mediante toda esta información que levantamos, vamos recopilando la información para acceder a las previsiones”, comenta.

Entonces, disponen de información precisa sobre las temperaturas mínimas y máximas, la humedad, el déficit de presión de vapor, la evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo), lo que permite actuar mejor en los temas de riego; sobre todo, para definir cuánta agua debes reponer o cuánta agua necesita la planta, dice.

MENOR MANEJO NUTRICIONAL. De la mano de la tecnología logran hacer un seguimiento minucioso de la absorción de los fertilizantes por parte de la planta.

Por ejemplo, las sondas de riego pueden visibilizar lo que ocurre a 30 y 60 centímetros de la zona radicular y se manejan ciertos umbrales sobre cómo debe estar beneficiado el riego al cultivo. “Luego de tres años, hemos aprendido cuáles son nuestros umbrales. Si llevas esto a otra zona no funcionará, tienes que armar el tuyo”, explica Yzaga, mientras Cáceres agrega que han tenido que generar una historia de sus propias fincas.

En tanto, las sondas de nutrición que miden el nitrato y potasio permiten identificar si se está fertilizando bien el campo, si se están asimilando o acumulando más bien los productos en el subsuelo. También están los dendrómetros que miden el crecimiento y el diámetro del tronco. Durante el día, el tronco se contrae y se dilata por el clima y la nutrición y ello está ligado al crecimiento del fruto.

“Las líneas en curva ascendente (vistas en un monitor) van según el crecimiento de bayas, pero si estuviera en descenso demostraría que no estamos regando o fertilizando bien a la planta o hay algún impacto de factores externos, que puede ser el clima; entonces, vamos tomando medidas reales en el campo”, indica.

SATELITES PARA MEDIR EL CRECIMIENTO DE LA BIOMASA

CON AYUDA DE SATÉLITES. Esto les permite medir el crecimiento de la biomasa con relación a la actividad fotosintética.

En cuanto al seguimiento satelital de los campos, esto les permite medir el crecimiento de la biomasa con relación a la actividad fotosintética, donde los valores van de 0 a 100, siendo cero -diferenciado por los colores rojos y anaranjados- el indicador de que no hay masa foliar y 100 cuando está totalmente copado por la vegetación y no ingresa algún rayo de luz en los campos. Cáceres explica que los valores óptimos están entre 72 a 75 de los fundos de uva de mesa. “Algunos campos pueden estar en rojo  cuando han pasado por un proceso de poda, debido a que retiras hojas y limitas el número de cargadores. Partimos con un valor de 21, que luego irá creciendo, en la medida que las semanas avanzan. Todo eso lo tenemos ya estimado”, apunta.

Con los sensores y la captación satelital, Manuel Yzaga afirma ven de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo a las plantas, para un mejor monitoreo. “La tecnología de por sí no sirve, ni las personas actúan de la manera más eficiente sin tecnología. El secreto está en cómo nos comunicamos. Sin una buena comunicación, toda información levantada se transmitirá mal y no servirá de nada. Este negocio es de persona”, puntualiza.

CAMBIOS EN LA PODA MEJORARON EL BRIX

Con la información recogida a través de la tecnología es que han podido detectar problemas en el campo y poder corregirlos. Una de las modificaciones fueron algunos cambios en el manejo de las podas que realizan del cultivo, para alcanzar con mayor rapidez el grado Brix exigido para la exportación de las nuevas variedades.

“Hemos estado jugando con un número determinado de cargadores en las últimas campañas. Este año, hemos aumentado en 15% el número de cargadores de las variedades verdes en comparación a la campaña anterior. Eso a razón de que el clima es lento, la temperatura no permite que evapotranspire la planta y hemos dejado más hojas para que haya más de donde evapotranspirar y así suban los nutrientes y endulcen las uvas. El Brix proyectado no estaba lográndose a la velocidad deseada. De nada sirve tener el Brix proyectado muy temprano o mucho más tarde de la ventana que tenemos entre noviembre y marzo. Necesitamos una secuencia ordenada de abastecimiento para no quedar mal con los clientes”, explica Yzaga.

Además, cuando dejas un 15% más de cargadores, señala que le das más sombra al cultivo y las bayas tienen un color más amigable en la fruta. Esto ha sido el resultado de tres años de estudios apoyados en la tecnología.

AFINANDO EL RALEO Y CUIDANDO EL RAQUIS

Igualmente al menos tres años de pruebas les tomó afinar el proceso del raleo, pese a que se tenía la idea de que las variedades nuevas no requieren de un tratamiento químico. “Estas nuevas variedades no necesariamente son más fáciles de ralear. Hemos tenido que aprender cómo ralear químicamente para ofrecer al trabajador un racimo más amigable. La idea es que se haya descargado antes que entre la mano de obra. Acá se ha contado con trabajadores que han hecho 1,500 racimos por hectárea y, en casos excepcionales, 2,000 racimos por hectárea, siendo el promedio de 800 racimos”, explica el gerente general de la empresa.

Comenta que en un principio existía el temor de sobre ralear y dejar sin bayas el racimo. Entonces, se evaluó en las 11 variedades cuál era el mejor manejo, de tal manera que lo bueno se repetía y lo malo se desechaba.

