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La tendencia, cada vez más, hacia lo sostenible

¿Qué hay de nuevo en la industria del packaging?

La industria hortofrutícola global es consciente de que deben ofrecer sus productos en envases sostenibles. Y no son pocas las que están propiciando un cambio que también se está dando en empresas de América Latina que, con la pandamia del Covid-19 se han dado cuenta de que el consumo de alimentos envasados ha ido en aumento, una tendencia que, todo parece indicar, seguirá creciendo.

11 de Noviembre 2020 Rodrigo Pizarro Yáñez
¿Qué hay de nuevo en la industria del packaging?

Desde 1950 hasta nuestros días ha aumentado veinte veces la producción de plástico en el mundo, para llegar a los 300 millones de toneladas que se producen en la actualidad, cada año. De ellos, un tercio, es decir, 100 millones de toneladas se emplean para la fabricación de packaging. Sin embargo, no todos estos envases y embalajes se fabrican en este material, porque hay que añadir el papel y cartón, que representan unos 100 millones de toneladas cada uno de ellos.

El Dr. Humberto Palza, investigador académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, de la Universidad de Chile y director del Núcleo Milenio en Metamateriales Mecánicos Suaves e Inteligente, especialista en nanotecnología y materiales inteligentes sostiene que, al momento de hablar de un packaging sustentable, lo primero en lo que nos deberíamos centrar es en el origen de este. El papel y el cartón son íconos de lo que puede ser sostenibilidad, en cuanto a origen y recircularidad. “Tenemos una celulosa que viene desde una plantación forestal. De la celulosa se hace la pulpa y con la pulpa hacemos el cartón y el papel, con el cual se fabrica el packaging. Este tiene una vida útil y lo podemos volver a recircular. Hay problemas de degradación, pero se puede volver a circular. Y se tiene la noción general, de que si la reforestación está muy bien diseñada, este monocultivo no generará mucho daño”, explicaba durante el evento organizado por PMA  ‘Packaging Sustentable para fruta fresca de exportación: Desafíos post pandemia’.

PAPELES Y CARTONES

Así es como aparece el cartón como el gran material que lidera el concepto de sostenibilidad. Sin embargo, la producción de papel y cartón está asociada a la contaminación, según precisa Plaza, “ya que hay un uso intensivo de un recurso natural que es la tierra. Por lo tanto, no siempre garantiza la regeneración. Si eliminamos el plástico, lo queremos reemplazar por celulosa, es decir, por cartón o papel, pero no está muy claro cuál es el impacto que va a tener eso sobre las plantaciones, sobre el uso de tierra y sobre la contaminación”. Y es que en la producción de papel hay un proceso químico involucrado, pero muy normado y controlado.

Si bien el papel y el cartón son materiales que se emplean para ciertas aplicaciones, no suplen todas las necesidades porque, por ejemplo, para empacar agua u otros líquidos, lácteos e incluso frutas y hortalizas, se emplea plástico. “Es una tendencia en los últimos cuarenta años, que se ha dado por razones económicas y de comodidad”, precisa el especialista, sobre un material que ha ganado un espacio en el empaque de alimentos, frutas y verduras.

Sin embargo, casi el 99% de los plásticos no son biodegradables ni compostables. “Eso, los consumidores lo asocian a que no son sustentables”, afirma y agrega que a ello también está el tema de contaminación, por ejemplo, de plástico que hay en los mares. Ante esto, surge la pregunta, ¿qué es un plástico sustentable? “Un plástico será sustentable cuando su materia prima es sustentable y renovable. Entonces, ojalá no sea una fuente fósil, sino que provenga de una fuente natural. Otros podrían decir que debe ser compostable y para los más exigentes debiera ser un plástico que no debe tener ningún problema de sustracción: es renovable, no tiene problema en el desecho, ocupa muy poca energía y no contamina”, explica.

EL BIOPLÁSTICO

Así es como ha surgido el concepto de bioplástico, que es biodegradable, sustentable y compostable. Eso ocurre cuando se modifica el origen del plástico, que ya no es el petróleo, sino, por ejemplo, un cultivo, como puede ser el maíz. Es lo que se llama plástico biobasado que, en su gran mayoría, son iguales que un plástico normal, la única diferencia es que su origen es sustentable de alguna manera. “No nos soluciona el problema del deshecho, ya que podría venir del cultivo del maíz y no ser biodegradable ni compostable”, explica el Dr. Palza. Y en diferentes países hay ejemplos de productos como el biopolietileno y el biopet.

