Jugos AFE: Valor agregado a una larga tradición frutícola
Jugos AFE instauró hace más de 20 años en Chile el concepto del Jugo 100% Fruta. Sin embargo, un buen producto como este no se logra sin fruta de calidad. Eso es lo que se preocupa de ofrecer la Agrícola Forestal El Escudo (AFE), empresa con más de cinco décadas de tradición en la producción de manzanas y que busca diferenciarse con la entrega de una mejor fruta, el cultivo orgánico y de variedades club. Su trabajo también ayuda a que otros productores de la Región del Maule puedan darle una salida atractiva al descarte de exportación.
Jugo 100% fruta. Eso es lo que propone Jugos AFE, una apuesta de la Agrícola Forestal El Escudo (AFE), que a partir de 1997 abrió un nicho en el mercado chileno: el de los jugos compuestos solamente por fruta, sin azúcar ni agua añadidas. “Hasta ese momento solo había concentrados o néctares con agua, por lo que introducir un producto totalmente natural era una novedad y un desafío. El néctar es una combinación de agua en un 70% y en un 30% de pulpa, por eso nuestro producto es diferente y tiene mayor valor”, comenta Jorge Yaconi, socio y gerente general de Agrícola Forestal El Escudo.
Dos décadas más tarde, la oferta de Jugos AFE se distribuye a lo largo de todo el país en presentaciones de botellas de 300 ml. y un litro, y en tetra paks de 200 ml. para jugos de manzana orgánica y convencional, pera, ciruela, uva, membrillo y kiwi, además de purés para infantes.
Una de las virtudes de estos jugos es su prolongada vida útil, que llega a los cuatro años, gracias al proceso al que es sometida la fruta. Esta es molida y prensada para extraer todo el zumo, dejando separada la fibra. Posteriormente, el extracto es llevado a 96º y vaciado directamente en el envase de vidrio, que se tapa y se deja enfriar. “El jugo, cuando está caliente, se encuentra expandido. En el proceso de enfriado se produce el vacío y es ese vacío el que le da la vida útil”, explica Yaconi.
UN NUEVO DESTINO A LA MANZANA DE DESCARTE
La Agrícola Forestal El Escudo fue fundada en 1968 por el matrimonio conformado por Remo Yaconi y Berta Aguayo. Al año siguiente plantaron las primeras 20 hectáreas de manzano, de las cuales actualmente quedan cuatro, principalmente como testimonio histórico de ese primer lote. Hoy el Fundo El Escudo, ubicado en Teno, Región del Maule, se extiende por 525 hectáreas, de las cuales 200 son de cerro, 150 de manzano y 75 de cerezo.
HERRAMIENTAS Y MANEJOS PARA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Problemas como el aumento del golpe de sol y la escasez hídrica se han vuelto habituales para la producción frutícola en la Región del Maule. Por eso, AFE tiene el 80% de sus manzanas cubiertas con mallas sombreadoras, lo que les ha ayudado a reducir entre un 3% y 8% –dependiendo de las variedades– el descarte por golpe de sol y en consumir un 30% menos de agua.
El año 2019 fue, a su vez, uno de los más secos del último siglo, con altas temperaturas que aceleraron los deshielos. Esto llevó a la empresa –que por lo general riega con aguas del Canal Huemul, que las extrae del Río Teno– a utilizar dos pozos profundos antiguos y cavar dos nuevos de 50 metros de profundidad. “Cuando un huerto se cosecha, lo dejamos con riego de subsistencia para que entre en dormancia lo antes posible y pueda aguantar el invierno”, explica Luis Alberto Yaconi.
También se está buscando anticipar las cosechas. “Estamos mejorando, con poda en verde y con deshoje, la iluminación de la fruta. Eso nos podría permitir adelantar un poco el color en la fruta y cosechar antes, ahorrando agua”, comenta Juan Pablo Hermosilla, administrador general del Fundo El Escudo.
Juan Pablo Hermosilla, administrador general del Fundo El Escudo.
Fue este permanente crecimiento en hectáreas y en producción frutícola lo que gatilló el nacimiento de Jugos AFE. La idea de elaborar este producto surgió en 1995, para darle un destino distinto a la manzana de exportación que era descartada, un volumen que podía llegar, en ese entonces, al 40% o 50% de la producción.
“Estábamos obteniendo varios kilos y las exigencias de exportación dejaban mucha fruta afuera, principalmente por razones más cosméticas que de calidad. Teníamos que hacer algo con ese producto, que era tan bueno como el que se vendía al extranjero, para que no terminara en una agroindustria sin mayor valor. Por eso, somos una alternativa distinta a la agroindustria normal, que apunta a los concentrados de fruta o a la pulpa”, dice Jorge Yaconi.
