Tecnologías que agregan valor a la uva de mesa
A partir del año 2022, Serroplast, empresa especializada en coberturas agrícolas con más de 30 años de experiencia en los principales puntos de producción de uva de mesa a nivel mundial, aumenta su presencia en Perú para apoyar a sus productores en el diseño, implementación y seguimiento de proyectos a la medida, lo que les permitirá mejorar sus resultados principalmente a través de una mejora en la calidad y cantidad.
Serroplast, empresa líder en la fabricación de polietilenos (films plásticos, mallas y estructuras metálicas para parrones) para la agricultura, se consolida en Perú con la conformación de un equipo de trabajo permanente, que busca ampliar su presencia territorial y entregar mayor apoyo técnico para los clientes activos y futuros. A través de una completa asesoría, los productores contarán con apoyo técnico para desarrollar sus proyectos de coberturas plásticas (HDPE, polietilenos de alta densidad, y LDPE, polietilenos de baja densidad) de manera integral y sin contratiempos, incluyendo el levantamiento de la estructura, la instalación y la optimización de las jornadas hombre destinadas a estas labores.
La empresa, cuya matriz en Italia cuenta con más de 30 años de experiencia en la industria agrícola, ofrece soluciones especialmente diseñadas para viñedos. En los últimos años, ha llevado a cabo un proceso de expansión en América Latina, que la llevó a Chile el 2010 (donde ha implementado polietilenos para uva, arándano, cereza y kiwi, entre otros frutales), a Ica con proyectos desde el 2005 y a Piura desde el 2018, comenzando a entregar soporte técnico a cultivos de uva de mesa. Hoy redobla esta propuesta, ampliando su respaldo en el país, donde ya ha abordado iniciativas productivas en varias hectáreas en distintas regiones del país.
Durante el último tiempo, el uso de coberturas para frutales ha crecido como una alternativa para llevar la producción frutícola al máximo potencial. Entre sus beneficios, genera un ambiente favorable para la planta a lo largo de toda la temporada. El control de los vientos y de la radiación disminuyen los periodos de estrés, logrando vigores adecuados, mayores expresiones en calibre y menor golpe de sol. Otros beneficios de la fruticultura protegida es el uso más eficiente del agua de riego (hasta 20% menos) y la concentración de cosecha. A su vez, la protección física contra lluvias permite cosechar la uva en verano (en marzo y abril) y reducir completamente las pudriciones por agua libre.
“Los plásticos que fabricamos no solo funcionan como una cubierta física contra el clima, frente a lluvias, exceso de radiación o vientos, sino que también entregan muchos beneficios directos en la condición y calidad de la uva, de aquí lo importante de adaptar el proyecto a las necesidades de los agricultores, para proteger la productividad de los cultivos y mantener los flujos a través de los años”, comenta Joaquín Novoa, gerente comercial de la empresa.
SOLUCIONES A LA MEDIDA
Más allá de la tecnología implementada, Serroplast está consciente de que cada cliente tiene necesidades distintas y que, más que soluciones estandarizadas, precisa de respuestas que se ajusten a sus distintos requerimientos. “Entregamos todo el apoyo técnico para diseñar y ejecutar la cubierta de manera particular para cada variedad de uva y según los objetivos del productor”, afirma Novoa. De esta manera, la empresa ha ido innovando con nuevos diseños de cubiertas completas o parcialmente retráctiles, con elásticos para zonas de viento, lucarnas, semiventiladas o ventiladas, entre otras opciones. Además, ha desarrollado plásticos y mallas que ofrecen distintas prestaciones en cuanto a espesores y propiedades ópticas. A ellos se suman estructuras hechas 100% de fierro galvanizado, entregando mayor resistencia a las cargas frutales y más duración de la estructura del parrón. Son aptos para producciones orgánicas.
Gracias al uso adecuado de los plásticos, agrega Sebastián Escalona, product manager de Serroplast, es posible posicionar fechas de cosecha en meses del año donde antes no era viable producir por las inclemencias del clima. Debido a ello, se puede acceder a distintas ventanas comerciales, mejorar el calibre y color el de la fruta, mantener su uniformidad y ahorrar agua de riego.
“En Perú la recomendación a los productores es instalar las coberturas, al menos dos semanas antes de brotación. La idea es que la cubierta ya esté instalada cuando la planta despierte. En relación con la extensión del plazo, en general buscamos diseñar proyectos que les permitan a los productores obtener el máximo provecho bajo las cubiertas y, luego de su uso, retraerlas o guardarlas para conservar sus características ópticas (disminuir carga de polvo sobre el film) y alargar su vida útil”, explica el gerente comercial de la filial peruana de la compañía.
En Perú ya hay exitosas experiencias comprobadas en el uso de films plásticos en uva de mesa. “Por ejemplo, rompimos el mito de que a Perú le cuesta alcanzar niveles de grados brix adecuados. Logramos cosechar en una o dos pasadas con 17º a 20º Brix, hacer dobles cosechas en algunas variedades (noviembre y abril), tener mayores porcentajes de exportación y concentración de fruta en categorías premium”, explica Novoa.
POSICIONAMIENTO EN PERÚ
Desde inicios del próximo año, Sebastián Escalona contará con una presencia permanente en la región, para apoyar de forma directa el desarrollo y ejecución de cada proyecto. “La post venta es un pilar fundamental para nosotros. Acompañar a nuestros clientes desde el momento de la instalación, nos permite conocer y entender las exigencias para cada variedad. De esta forma, vamos adecuado nuestros productos y diseños para mejorar y asegurar la producción”, comenta.
CONTACTOS:
Sebastián Escalona
+569 71256615
Joaquín Novoa
+569 98219674