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Oportunidades de mercado sobre la base de portainjertos

Sandías y melones de última generación

Un día de campo acerca de variedades y portainjertos para sandía y melón, organizado por Bayer CropScience Vegetable Seeds, con su marca de semillas Nunhems, dio cuenta de las tendencias de ambas cucurbitáceas en nuestro país. En sandías se está abriendo el abanico de posibilidades, incluyendo la de comenzar la cosecha a inicios de noviembre para competir con las importadas, y la de entregar productos adaptados al procesamiento para venta “ready to eat”. El melón se incorpora al mundo de las plantas injertadas, gracias a patrones que ya no afectan el sabor de la fruta.

04 de Abril 2017 Equipo Redagrícola

Eugenio Lártiga, Account Manager de estas especies para Sudamérica, destacó que el objetivo de la actividad fue dar a conocer “la genética de vanguardia, disponible hoy en países de horticultura avanzada, como son los de Europa, EE.UU. y Australia”. En un rubro donde el uso de plantas injertadas ya ha sido adoptado ampliamente, como es la sandía, se mostraron portainjertos que constituirán opciones probablemente dentro de los próximos años.

Día de campo

–El 75% de la sandía que se produce en Chile –estima Lártiga– se destina a la época de plantación temprana, para cosechar desde noviembre hasta la primera quincena de enero. La precocidad es muy importante y, dado que permite esa condición, el patrón Macis ha pasado a ser líder. Como llevamos ya 4 a 5 años con él, pensamos que más adelante podría llegar la oportunidad de usar otros portainjertos, los cuales, aunque generan plantas menos precoces, ofrecen un mejor paquete de resistencia a enfermedades.

Todos estos patrones pertenecen a la familia de las cucurbitáceas, pero mientras Macis corresponde al género Lagenaria, los otros forman parte del género Cucurbita (zapallo).

La introducción de los portainjertos, explica el profesional, trajo consigo un avance en cuanto a calibres y calidad interna del producto, al mismo tiempo que impulsó los rendimientos. Asimismo, dio la seguridad de poder cosechar (con un manejo apropiado) en una especie donde el monocultivo estaba llevando a un escenario de incertidumbre para las plantas francas. Hoy cada vez más productores los prefieren, aun cuando su costo sea mayor.

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TENDENCIAS MODERNAS: SIN PEPAS, READY TO EAT, PARA FAMILIAS POCO NUMEROSAS

Las novedades no solo se refieren al uso de plantas injertadas. Están surgiendo nuevas alternativas comerciales, y aunque la tradicional sandía de gran tamaño y cáscara rayada sigue siendo la de mayor demanda, la familia urbana moderna, con menos integrantes y menos tiempo disponible, está abriendo espacios para frutas de menor tamaño y en presentaciones de rápido consumo. El concepto de mercado está cambiando, razón por la cual, junto a los agricultores y viveristas, el día de campo integró la participación de la cadena completa, incluyendo representantes de supermercados y de la industria procesadora.

Entre los productos especiales que se presentaron, hubo variedades con frutos de menor tamaño y de una precocidad que les permite salir a fines de octubre y competir con las importaciones del Perú. Otro ejemplo fueron las sandías sin pepa, “superseedless”, con una pulpa densa y firme, particularmente adaptadas al corte y envasado, orientadas a venta en los anaqueles listas para consumo (ready to eat). También se expusieron sandías redondas sin semillas, con cáscara uniforme de un verde oscuro, para compradores que buscan experimentar.

EL PAGO DE LA DEUDA DE LOS PORTAINJERTOS EN MELÓN

“En melón hay una deuda pendiente”, reconoce Eugenio Lártiga, refiriéndose al uso de plantas injertadas en esta especie. Al parecer la deuda se encuentra a punto de ser saldada. El desarrollo ha comenzado con melones tipo Honey Dew (melón tuna), según indicó en su exposición el ingeniero agrónomo Luis Alberto Farías. Al darse cuenta de que los agricultores en sus campos estaban perdiendo un porcentaje importante de sus melones, agregó, la semillera decidió incorporar el uso de portainjertos para aportar tolerancia a enfermedades, uniformar los calibres, aumentar la calidad y firmeza, extender y asegurar el periodo de cosecha, evitar problemas de rotación y mantener la vigencia comercial de variedades con susceptibilidad a caídas.

El portainjerto Shintosa Camelforce (un híbrido del género Cucurbita) ha mostrado un buen comportamiento con melones, debido a su buen desarrollo de raíces, adaptación a distintos tipos de suelo, resistencia a Verticillium y Fusarium. Las pruebas han arrojado compatibilidad con distintas variedades. Una de las limitaciones que dificultaban hasta ahora el uso de patrones en melón fue el cambio del sabor de la variedad. De acuerdo a Luis Alberto Farías, el problema ha sido superado. Las variedades con las que mejor se ha comportado Shintosa Camelforce desde el punto de vista organoléptico son Dolce Crema, Nun de Miel y Salgari. “Hicimos una mesa de degustación con distintos materiales, francos e injertados, y estamos contentos con los resultados, que vamos a publicar muy pronto”, puntualizó Farías.

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PULPA CON MAS CRUNCH Y FIRMEZA PERMITE UNA FRUTA VIAJERA

Uno de los plus que ofrece la genética con mejoramiento convencional en melones es que tengan una mejor conservación. De hecho, existen cultivares de melón tipo Cantaloupe (calameño) que pueden durar más de 15 días después de cosechados. Y, al igual que en sandía, también los consumidores parecen estar abriéndose a nuevas posibilidades:

–Los supermercados –destaca Eugenio Lártiga– estuvieron todo el invierno importando desde Brasil distintos tipos de melones, con un comportamiento interesante, a menor escala. Yo creo que vale la pena seguir una línea en que cada empresa o cada agricultor pueda ir especializándose en un producto que le permita diferenciarse en el mercado y alcanzar un valor mayor.

Entre los aspectos que se resaltaron durante las charlas, están las variedades que cambian notoriamente de color al madurar, lo que facilita la decisión del momento de cosecha. También se dispone de melones de aroma intenso, característica que en algunos mercados es un factor de decisión para la compra de la fruta. Otras cualidades que se están incorporando en el mejoramiento genético convencional son una cavidad seminal pequeña, una cáscara delgada, un color de pulpa atractivo, un alto tenor de azúcar. También se está avanzando en lograr pulpa más firme, con más “crunch”, melones capaces de viajar muchos kilómetros. Son materiales que están siendo pensados para llegar a Asia, capaces de viajar 40 días, indicaron los especialistas.

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