Jorge y Luis Alberto, su hermano y gerente de producción de la agrícola, comenzaron a investigar los mercados de jugo en el extranjero y llegaron a Martinellis, una empresa fundada en 1868 en California que producía jugos 100% fruta, principalmente de manzana. Conocieron a un chileno que había trabajado tanto en esta compañía como en Goodnature, especialista norteamericano en el diseño y fabricación de equipos para extraer jugos, quien los asesoró para elaborar jugo con características similares en Chile.
En 1997 AFE lanzó un primer zumo de manzana y el año siguiente lo sucedieron los de pera y ciruela, los cuales en ese momento eran elaborados con fruta propia. Hoy AFE tiene un promedio de exportación cercano al 65% de su producción frutícola. De ese 35% que no envía al exterior, el 80% lo destina a elaborar los jugos y el puré para niños.
“Hay ciertas variedades que se envían a la agroindustria, ya que no todas sirven para hacer nuestro jugo. No mezclamos todas las manzanas y todas las calidades: solamente algunas variedades y en cierta proporción. Para jugo de manzana ocupamos Granny Smith, Cripps Pink y Fuji, ya que son más sabrosas. La combinación de ellas es lo que hace que nuestro producto tenga una diferenciación con la competencia”, explica el gerente general de la empresa agrícola.
MATERIA PRIMA DE CALIDAD PARA LOGRAR UN BUEN JUGO
Actualmente, AFE produce 800.000 litros de jugo al año, sobre la base de 1.200 toneladas de fruta, aproximadamente (se calcula 1,5 kilos de fruta para obtener un litro de jugo, en promedio). Para ello se abastece, salvo en el caso de la manzana convencional, de productores externos ubicados en la Región del Maule. Son exportadores con los cuales lleva varios años trabajando, con foco en el descarte del packing.
Para obtener un buen jugo, afirman en AFE, lo fundamental es contar con materia prima de calidad. “Buscamos, principalmente, que la fruta tenga la madurez óptima y la firmeza para poder aguantar guardas que permitan procesarla en tiempos distintos. Por eso, el manejo de la fruta nos importa. Cuando compramos fruta en huerto vamos a las cosechas o estamos muy encima de ellas, para así verificar que esté en su mejor condición. Producimos un stock para abastecer la venta durante todo el año y hacer un enlace con la próxima cosecha”, explica Max Darraidou, gerente general de Jugos AFE.
Luis Alberto Yaconi explica la logística que implica este proceso: “En general, las cosechas de fruta se realizan en un corto plazo, entre 15 a 20 días dependiendo de la especie y de las variedades. La cereza se produce en diciembre, la ciruela en febrero, la manzana desde febrero hasta abril y la pera en febrero. Hay frutas que nos permiten guardarlas en frío para poder alargar el período de fabricación de jugo, como la manzana, pero hay otras que no y tenemos que trabajarlas en el momento de la cosecha. La ciruela, por ejemplo, no aguanta mucho tiempo en frío para después moler y hacer el jugo. Es un producto que tenemos que elaborar entre febrero y marzo y ahí definir un volumen de venta para todo el año. El membrillo, en tanto, puede estar jugoso un mes, pero después se seca y pierde sus características organolépticas”.
En AFE estiman que el mercado del jugo 100% aumenta a un ritmo del 3% anual. La idea es volver a crecimientos en torno al 8%, como ocurrió hace algunos años e ir ganando participación de mercado, para lo cual siguen trabajando en aumentar la cadena de distribución y en proveer productos con nuevos sabores.
Otra opción está en exportar con productos como los que se venden en Chile, pero también especialmente elaborados. El año 2018, por ejemplo, hizo un jugo monovarietal de manzana Ambrosia para venderlo a China y Taiwán, a través de un convenio con David del Curto, que tiene la licencia de comercialización de esta variedad club en Asia. Se despacharon ocho contenedores de ese jugo, hecho con esta manzana que es muy bien valorada por su dulzor en esa región del mundo.
AGRICULTURA SUSTENTABLE Y AUTOSUSTENTABLE
En la empresa están seguros de que los temas de sustentabilidad y bienestar llegaron para quedarse. De hecho, las ventas de jugo de manzana orgánica aumentan a tasas que oscilan entre el 6% y 10% al año.
Además de haber plantado un huerto de manzana orgánica, en AFE apuestan por extender las buenas prácticas empleadas para proteger el ecosistema en todos sus cultivos. Es así como la empresa produce su propio humus de lombriz a partir de la pomasa de manzana, ha incorporado la utilización de enemigos naturales y el concepto de suelo vivo.
