Jacto, empresa brasileña de soluciones innovadoras de pulverización, fertilización, siembra, poda, cosecha y sistemas para la agricultura de precisión. Presente en más de 100 países, hace más de 50 años llegó al Perú y desde hace cuatro décadas es representada de manera exclusiva por VIDAGRO, especializada en la venta y distribución de maquinaria agrícola.

“Contamos con una variedad de soluciones en pulverización para el agricultor peruano, como equipos desde 1,5 litros hasta los 4.500 litros de capacidad. Traemos tecnología en equipos manuales, a batería y a motor, como también en máquinas tractorizadas de barra, turbina, de pistolas, autopropulsadas y equipos autónomos”, dice André Vinicius Caetano, Administrador Regional de Ventas de Jacto.

Gracias al acuerdo de comercialización con VIDAGRO, cuenta con oficinas en Lima, Ica, La Libertad y Lambayeque, a través de las cuales vende directamente máquinas pulverizadoras tractorizadas y autopropulsadas para apoyar a productores, agroexportadores y empresas de servicios. A esta oferta de productos se suma la venta de pulverizadores portátiles, disponibles por medio de más de 700 distribuidores en todo el territorio peruano.

“Estamos ubicados estratégicamente, para estar más cerca del agricultor, entregándole una rápida atención”, afirma André Vinicius Caetano. Es por ello que, en el mediano plazo, la empresa tiene proyectado ampliar el número de sucursales para atender directamente también en Piura, Arequipa y San Martín.

EFICIENCIA Y TECNOLOGÍA

Desde hace más de 70 años, Jacto es sinónimo de calidad y durabilidad a nivel mundial. Específicamente, en Perú entrega soluciones en fumigación para agricultores pequeños, medianos y también para grandes extensiones de cultivos de agroexportación.

Las máquinas Jacto, sostienen en la empresa, están diseñadas de acuerdo a la tendencia internacional en pulverización. Por ello, estos equipos son más electrónicos, automáticos y autónomos, con el fin de proporcionar mayor eficacia y control.

De esta manera, pulverizan de forma eficiente en cualquier etapa fenológica de los cultivos, entregando una distribución exacta de los agroquímicos para el buen control de las plagas y enfermedades, lo que lleva a mejorar la calidad y productividad. “Los pulverizadores Jacto se utilizan incluso antes de la siembra de los cultivos: el objetivo es prevenir y controlar las plagas y enfermedades, reducir costos, mejorar la calidad y aumentar la productividad”, afirma Caetano.

Con todo, la maquinaria por sí misma no es suficiente para garantizar el éxito de las labores de pulverización. Por eso, afirman en Jacto, debe estar bien calibrada, contar con las boquillas adecuadas para realizar con éxito las aplicaciones y, además, el agricultor tiene que respetar los volúmenes y dosis recomendados.

Para minimizar cualquier error en las aplicaciones, Jacto cuenta con un paquete tecnológico OTMIS para agricultura de precisión, que evalúa las plagas, determina el momento oportuno para la pulverización, y brinda información de rendimiento, área aplicada, volúmenes por área, tiempo y consumo, entre otras características.