Uniban: Construyendo nación y exportando a los mercados más exigentes del mundo
El aumento de la productividad es una prioridad estratégica para Uniban. Para lograrlo, la compañía impulsa acciones decididas en sanidad vegetal, innovación tecnológica, agricultura de precisión y estandarización de procesos, fortaleciendo así la competitividad y sostenibilidad de su operación.

En Colombia, Uniban impulsa un agro competitivo y sostenible que genera prosperidad colectiva en los territorios donde opera.
En los últimos años, Uniban, la principal comercializadora de banano y plátano para exportación en Colombia y la quinta a nivel mundial, ha dado pasos importantes hacia una agricultura más moderna, responsable y sostenible. Para ello, ha integrado tecnología, innovación y buenas prácticas que le han permitido avanzar significativamente en su modelo de producción.
Este modelo se ha venido optimizando a partir de programas específicos orientados a fortalecer la productividad en los cultivos de banano. Iniciativas como el manejo integrado de suelos, la optimización de poblaciones, la agricultura de precisión mediante sensores y fertirriego, así como el control biológico de plagas con drones, han sido clave para alcanzar un aumento del 20 % en productividad. “Este crecimiento nos ha permitido incrementar en más de 10 cajas/ha/semana; es decir, estamos hablando de un alza cercana a 500 cajas por hectárea en las últimas 52 semanas”, expone Fabián F. Fonseca, director de Productividad de Uniban. Agrega que la meta de la empresa es clara: consolidar un crecimiento sostenido, impulsado por una mayor eficiencia, que permita seguir ampliando el volumen de fruta exportada.
¿Cómo se ha conseguido este crecimiento productivo? Fonseca subraya que el manejo fitosanitario ha sido una prioridad en el Urabá antioqueño, logrando resultados extraordinarios en el control de Sigatoka negra. Ello se refleja en un aumento del peso del racimo, una optimización en el aprovechamiento de la fruta disponible y una disminución en las pérdidas o merma de fruta.
Respecto al trabajo realizado para lograr un incremento del peso del racimo, por lo menos un 10 % adicional a lo que ya tienen, Fonseca destaca que se han enfocado en prácticas muy específicas de nutrición, desmanes y edades de cosecha.
Para tener los racimos disponibles, Uniban está enfocada en la organización espacial de las plantaciones. “Buscamos optimizar el uso del campo, cultivando a una distancia y densidad determinada para que las plantas logren expresar su máximo potencial. Estamos haciendo diagnósticos precisos de las plantaciones de nuestras 15.600 ha en Urabá y 2.100 ha en Santa Marta, para garantizar que cada una de esas unidades de producción nos dé el mayor número de racimos disponibles al año”, explica Fonseca.
En la tercera variable de esta ecuación de productividad está la merma, y Uniban se está acercando a cifras de un solo dígito. Actualmente, el promedio se encuentra en un 16 %, una mejora significativa si se tiene en cuenta que en años anteriores las mermas superaban el 20 %. “Hemos logrado una reducción de más del 4% en lo que va de 2025 y, para 2026, nuestro reto es alcanzar niveles del 10% o inferiores, lo que nos permitirá maximizar el aprovechamiento de la fruta cosechada y exportada”, sostiene, en referencia a un objetivo que están cumpliendo gracias a un manejo adecuado en los procesos de cosecha y empaque, donde la capacitación del equipo humano ha sido clave.

