Reportajes . ...

Comparte

Complejo Agroindustrial Beta y su desarrollo del arándano en Ica

Recetas que tienen impacto en el presente del cultivo

Con un ritmo de 100 hectáreas (ha) nuevas de arándanos al año, Beta refuerza su liderazgo en Ica y proyecta estar camino a las 700 ha para 2026. A diferencia de la uva de mesa, se trata de un cultivo de ‘fácil manejo’, según cuenta Miguel Abregú, gerente agrícola sur de la compañía. Con una campaña positiva, la gestión de la mano de obra es un factor clave para sostener su ambicioso crecimiento.

13 de Febrero 2025 Marienella Ortiz
Recetas que tienen impacto en el presente del cultivo

El arándano es un cultivo noble, siempre y cuando se respeten la química del agua y la de los suelos. Así lo reflexiona Miguel Abregú, Gerente Agrícola Sur de Complejo Agroindustrial Beta, tras cinco años liderando la producción de este fruto en el valle de Ica. Con esa visión, la empresa cerró el 2024 con 469 ha en producción y tiene un ambicioso plan de expansión que busca sumar 200 ha adicionales para alcanzar las 669 ha en 2026, consolidando su liderazgo en la región.

Con décadas de experiencia viendo crecer el cultivo de uva de mesa en el valle de Ica, Abregú asegura que manejar el arándano no es complicado, siempre y cuando se realicen las inversiones necesarias para cumplir con los requerimientos de química de agua y suelo que este cultivo demanda.

“Si manejas correctamente la conductividad eléctrica y la salinidad, no deberías tener problemas, salvo por factores externos. El medio donde se desarrollan las raíces debe mantenerse con una salinidad por debajo de uno, y el pH entre 5,5 y 6. Todo funciona bien si respetas esa química en el manejo del cultivo”, explica.

Miguel Abregú, Gerente Agrícola Sur de Complejo Agroindustrial Beta.

Cuando empezaron con la Ventura hace cinco años, el cultivo se instaló en suelo, pero este concepto cambió y ahora todo lo nuevo se hace en contenedores tanto porque han observado mejores resultados en productividad y calidad como porque las casas de genética en muchos casos así lo exigen.

“La gente que nos vende la genética nos pide que sea en maceta, que no sea en suelo. Cuidan su variedad, porque es verdad: el suelo se puede apretar y luego voy a decir que esa variedad no me sirve. Y tengo un falso juicio”, dice. El hábitat del arándano es un suelo suelto, mejor dicho, un suelo arenoso, explica. “El arándano tiene raíces muy fibrosas, parecieran pelos absorbentes. Si bien tiene una raíz principal, tiene muchos pelos absorbentes que les cuesta explorar. Entonces, necesitan un suelo muy suave”, dice.

Cuando aún no habían decidido ir por los contenedores, comenta que encontraron una fórmula adecuada para mantener una raíz saludable del arándano en el suelo, mediante camellones y sustrato. “En las 360 ha que están en suelo, hemos aplicado 300 m3/ha de chip de pino. Hay empresas que vienen con los troncos de pino en un camión y ponen una ´chipiadora´ y te entregan los chips. Lo revolvimos en los suelos -previamente seleccionados en función a que sean menos arcilloso, más arenosos-. Todo esto fue necesario porque el arándano necesita crecer en un medio ácido”, apunta. Luego de mezclar el chip de pino, se aplica 150 kilos de azufre y se riega, agrega.

¿Qué va a pasar con ese chip de pino que es un pedazo de madera, entre comillas dura, en el camellón? En presencia de agua, explica Abregú, empieza a descomponerse y genera acidez. En la costa del Pacífico, los suelos suelen ser alcalinos, arriba de 7 a 7,8 de pH. “Al poner los pedazos de pino se demora en degradarse y va liberando acidez. Ya tenemos cinco años y el chip no se ha terminado de descomponer completamente”, indica.

Actualmente, 361 ha de los arándanos están en suelo, pero todo lo demás se comenzó a colocar en contenedores.

