Uva de mesa de California: estiman en 25 millones de cajas las pérdidas por huracán Hilary
Con aproximadamente el 30% de la producción cosechada cuando azotó el huracán, se proyecta que el 35% de la cosecha restante de uva de mesa (equivalente a 25 millones de cajas) se pierda.

El huracán Hilary ha dejado serios daños a su paso en Estados Unidos, y uno de sus afectados por el viento, las lluvias de esta emergencia fueron los viñedos de uva de mesa de California, que fueron dañados en pleno peak de cosecha para la mayoría de las 90 variedades cultivadas en el estado.
La humedad y sus problemas relacionados se agravaron como consecuencia de la tormenta, según un comunicado de prensa emitido por la Comisión de Uva de Mesa de California, que azotó a la zona cuando ya se había cosechado un 30% de la producción de la temporada. Tras la evaluación de daños, se proyecta que el 35% de la cosecha restante de uva de mesa (equivalente a unas 25 millones de cajas) se haya perdido, detalla la información del gremio.
Con el impacto del huracán, la estimación revisada para la cosecha de California en esta temporada es de 71,9 millones de cajas de 19 libras, el resultado más bajo registrado para los productores de aquel estado, ya que la última vez que la cosecha estuvo por debajo de los 75 millones de cajas fue en 1994.
“El impacto del huracán y sus consecuencias son devastadores y desgarradores”, dijo en el comunicado la presidenta de la Comisión, Kathleen Nave. “Decir que la comunidad de agricultores y trabajadores agrícolas está en shock es quedarse corto”, añadió.
La industria planea continuar evaluando la situación en las próximas semanas y brindando actualizaciones según sea necesario, mientras que la comisión continuará con sus actividades de promoción minorista y campañas publicitarias para el consumidor durante toda la temporada, dijo la líder gremial.
Cabe destacar que California envía más del 65% de su cosecha después del 1 de septiembre, por lo que aún hay cerca de 45 millones de cajas de uvas que la industria planea enviar, por lo que esperan que comercios minoristas comprendan el daño que causó la tormenta y las formas en que los costos laborales aumentarán como resultado.
“Los minoristas entienden que incluso con trabajadores calificados tomará más tiempo cosechar gran parte de la cosecha restante y que, en consecuencia, para mantener las uvas en los lineales durante todo el otoño, el precio pagado a los productores tendrá que ser suficiente para que valga la pena venderlas”, concluyó Nave, aludiendo a la posible alza de costos que podría traspasarse a los consumidores en los próximos meses.