Se va un grande
Empresario, líder gremial, alcalde de Alhué, director de Indap, Ricardo Ariztía fue un hombre que trabajó con tenacidad por llevar adelante sus convicciones. Falleció el jueves 23 de enero y deja un vacío difícil de llenar.

Con motivo del otorgamiento del Premio Ingeniero Agrónomo UC en 2014, la revista Agronomía y Forestal de esa casa de estudios hizo un resumen de su contribución a la vida pública, del cual extractamos las siguientes líneas:
Luego de estudiar en el Verbo Divino y Agronomía con mención en Ganadería en la Universidad Católica, ha sido un destacado empresario agrícola que se ha desempeñado en diversos rubros del sector, como en los viveros de frutilla (su primer negocio personal), siembras, ganadería (bovina y porcina), semilleros, fruticultura y vitivinicultura.
UNA ACTIVIDAD TAN EXITOSA COMO DIVERSA
Sus inicios fueron en la Hacienda Loncha, en Alhué, junto a su padre en 1967. Ahí residían 110 familias y desde entonces estuvo trabajando en lo que ahora es Longovilo S.A., la sociedad familiar que mantuvo junto a sus 11 hermanos.
Entre 1973 y 1975 fue alcalde de la zona por el Partido Nacional.
En 1975 compró su primer campo, Naltagua, y lo dedicó a la producción de paltas. Pensando en mejorar la producción chilena tomó audaces e innovadoras decisiones. En 1979 formó Agroriego, un emprendimiento dedicado a buscar nuevas tecnologías para el riego en Chile, que en 1987 importó el primer pivote instalado en el territorio nacional.
Trascendió los límites de su profesión y se convirtió en un hombre “fierrero”, que llegó a tener una maestranza con 130 personas con hornos de fierro y aluminio. Allí se fabricaban filtros de arena, válvulas, retenciones y variadas piezas para los equipos de riego y también para los campos, donde importaba ideas para implementarlas en Chile.
PASIÓN POR LA ACTIVIDAD GREMIAL
En 1989 decidió dedicarse a una de sus pasiones: el sector gremial. Entre ese año y 1997 fue presidente de Fedefruta; entre 1997 y 2000, de la SNA; y entre 2000 y 2002 de la CPC. En ese periodo se hizo famosa la frase en ENADE dirigida al entonces mandatario Ricardo Lagos: “¡Sr. Presidente, por favor déjenos trabajar tranquilos!”
En 2010, el presidente Sebastián Piñera le pidió que asuma la dirección de INDAP, lo que aceptó con gran humildad y le significó renunciar por cuatro años a gran parte de sus responsabilidades personales para enfocarse en sacar adelante a la pequeña agricultura. Entre sus iniciativas como director, redujo la tasa de interés que se cobraba a los pequeños agricultores por sus créditos, desarrolló más de 100 “Alianzas Productivas” entre productores y grandes empresas para la comercialización de sus productos, y aumentó la asistencia técnica de 80 mil a más de 150 mil pequeños agricultores.
Posteriormente, retomó la presidencia de la SNA entre 2017 y 2021. Casi al término de dicho periodo, en entrevista con Carolina Undurraga, señaló: “Estoy a 17 días de terminar mi última gestión gremial y creo, con mucho orgullo y satisfacción, tener el deber cumplido”.
LA VISIÓN DE UN COMPAÑERO DE RUTA Y AMIGO
Luis Schmidt, quien compartió con Ricardo Ariztía innumerables experiencias en Fedefruta, la SNA, en China siendo embajador y director de Indap, respectivamente, pero también como un amigo, hace una semblanza cercana:
“Siento un gran dolor. Yo lo conocí hace muchos años atrás, siendo él presidente del grupo de transferencia tecnológica que teníamos nosotros en Talagante. Compartimos miles de vivencias y anécdotas. Ante la crisis del cianuro tomó la representación de los productores de Fedefruta e hizo un brillante papel. Compartimos enorme cantidad de batallas gremiales en esa organización y en la SNA. Tenía una gran visión de futuro y una gran visión empresarial. En la Confederación de la Producción y del Comercio actuó a nivel país. Trabajamos en el gobierno del presidente Piñera, él en Indap y yo como embajador. Llevamos adelante un programa muy exitoso de bombas de agua hechas en China impulsadas con energía solar para sectores del agro sin electricidad. Desgraciadamente hoy se nos va un grande de la agricultura, pero también un hombre íntegro, un hombre de campo, empeñoso, con gran amor por su país y por su familia, a la cual se volcó en estos últimos años”.