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Plan de la U. Católica junto a Corfo:

Programa de mejoramiento genético de frambuesas en Chile muestra sus primeros resultados

De acuerdo a las pruebas, la productividad de estos nuevos desarrollos es de alrededor de un 50% más que cultivando una variedad tradicional como Heritage. Factores distintivos son un mayor tamaño de fruta y su capacidad de más de una cosecha en el año.

14 de Febrero 2022 Equipo Redagrícola
Programa de mejoramiento genético de frambuesas en Chile muestra sus primeros resultados

Miguel Patiño

Por su calibre parecen frutillas pero son frambuesas de desarrollo local, y sus primeras pruebas ya arrojan resultados sorpresivos.

Son productos del proyecto denominado “Nuevas variedades de frambuesa tolerantes a principales plagas y enfermedades, y mejor adaptadas a condiciones de estrés hídrico”. Un largo título para una iniciativa que busca seleccionar y registrar nuevas variedades de frambuesas que presenten una buena adaptación a condiciones de estrés biótico y abiótico (plagas, enfermedades y situaciones de sequía), con el fin de ampliar la zona de cultivo en Chile e incluso otros países. La idea además es mejorar la calidad de la frambuesa tanto para fruta fresca como para fruta congelada.

Este desarrollo genético es realizado por la Universidad Católica (con apoyo de Corfo), que ya ha generado las variedades Santa Clara, Santa Catalina y Santa Teresa, las cuales se están utilizando por más de 350 pequeños agricultores, en especial de la Araucanía.

De acuerdo a Marina Gambardella, Directora del Programa de Mejoramiento Genético de Frambuesas del Consorcio Tecnológico de la Fruta, investigadora y docente de la UC, las variedades Santa Catalina, Santa Clara y Santa Teresa han permitido que muchos agricultores, tanto en Chile como en el extranjero mejoren la producción y por lo tanto la rentabilidad de sus cultivos. “En esta segunda etapa del programa, el desafío fue obtener variedades aún mejores, con características de resistencia a plagas y enfermedades, así como más adaptadas a condiciones de sequía”, dice Gambardella. “Estamos confiados que las nuevas variedades que serán liberadas en los próximos meses, traerán nuevos beneficios a la industria del frambueso, y estamos atentos y disponibles para apoyar a los agricultores en la adopción de estas nuevas frambuesas ‘Made in Chile’”.

De acuerdo a las pruebas, la productividad de estos nuevos desarrollos es de alrededor de un 50% más que cultivando una variedad común como Heritage, y uno de sus distintivos es que están en un mayor tamaño de fruta y capacidad remontante, esto significa que hay más de una cosecha en el año, lo que les permitiría tener cosechas más productivas en comparación con la variedad comercial más plantada, algo muy favorable para el productor, ya que incrementa su cosecha con igual o menor mano de obra, algo muy importante dado el contexto de de escasez de fuerza laboral.

Las variedades ya generadas por el consorcio tecnológico frutícola (así como será también con las nuevas variedades que se generen de este proyecto) son validadas por pequeños productores que pueden acceder a estas variedades. Este nivel es considerado parte del escalamiento de las nuevas variedades ya que deben probarse los planes de manejo de cada genotipo y analizar su comportamiento, incluso analizar los microorganismos que puedan presentarse en la planta.

Estos pequeños productores pueden optar por estas variedades, que son ideales para la agricultura familiar campesina con buena rentabilidad debido a su productividad, permiten más de una cosecha al año y ya registran un gran calibre de fruto.

Pablo Terrazas, Vicepresidente de Corfo, señala que han puesto foco en el fomento al desarrollo de variedades en Chile con sus programas tecnológicos para impulsar el crecimiento de la industria frutícola en el país, para así también contar con variedades 100% chilenas, “que han logrado responder y adaptarse adecuadamente a las condiciones productivas nacionales y los efectos del cambio climático”.

Cabe destacar que -a la fecha-, ya se han registrado 9 variedades nacionales, con nuevas en camino entre las que destacan la uva de mesa, carozos, cerezas y manzanas, además de las frambuesas antes mencionadas.

“Esto demuestra que, gracias a un trabajo colaborativo, tanto las grandes como pequeñas empresas pueden verse beneficiadas a través del uso y el acceso a nuevas tecnologías e innovación, que fortalecen, sin duda, la oferta de la fruticultura nacional posicionando a Chile como un país cada vez más competitivo a nivel mundial”, concluye terrazas.

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