“Estamos haciendo coberturas vegetales que se van descomponiendo y se van transformando en alimento para los microorganismos, que ayudan a que la biología del suelo sea mucho más activa y, por lo tanto, la planta logre tomar los nutrientes en forma mucho más efectiva. No se necesita fertilizar tanto, sino despertar un poco al suelo que estaba dormido por el uso de químicos. Queremos mostrar que se puede producir fruta de buena calidad, mejorando el suelo y usando el pasto versus el herbicida”, explica Juan Pablo Hermosilla.
La empresa también ha incorporado un corredor biológico con flores atractivas y nutritivas –promovido por Syngenta– para mejorar la salud de insectos polinizadores como la abeja melífera, el abejorro y la chinita, entre otros. La idea es replicarlo en otros sectores del fundo.
RECAMBIO VARIETAL Y MODERNIZACIÓN DE LOS HUERTOS
El 70% de la producción de jugos AFE corresponde a manzana. Salvo el zumo de manzana orgánica –lanzado en 2010 y que será provisto por terceros hasta esta temporada–, toda la manzana utilizada proviene del fundo El Escudo, que produce 8.000 toneladas y otros 500.000 kilos de cereza al año. Se trata de 13 variedades de cereza –principalmente Lapins, Regina y Sweetheart– y 11 de manzana.
Entre estas últimas hay diversos clones de Gala, Fuji, Scarlet, Granny Smith, Cripps Pink, Rosy Glow y variedades club como Pink Lady, Envy y Ambrosia, entre otras, gracias a un recambio varietal y en sistemas de producción que se inició en la primera mitad de la década del 2010. Este año, además, será la primera en que AFE producirá manzana orgánica.
“Antes exportar el 40% de la producción era normal, porque el árbol tenía mucha fruta, aunque de distintas calidades, y el mercado no era muy exigente. Pero eso fue cambiando en la industria mundial para llevarla a mayor productividad, calidad de fruta y uniformidad”, comenta Jorge Yaconi.
AFE está trabajando fuerte en el replante y en la densificación de los huertos, en el uso de una agricultura más sustentable y en buscar nuevos productos. “La industria de la manzana está pasando por una crisis y en Chile cada vez se están arrancando cada vez más hectáreas de manzano. Esta crisis creemos que la podemos enfrentar en dos ámbitos. Uno, en mejorar nuestra estructura productiva, buscando nuevas variedades y nuevos clones. Eso implica reinjertar todo lo antiguo con fruta un poco más adaptada a las exigencias del mercado. Dentro de esa línea, queremos incorporar las variedades club. El segundo ámbito es lo orgánico. Hoy tenemos 24,6 hectáreas de manzana orgánica. Hay Fuji, Pink Lady y Granny Smith”, explica el gerente general de la empresa.
Actualmente, Agrícola Forestal El Escudo produce un promedio de 60 a 70 toneladas por hectárea. Tiene huertos que pueden alcanzar una densidad de 3,5 x 1,25 metros y llegar incluso a producciones sobre las 80 toneladas.
Lo que buscan en AFE es lograr “paredes productivas” con fruta de hasta 3,2 metros de altura. “Son muros de fruta donde se ha ido disminuyendo el volumen del área foliar. La idea es tener la fruta distribuida principalmente en los alambres para que llenen los espacios”, afirma Luis Alberto Yaconi.
Entre las innovaciones que han incorporado está el uso de injertos de dos, tres y seis ejes. Este último se emplea con el sistema V-Trellis, que consiste en una doble pared frutal en la hilera con forma de V y con un enrejado que permite un mayor soporte de ramas y frutas.
Es lo que hizo AFE en 2018, por ejemplo, para reemplazar un huerto de Braeburn con uno de Ambrosia, que puede llegar a producir entre 80 y 100 toneladas por hectárea. Pasaron de 1.000 plantas por hectárea a tener 6.000 ejes. “Multiplicamos el área productiva, pero manteniendo el mismo piso”, afirma Juan Pablo Hermosilla, administrador general del Fundo El Escudo. En otro sector se realizó un injerto de Ambrosia en 2016, pasando de 889 ejes a 5334 por hectárea. Se encuentra en su segunda producción: el año pasado obtuvo 15 toneladas por hectárea y este año va a llegar a las 45 toneladas. El inconveniente está en el costo: se emplea el doble de palos y de alambre que en un sistema más convencional.
“Más que plantar una hectárea nueva, reconvertimos. Aprovechamos las raíces, porque acá hay raíces de 20 años y la masa radicular hace que rápidamente, en dos temporadas, tengas un árbol casi formado. Obtenemos una anticipación de la producción respecto a lo que podría ser un huerto plantado desde el comienzo. Hay una serie de ahorros que permiten, en corto tiempo y con poca inversión, volver a un nivel de producción aceptable. El período sin ingresos se acorta”, afirma Jorge Yaconi.