ÓSMOSIS INVERSA, NECESARIA PARA TRATAR EL AGUA DE RIEGO

Otro factor de estrés que se debe evitar en la planta, tiene que ver con la química del agua. El arándano no tolera cierto nivel de salinidad en el agua, solo hasta 1 de CE. Toda el agua que se extrae del subsuelo de los pozos y que riega el arándano es tratada por ósmosis inversa. “A diferencia de otros ríos que corren desde el este y desembocan en el mar en el oeste, el rio de Ica corre de norte a sur, es decir va paralelo al mar. El valle se ha formado en la ribera del río. Entonces, nosotros le llamamos el norte a la parte alta del rio y el sur en la parte baja, donde nosotros estamos. En la parte norte, hay agua dulce, riegas con esos pozos y están en el 0,8 CE. En cambio, en la zona del sur estás con 1,8 a 2,2 de CE, que se expresa en miliSiemens/cm (mS/cm)”, explica.

En los pozos en el fundo de Beta, el agua de pozo tiene 4 mS/cm a 1,6 mS/cmm cuando el arándano aguanta menos de uno. Con la ósmosis inversa, señala que obtienen agua de 0.03 mS/cm. “Es prácticamente agua de botella para consumo humano”, destaca. Adicionalmente, refiere que la misma máquina te permite bajar la acidez del agua a 6 o 5,5 de pH. Entonces, riegas con un agua ligeramente ácida y libre de sales, explica.

Con la ósmosis inversa, explica que ingresan 33 litros y la máquina entrega 25 litros de ‘agua de botella’ y se pierde un 20% de salmuera. En total cuentan con siete máquinas de la marca Relix, que es una tecnología israelí, para la ósmosis inversa y proyectan seguir adquiriendo más ahora que crecerán en extensión. Prefieren trabajar con 0,03 de conductividad, según señala, porque ya los nutrientes en el fertirriego incrementan la salinidad del agua. “Tengo que manejarme entre 0,9, 1, 1,1 de conductividad. Si se dispara por encima de 1,1 mS/cm, debemos lavar la planta, mediante un riego de pura agua. De esta manera, se baja la conductividad del medio donde se están desarrollando las raíces”, dice.

El cultivo de arándano es noble siempre que se respeten los requerimientos de química de agua y suelo que este cultivo, según destaca Abregú.

LOS FACTORES EXTERNOS

Una vez que se cumplen los requerimientos químicos del cultivo, Miguel Abregú señala que los factores externos también juegan un papel importante en el valle de Ica. Uno de ellos es el clima, con temporadas frías y períodos de calor extremo. “La ventaja de Ica es que no llueve y las temperaturas no presentan cambios drásticos”, destaca. Sin embargo, un desafío persistente es el creciente requerimiento de mano de obra en una región que, desde hace años, experimenta pleno empleo, lo que genera inquietudes para sostener el ritmo de crecimiento agrícola.

“Cuando es un año de Fenómeno El Niño, en Ica tenemos un invierno un poco más tibio, pero no me golpea en la productividad. Por ejemplo, el 2023, tuve en Ica un invierno bastante primaveral. En los meses de julio, la mínima baja a 7°C u 8°C, pero con El Niño estuvo entre 12°C y 11°C. ¿Qué pasa cuando hace mucho calor? En el norte, por ejemplo, deben enfrentar el calor más la lluvia, entonces la planta se tropicaliza, crece mucho en hojas y deja de hacer órganos que te dan frutas, como son las flores. Los del norte deben tener un manejo muy especial, deben despuntar para que no se vaya hacia arriba la planta ahí y aguantar un poco la nutrición”, comenta.

En el sur, el principal desafío es manejar el incremento de la temperatura. “Si el follaje está creciendo demasiado, se restringe el nitrógeno. Este es un nutriente que favorece el desarrollo del follaje. Si buscas vigor o aumentar el Brix, trabajas con potasio.
Para mejorar las raíces, utilizas fósforo. Cada nutriente tiene su momento adecuado de aplicación. La clave es equilibrar la planta para evitar un exceso de follaje que resulte en una baja producción de fruta. Ese manejo ya lo hemos aprendido, y por eso un fenómeno como El Niño no nos afecta tanto como en el norte. Es por eso que muchos que son del Norte quieren venir para acá”, explica Abregú.