Un concepto distinto es el del plástico biodegradable que, curiosamente puede venir del petróleo, pero que se puede biodegradar. Además, está el plástico compostable, que se degrada biológicamente produciendo dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y biomasa; sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles.

Pero, ¿qué es mejor: una bolsa de plástico o una bolsa de cartón o de papel? En términos de la energía que se emplea para su fabricación y la contaminación que generan estos materiales, se podría concluir que el plástico es más eficiente, sustentable y contamina menos. “La fabricación de elementos de papel consume más energía y contamina más que el plástico. Al final, todo genera un impacto, consecuencias positivas y negativas”, sugiere.

MÁS ALLÁ DEL MATERIAL DEL PACKAGING

Sin embargo, además del material, se debe tener clara la función que cumple el packaging que, en el caso de los alimentos es asegurar la calidad y la inocuidad alimentaria, además de extender la vida del producto, minimizando sus pérdidas. Así, por ejemplo, hay estudios que han concluido que una uva de mesa aumenta en diez veces su vida útil gracias a un buen diseño del packaging, lo mismo que un zapallo italiano, que puede extenderla hasta cinco veces.

Si la misión de un pacakging es proteger y preservar, ¿qué ha ocurrido durante la pandemia del Covid-19? En tiempos donde lo que más interesa es proteger y preservar, ha habido un exceso en el consumo de plástico, que es el mejor material para proteger, según precisa Plaza. “Ha hecho que la demanda crezca y, además, desde el punto de vista positivo, ha permitido que ciertos sectores de la economía sobrevivan a través del alimento, que necesita un buen packaging para su transporte”, explica. No es un misterio que durante la pandemia ha crecido el consumo de alimentos envasados en países como EE UU, Reino Unido, Francia e Italia. ¿Seguirá de esta forma? Todo indica que sí, por lo menos, por un tiempo más. “Antes del Covid-19 una de las grandes tendencias que hay en packaging, a nivel de innovación y de desarrollo tecnológico, tiene que ver con los empaques antimicrobianos, por el tema de la contaminación y porque ayuda a extender de la vida útil del alimento. El Covid-19 potenciará un poco más este tipo de desarrollos, dando impulso a investigar esto, los empaques antimicrobianos y, en particular, antivirales”, finaliza.

 

Una Pink Lady ‘ecológica’

 El club de manzanas Pink Lady® anunció recientemente el lanzamiento de nuevos envases 100% ecológicos, fabricados en cartón, que cuentan con la certificación FSC. Se trata de una gama de envases reciclables, compostables o biodegradables, que están disponibles a partir de la campaña 2020/21. Concretamente, apostará por bandejas de cartón para las marcas Pink Lady® Bio y Crip’s® Bio; y bandejas de cartón en una selección de marcas europeas y uso generalizado de películas expandibles y flowpacks de compost doméstico para las marcas Pink Lady® y Pinkids®.

 

Los supermercados también cambian

La cadena francesa Carrefour anunció que a partir de otoño (en el hemisferio norte) las frutas y verduras en sus tiendas serán envueltas en bolsas de papel kraft y bolsas de algodón dejando atrás a las bolsas de bioplástico (o de origen biológico) que, si bien están compuestas en gran parte de materia vegetal y teóricamente se pueden convertir en abono en los hogares de las personas, el principal defecto de estas bolsas es que no son reciclables. La cadena alemana Aldi está testeando bolsas 100% compostables para la línea de papas Irish Rooster de 1 kg. Si este ensayo es exitoso, este nuevo envase sería clave para retirar 5 toneladas de envases de plástico no reciclables de las tiendas cada año.  en toda la gama de patatas gallo irlandés de 1 kg de Aldi.

 

Envases libre de plástico

La italiana Brio Mauro Laghi, ha lanzado un nuevo envase que contiene cuatro 4 frutas. Se trata de un envase 100% libre de plástico, que consiste en una bandeja de papel 100% reciclable que no requiere el uso de plástico o film, donde se pueden poner cuatro manzanas de calibre 75/80. En Noruega, Bana ha presentado una bandeja de paltas sin plástico. Hace un tiempo, esta bandeja ya había sido reemplazada por cartón, pero ahora ha sido reemplazado todo el plástico que la redeaba. El nuevo embalaje está hecho de fibras renovables de los bosques escandinavos y es 100% reciclable.

Papel de césped

Hace unos años, la fábrica de papel alemana Scheufelen compitió en los FLIA, los premios de innovación de Fruit Logistica, con un material de embalaje completamente reciclable y biodegradable. El uso de fibras de césped, una materia prima renovable, debería ayudar a reducir el consumo de energía y agua. Las fibras de pulpa convencionales requieren 30.000 litros de agua y 6.000 kW / h de energía por tonelada, en comparación con cero litros y 150 kW / h para las fibras de césped.

