Renovando el Compromiso con la Sostenibilidad
El Consorcio I+D Vinos de Chile presentó los lineamientos de su trabajo por los próximos seis años y dio a conocer el nuevo logo de su Código de Sustentabilidad, en una actividad realizada en el Museo Casa Colorada. En la ocasión se valoró también la denominación de Santiago como ciudad OIV, reconocimiento otorgado por la Organización Internacional de la Viña y el Vino por su aporte a esta institución.
El jueves 27 de junio marcó un nuevo hito para el sector vitivinícola chileno. En un evento realizado en el Museo Casa Colorada en el centro de Santiago, el Consorcio I+D Vinos de Chile, que cuenta con el apoyo de Corfo y representa al 95% de las exportaciones de vino embotellado del país y más del 50% de la producción de uva vinífera, hizo el lanzamiento de un nuevo ciclo en su labor en pro de la sostenibilidad del rubro, el cuidado del medio ambiente, las comunidades y las personas.
La jornada fue encabezada por Mario Pablo Silva, vicepresidente de Vinos de Chile y presidente del Consorcio, y por Patricio Parra, gerente general del Consorcio I+D Vinos de Chile. Contó con la participación de empresarios de la industria, ejecutivos de Corfo y de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler.
Esta nueva etapa nace de la adjudicación por parte de esta entidad de la Convocatoria de Consorcios Tecnológicos 2023, realizada por Corfo, con el proyecto “Integración de Herramientas para Mejorar la Competitividad de la Vitivinicultura Nacional con un Enfoque de Sostenibilidad”, de 72 meses de duración y coejecutado con la Pontificia Universidad Católica de Chile. Le permite al Consorcio I+D Vinos de Chile seguir impulsando sus cuatro líneas de trabajo: administración y transferencia, Sistema de Mejoramiento de la Calidad del Viñedo, Código de Sustentabilidad, escalamiento y desarrollo de un sistema para el monitoreo fitosanitario para el control sustentable del oídio.
“No existe una mejor alianza que la público-privada para desarrollar proyectos de innovación y desarrollo. Cuando los negocios no están bien, como lamentablemente le está pasando a la industria del vino, en lo que se deja de invertir en las empresas es en aspectos como marketing y proyectos de investigación, ya que hay que sobrevivir. Pero gracias al apoyo público, los privados pueden seguir en un proceso como el que estamos teniendo”, comentó Mario Pablo Silva.
Certified Sustainable.cl
Durante la jornada se hizo la presentación de la nueva imagen del logo de Sustentabilidad del Sector Vitivinícola Chileno, que destaca por su versátil aplicabilidad, la preponderancia del color verde y el destacado posicionamiento de la figura de Chile y sus montañas.
Bajo el convencimiento de ser ambientalmente amigable, económicamente viable y trabajar con una mirada social, en 2010 la asociación Vinos de Chile, a través del Consorcio I+D Vinos de Chile del cual forma parte, comenzó a implementar uno de los primeros códigos de sustentabilidad para la viticultura a nivel mundial, logrando certificar a las primeras 11 viñas al año siguiente en el manejo de sus viñedos. “Este es un tema que tiene que estar. Es parte del sistema de vida y de cómo queremos mirar el futuro”, señaló Pedro Pablo Silva.
Se trata de un estándar voluntario, que no se restringe a los socios de Vinos de Chile, que tiene como objetivo guiar al rubro hacia la producción sostenible, ayudándoles a las empresas mejorar su gestión por medio del cumplimiento de ciertos requisitos. En la actualidad, está vigente su quinta versión, que permite, entre otras ventajas, la certificación de pequeños productores.
El Código incluye guías para la gestión técnica en cuatro áreas: el manejo sustentable de los recursos naturales y la biodiversidad de los viñedos (área verde); la gestión del agua, la eficiencia energética, el reciclaje y la prevención de la contaminación en la bodega y en la planta de embotellado (área roja); la parte social (área naranja) en aspectos como la seguridad y las condiciones laborales de los trabajadores, la relación con las comunidades cercanas y la responsabilidad con los clientes; y un área de Enoturismo Sostenible (morada) vinculada a calidad del servicio, respeto por el medio ambiente y vínculos con el entorno.
“El Código, más que un estándar, es una herramienta de transferencia tecnológica. Cada proyecto que nosotros desarrollamos contribuye a mejorar los requisitos del Código de Sustentabilidad. Nuestro Código integra una guía en temas de sustentabilidad, basados en los resultados de nuestros proyectos. Eso nos asegura su aplicabilidad”, sostuvo Patricio Parra.
De esta manera, aquellas viñas que cumplan con los requisitos del Código, pueden colocar en sus etiquetas el nuevo logo, que les permite a los consumidores identificar a aquellas que se encuentran certificadas oficialmente, mostrándoles el compromiso de esta industria con la sostenibilidad. En la actualidad, hay 90 viñas certificadas, que representan más del 80% de las exportaciones de vino embotellado.
Es un logro reconocido a nivel internacional, destacado durante la jornada por el presidente de la OIV, John Barker: “El sector vitivinícola chileno tiene desde hace mucho tiempo un compromiso sincero con la sostenibilidad. Es muy alentador ver que este trabajo entra en una nueva fase, porque la sostenibilidad es más importante y urgente que nunca para el sector vitivinícola. Es una responsabilidad, una obligación y una necesidad. Primero, porque el cambio climático nos está mostrando muy vívidamente la necesidad fundamental de reducir nuestro impacto medioambiental. Segundo, porque cada vez, de manera más clara, la sostenibilidad social y económica del sector está estrechamente ligada a la sostenibilidad medioambiental. Y tercero, porque el mercado lo exige: quienes consumen vino como producto discrecional e incluso de lujo, quieren saber que no están contribuyendo a los impactos negativos”.
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