La Sekoya Pop fue sembrada en el 2023 y este año será su primera cosecha comercial.

UNA CAMPAÑA POSITIVA

“En los arándanos ya terminamos la campaña. Nos ha ido bien”, sostiene Abregú en una visita a los huertos, a fines de diciembre. De las 469 ha en Ica, en su última campaña estuvieron 361 ha en producción. El resto de plantas entrarían recién a cosecha este 2025. A la espera que esto ocurra, la empresa ya se proyecta hacia el futuro con una mayor expansión.

Este año, planean sumar 100 ha más de la variedad Mágica, alcanzando cerca de 600 ha. Para 2026, la expansión continuará con otras 100 ha con una variedad aún por determinar. “Nuestra meta es seguir creciendo de manera estratégica, combinando genética, tecnología y sostenibilidad”, afirma Abregú.

Si observamos por variedades, los campos actuales en el Fundo Santa Margarita, ubicado en el kilómetro 320 de la Panamericana Sur, cuentan con 259 ha de Ventura, 102 ha de Sekoya Pop más 108 ha de Mágica. Hace tres años eliminaron 1.000 ha de espárragos y aún tienen 500 ha libres que se destinaran a la expansión del arándano, aunque también planean plantar este año 150 ha de uva de mesa.

En el norte, Beta estableció sus primeros cultivos de arándanos, pero en Ica la expansión ha tomado fuerza recientemente, gracias a un manejo más consolidado del cultivo. La variedad Ventura, con la que iniciaron en Ica hace cinco años, produce un promedio de 25 toneladas por hectárea (t/ha). Por su parte, la Sekoya Pop, que está en su segundo año de producción, alcanza entre 15 t/ha y 17 t/ha, con un promedio de 16 t/ha. “Estas son plantas jóvenes de Sekoya Pop, ya que se instalaron en febrero de 2023. La primera cosecha fue en julio pasado”, detalla Miguel Abregú.

En cuanto a Mágica, Beta comenzó con un ensayo inicial de 2,5 ha. Al obtener resultados prometedores, decidieron expandir su cultivo, sembrando 50 ha adicionales en mayo de 2024 y otras 50 hectáreas a finales del mismo año.

Como Beta, comenta que en diciembre estaban preparando el terreno para probar una nueva variedad, pues una práctica común ir explorando la nueva genética.

Plagas y enfermedades

En el valle de Ica, la presión de plagas y enfermedades en los arándanos es manejable, según explica Miguel Abregú. Sin embargo, algunas plagas como el trips se han incrementado, afectando tanto a los arándanos como a las uvas. Este insecto diminuto, de apariencia similar a una pequeña pulga blanca, utiliza su aparato bucal picador-chupador para alimentarse de las partes más tiernas de la planta. “Cuando el trips molesta a las flores, afecta directamente a la futura fruta. Si descuidas las flores, no tendrás frutos”, detalla Abregú.

En el último año, también apareció un coleóptero barrenador de madera conocido como Neoclytus. Este insecto excava pequeños orificios en la madera de las plantas, avanzando internamente hasta que la planta muestra signos de deterioro. “Nos dimos cuenta durante la poda, cuando algunas ramas presentaban galerías internas. Actuamos rápido, aplicando tratamientos al pie de planta, y logramos controlarlo. Desde entonces, no lo hemos vuelto a ver”, comenta.

En cuanto a enfermedades, la Botritis representa una preocupación durante la floración, aunque su impacto es menor debido al clima seco de Ica, que reduce la presión de enfermedades. Las aplicaciones preventivas permiten manejarla de manera eficiente.

¿QUÉ BUSCAN EN LA NUEVA GENÉTICA?

Hay cinco condiciones importantes que debe cumplir un arándano para que la empresa crezca en extensión, explica. La primera es la firmeza, que sea un fruto firme, que te permita llegar a destinos distantes, como China. Otra condición es la productividad, que tenga buenos kilos por hectárea. Lo siguiente son el color, sabor y tamaño. “No haces nada teniendo productividad con una fruta que no gane sabor, que sea algo ácida; no va a ser aceptada. Tampoco si el color no cierra totalmente”, detalla.