HACIA UN MODELO DE AGRICULTURA DE PRECISIÓN
Según el director de productividad de Uniban, uno de los derroteros técnicos más importantes para la compañía es transformarse hacia un modelo de agricultura de precisión que les permita maximizar su productividad. Prueba de ello es que hoy cuentan con la red de estaciones meteorológicas más robusta para un cultivo de banano en el Urabá. “Sumamos más de 16 estaciones interconectadas que nos proporcionan información en tiempo real para tomar decisiones muy rápidas, no solo fitosanitarias, sino también de nutrición”, precisa.
Otro avance importante es la instrumentación a nivel de fincas con básculas electrónicas, básculas de peso de racimo y básculas de bandejas o de cajas terminadas. Asimismo, cuentan con indicadores químicos y físicos de suelos que les permiten migrar hacia un modelo de manejo específico por sitio, logrando mayores rendimientos.
La empresa también ha explorado la inteligencia artificial, sobre todo para hacer predicciones de cosecha, cadena de custodia y trazabilidad de la fruta, garantizando no solo una mayor productividad, sino también sostenibilidad y consistencia en los indicadores de calidad.
La tecnología les ha ayudado, además, a hacer un mejor manejo de plagas y enfermedades, sobre todo porque han podido fortalecer su flota aérea de aviones y drones de fumigación. “Hoy nos sentimos orgullosos de poner al servicio del agro colombiano la flota más robusta de aeronaves de fumigación, con equipos de última generación que nos permiten hacer un mejor control de Sigatoka Negra, garantizando la sostenibilidad y minimizando el riesgo de contaminación de poblaciones, acuíferos y vida silvestre”, destaca Fonseca.
Puerto de Antioquia: integración estratégica de comercialización y logística
Como parte de su visión global y operativa, Uniban ha consolidado una estrategia robusta que articula sus operaciones agrícolas con los más exigentes mercados internacionales. Esta se apoya en una red logística integrada que conecta las fincas de Urabá y Magdalena con infraestructuras portuarias estratégicas, cumpliendo altos estándares en calidad, trazabilidad y tiempos de entrega. A través de Uniban Logistics, la compañía ofrece soluciones especializadas para el agro, incluyendo transporte terrestre, operación portuaria y almacenamiento en frío, garantizando eficiencia en cada eslabón de la cadena exportadora.
Un hito clave en esta transformación es su participación accionaria en Puerto Antioquia, una infraestructura moderna que entrará en operación en 2025. Este puerto reducirá significativamente los tiempos y costos logísticos, al eliminar más de 500 km de recorrido terrestre, posicionando a la región como un nuevo hub logístico del Caribe colombiano. Esta inversión no solo optimiza los envíos de banano y plátano, sino que también abre oportunidades para diversificar la canasta exportadora con productos como aguacate, limón Tahití y mango. Además, se proyecta una contribución directa al desarrollo económico regional mediante la generación de empleo, la mejora en movilidad y el fortalecimiento de capacidades logísticas locales.
DESARROLLO E INNOVACIÓN EN VARIEDADES RESILIENTES
Otra de las grandes apuestas de Uniban es evaluar materiales tolerantes y resistentes a Fusarium Raza 4 Tropical y Sigatoka Negra. En ese sentido, cuentan con un área experimental dedicada a probar estos materiales. “Tenemos en producción materiales como el Formosana, de origen vietnamita, con características tolerantes a Fusarium, y también estamos trabajando con instituciones de genética británicas y australianas, además de universidades holandesas que trabajan en el desarrollo de materiales editados genéticamente, con resistencia y adaptación a plagas y enfermedades, y también al cambio climático”, dice Fonseca.
En línea con lo anterior, el directivo menciona que la meta es consolidar estos nuevos materiales e identificar el que mejor se adapte a su modelo de producción y el que mayor impacto pueda tener en la sostenibilidad de la industria bananera.
A la fecha, tienen ocho variedades en evaluación y cuentan con somaclonales que vienen trabajando articuladamente con el Agrosavia, el Cirad y Embrapa, para validar sus características productivas y organolépticas”, comenta, sobre un proceso de validación y selección que podría tardar cerca de cuatro años.
“Con base en ese dato, creería que de aquí a cinco años podríamos estar plantando materiales seleccionados y reproduciéndolos para su explotación comercial”, puntualiza el director de Productividad de Uniban.

Uniban y su apuesta por el Valor Compartido: productividad con impacto territorial
La compañía ha adoptado el Valor Compartido como eje de su estrategia corporativa, integrando competitividad con desarrollo económico, social y ambiental en regiones clave como Urabá. En alianza con Porter Development Initiative y mediante la aplicación del modelo del Diamante de Competitividad, identificó oportunidades para alinear su operación con los desafíos sociales del territorio, fortaleciendo la colaboración con organismos de acción comunal para impulsar iniciativas en derechos humanos y protección ambiental. Estas acciones, desarrolladas de forma participativa con las comunidades, han permitido enfrentar retos locales a través de proyectos innovadores que fomentan la apropiación del entorno y el fortalecimiento del tejido social. Como resultado, solo en el último año, Uniban y su fundación beneficiaron a 101.595 personas en las zonas donde operan: 43.402 de manera directa y 58.193 de forma indirecta.
Uno de los proyectos más destacados es Paz y Territorio, orientado a fortalecer la cohesión social y promover entornos sostenibles en zonas históricamente afectadas por desafíos sociales. La iniciativa ha impulsado el fortalecimiento de organizaciones comunales y sindicales, mejorado la seguridad alimentaria y contribuido a la infraestructura básica, incluidas escuelas. Su implementación ha sido clave para generar condiciones favorables a la productividad desde los cultivos, demostrando que el desarrollo empresarial puede ser un vehículo eficaz para construir paz en el campo colombiano.