 

Envases con extracto de beterraga

Investigadores españoles han determinado que el uso de extracto de beterraga en los envases mejora la conservación de los alimentos. En concreto, han desarrollado un nuevo plástico para comestibles con extractos de esta raíz, que aporta partículas antioxidantes y un mayor filtro de luz ultravioleta, por lo que mantienen mejor el contenido sin necesidad de añadir conservantes artificiales. Estos extractos mejoran la acción del polímero EVOH (Etilen-Vinil-Alcohol), un plástico muy usado en el envasado alimentario debido a sus propiedades barrera que evitan que el oxígeno entre en el envase y retrasan las reacciones de degradación, ofreciendo mayor vida útil al producto. Los científicos han logrado que las películas fabricadas sean más resistentes a la luz ultravioleta respecto al plástico sin aditivar y con propiedades antioxidantes adquiridas.

 

Nature Punnet, para bayas

La española San Lúcar ha lanzado un envase con el cual espera reducir hasta en 200 toneladas al año el uso de plástico, apostando por materiales alternativos que sean más sostenibles y que garanticen una óptima conservación del producto. Fabricado en un 94% con papel FSC (procedente de fuentes sostenibles), se trata de un envase en formato de 125 gramos, que incorpora un film macroperforado que permite la perfecta ventilación de la fruta. Este film se puede reciclar sin problemas al separarse fácilmente del papel. Tras realizar un testeo en Alemania y Austria, en San Lúcar creen que este envase marcará un antes y un después en el envasado de fruta fresca.

DESINTEGRA.ME

El bioplástico creado por Margarita Talep está hecho del agar extraído del alga pelillo. Para darle color trabaja con tintes naturales como la piel del arándano. Tras eso, la cáscara se hierve para que suelte el color, que tras un proceso de tamizado, se añade al bioplástico para obtener diferentes tonalidades. El producto que se consigue tiene diferente grosor y flexibilidad, de acuerdo a las necesidades.

 

 

Para hierbas aromáticas

Kepos 3 es un envase biodegradable y reciclable desarrollado especialmenta para hierbas aromáticas orgánicas, para la producción de la empresa italiana Azienda Ortoflorovivaistica dei Fratelli Simonato.

 

 

 

 

El ejemplo de Tesco en el Reino Unido

En el Reino Unido hay un plan al 2025 de racionalizar todos los materiales de packaging, con el fin de que ese año todos sean elementos reutilizables, compostables o reciclables. En ese sentido, en la cadena de supermercados Tesco, han comenzado el plan ‘Cuatro R’, es decir, reducir, reciclar, reusar o remover; “referido a eliminar todo el material que sea de alguna forma superfluo, y que se puede controlar y se puede reducir”, explica Andrés Hoppe, gerente general de Tesco Chile, resaltaba en el evento de PMA,que dentro de la categorización que tiene Tesco (en rojo, amarillo y verde) como guía para privilegiar materiales con menor impacto en el medio ambiente, llama la atención que los bioplásticos los tienen en rojo debido a que no existe en el Reino Unido la capacidad de hacer compostaje industrial de ese material, terminando como desperdicio.

Las opciones de Hortifrut

Pía Walker, jefe de Sostenibilidad Corporativo de Hortifrut, comentaba en el evento de PMA, que para alejarse del plástico decidieron -hace un tiempo- elaborar un embalaje que fuese 100% de cartón “y creímos encontrar una gran solución. Sin embargo, aunque los clientes lo consideraron interesante como envase, no se veía el producto y a los clientes finales les interesa poder ver lo que están comprando. Entonces, desarrollamos en EE UU un envase que permite ver la fruta, pero el precio para fabricarlo es altísimo y los clientes no están dispuestos a pagar más por el producto. Esto muestra las limitantes con que uno se encuentra en el mercado”.

Buenas prácticas del packaging

Katherine Villegas, gerente de Materiales y Servicios de Subsole, hizo hincapié en el evento organizado por la PMA en las buenas prácticas en el packaging, que establecen especificaciones de calidad. La idea es avanzar en esas materias, “en entender cómo interactúa cada parte del proceso de embalaje de la fruta, con el fin de superar el desconocimiento que se ha detectado entre muchos productores de envases y embalajes, respecto al funcionamiento integral de dicho proceso. La intención es ordenar y entregar -como industria frutícola- respuestas para que los embalajes cumplan con los mismos conceptos de sostenibilidad que se han aplicado a los alimentos”.

 

 

 

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