En especial, destaca que la variedad debe ser de preferencia más grande y más firme. “Para entender la importancia de estas dos características, tomemos como ejemplo la variedad Ventura. Si la cosechas un día de septiembre, cuando el clima está templado, puedes regresar seis días después para realizar otra pasada. Sin embargo, a medida que aumenta el calor entre octubre y noviembre, con máximas de 31 °C o 32 °C y mínimas de 16 °C o 17 °C, ya no es posible esperar seis días; el retorno debe hacerse al cuarto día. Si esperas hasta el sexto día, la fruta estará blanda”, explica.

En cuanto a la frecuencia de cosechas de la Sekoya Pop, explica que en septiembre es posible recolectar la fruta al día 11. Sin embargo, durante períodos de calor, este intervalo se reduce a siete días para garantizar que la fruta mantenga su firmeza. Por otro lado, la variedad Ventura, al ser menos firme, resulta más costosa de manejar, ya que requiere mayor mano de obra y un envío más rápido a los mercados para preservar su calidad.

Igualmente, en el tema del tamaño, con menos frutos se hace más kilos, menciona. Por ejemplo, la Sekoya Pop es una fruta grande que cuando arranca en julio-agosto, pesa entre cuatro o cinco gramos, claro que luego pierde peso cuando avanza la temporada.

En esa lógica, considera que tiene buenas perspectivas la Mágica, pues ha demostrado ser bastante productiva, de buen tamaño y firme. “Ya tenemos algunos ensayos que nos han demostrado eso y eso nos hace ir a la vanguardia de las variedades. Vamos evolucionando en razón de la genética”, apunta.

El año pasado demandaron 2.300 trabajadores para las labores en el campo y, este año, estiman que la necesidad será de 3.000 personas.

EL PERMANENTE RETO DE LA MANO DE OBRA

Otro gran factor detrás del éxito del cultivo es la mano de obra. “En el arándano se necesita gente. Todas las labores son manuales”, refiere. En la última campaña, la empresa necesito 2.300 personas para las labores en campo, aunque aún para la uva de mesa siguen requiriendo el mayor número de jornales: en diciembre, necesitaron en la cosecha de 4.500 personas.

Actualmente, Beta debe captar personal de regiones distantes como Puno o Cajamarca. “Nuestra área de recursos humanos analiza el plan de producción con un año de anticipación y planifica las necesidades mes a mes. Contamos con un espacio donde alojamos a los trabajadores, ofreciéndoles comodidades básicas y áreas de recreación. Además, les proporcionamos desayuno, almuerzo y cena, lo que les permite ahorrar y regresar a sus hogares con su ingreso completo”, explica Abregú.

Agrega que una de las ventajas de Beta es que, prácticamente todo el año, cuentan con un grupo casi permanente de trabajadores, compuesto por unas mil personas. Para este 2025, estima que necesitaran unas 3.000 personas en el arándano.

Con una expansión sostenida y un enfoque en nuevas variedades genéticas, la empresa seguirá explorando soluciones para mantener su competitividad en un negocio tan exigente como el arándano.

La poda: clave para el equilibrio

A fines de diciembre concluyeron la primera poda de la temporada, conocida como poda de formación. Según cuenta Abregú, esta se realizó a una altura de 15 a 20 centímetros, con el objetivo de estimular la mayor cantidad de brotes posibles y preparar la planta para la primera cosecha.

“El objetivo es que la planta tenga entre 20 y 25 brotes del mismo tamaño, distribuidos uniformemente, para garantizar fruta en todas sus partes. Si realizas una poda larga, se genera lo que llamamos dominancia apical, donde un brote principal domina sobre el resto, retrasando su desarrollo. Esto resulta en una planta desequilibrada y menos productiva”, explica Abregú.

 

Suscríbete a nuestro

Newsletter

newsletter
Select your currency

NEWSLETTER

Gracias por registrar tu correo

Registrate

* indicates required
Newsletters