En cuanto a la debilidad del raquis, Yzaga explica que los ‘breeders’ lo que buscan es promocionar sus marcas y que estas a su vez cumplan con ciertos requisitos en Brix, entre otras cosas características. “El tema es que ellos han puesto al Perú al mismo nivel climático que otros países. En el momento de cosecha, en otros países están en verano, cuando nosotros estamos en primavera. Si vemos la cantidad de evapotranspiración de esas variedades en Ica versus California (EE UU) o Copiapó (Chile), entonces, te das cuenta que Ica evapotranspira menos; entonces, conduce menos sabia por el tronco y transmite el almidón más lento y no lo procesa tan rápido. Como consecuencia tenemos que no levanta el Brix tan rápido. Entonces, en el caso de Ica esto se logra mucho más tarde, cuando ya envejeció el racimo. El racimo ya no tiene piernas, se cansaron en la planta”, explica. Por lo pronto, ahora estos genetistas han tenido que revaluar las condiciones de ciertas zonas geográficas, de tal manera que hacen algunas excepciones en Perú y ya no piden 18 de Brix, sino 17 o 17 y medio, apunta.

CAMBIOS EN EL SISTEMA DE CONDUCCIÓN

LA DECISIÓN POR EL OPEN GABLE. Los primeros lotes adquiridos de 300 hectáreas por Vanguard estaban en parrón español, pero en las siguientes 700 hectáreas se utilizó open gable.

Cuando compraron la firma Challapampa, uno de los cinco fundos, las aproximadamente 300 hectáreas de campos de uva venían instalados con parrón español y eso se mantiene en la actualidad. En el resto de fundos que se compraron en la zona se optó por el uso de Open Gable, debido a que es más amigable para las labores en campo. “Con este sistema, la fruta se expone bien, está a la altura de las manos extendidas del trabajador. En el raleo, deshoje, el guiado de los sarmientos es más productivo. No tienen que cargar una herramienta para poder llegar a lo alto del parrón”, comenta gerente general de Vanguard Perú sobre un cambio más que, junto con los mencionados anteriormente, forman parte de la evolución de la empresa en Perú, en un trabajo que los ha hecho transitar exitosamente hacia la madurez en el manejo de las variedades licenciadas.

Buenas perspectivas para la campaña 2021/22

La empresa proyecta para esta campaña una producción de 3,330,000 cajas de uva de mesa. Esto es superior a lo que alcanzó en la campaña pasada que ascendió a 3,023,000, aunque de ese total se dejó de exportar 600 mil cajas que se quedaron en el mercado local, debido al paro agrario de 15 días.

Si bien hasta el año pasado principal mercado era EE UU, el objetivo es que en esta campaña se enfoque en los mercados del Asia, es decir países como Taiwán, Tailandia, Corea y Japón. “Otra empresa de Ica ya lanzó su primer contendor a Corea del Sur, que es un mercado ‘premium’. Esperamos hacer lo mismo nosotros”, comenta Manuel Yzaga.

De acuerdo a lo que indica, la temperatura en Ica ha estado estable, pues no hubo picos de calor, lo que ha significado en parte que sea un año sanitariamente tranquilo. Sin embargo, también destaca que eso hace que el proceso fisiológico sea más lento y ha ocasionado que la cosecha se retrase entre 7 a 10 días.

La expectativa era que se comenzara con las cosechas la última semana de octubre pero se empezó hacia el 7 de noviembre. “Ya queríamos echar a andar la maquinaria, pero son cosas que pueden ocurrir”, explica.

EXPECTATIVAS SOBRE EL TEMA LOGÍSTICO

En los temas de manejo en campo y poscosecha, Manuel Yzaga recalca que todo está bajo control. Lo único que preocupa al sector en su conjunto son los problemas logísticos focalizados en los puertos de destino, debido a que existiría menor número de personal para retirar los contenedores y eso ralentiza los procesos de descargas. “No hay operadores de grúa para retirar los contenedores de las naves y colocarlos encima de los tractores. Entonces, es allí donde se ha roto la cadena. Además, Norteamérica está recibiendo muchos productos del Asia, por motivos de la proximidad de las fiestas navideñas. Y ello ha atorado el flujo entre EE UU y China”, agrega.  Por tanto, agrega que estos son retos grandes para el sector. “La fruta está colgando, ojala que se pueda exportar sin mayor complicación”, manifiesta.

FALTA UNA ADECUADA GESTIÓN DEL AGUA

Sobre la problemática del agua en Ica, el gerente general de Vanguard Perú expone que no existe una adecuada gestión del agua en Ica. “Mientras no se haga algo con el agua se van a salinizar los pozos. En realidad, hay agua, pero no hay una buena gestión, como por ejemplo, hay un buen número de pozos ilegales. Con una correcta gestión, todos podrían tener agua. La gestión del sistema es nula. Hay que gestionar mejor el agua desde arriba en la laguna hasta la bocatoma del mar”, destaca.

Suscríbete a nuestro

Newsletter

newsletter

Lo Más Leído

NEWSLETTER

Gracias por registrar tu correo

Registrate

* indicates required
Newsletters