Previo al encuentro internacional de comercializadores de frutas y hortalizas, Fruit Attraction, que se lleva a cabo en Madrid del 8 al 10 de octubre, la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira organizó el conversatorio “Productores Bananeros por un Precio Justo”. Durante el evento, realizado en Santa Marta, pequeños productores, expertos en comercio internacional y líderes sociales de la Zona Bananera visibilizaron la urgente necesidad de acordar con los compradores europeos un precio justo para la fruta, con el fin de proteger la continuidad de estos cultivos y de la industria bananera.

Los espacios de reflexión y análisis que se desarrollaron en el conversatorio se centraron en la actualidad financiera de la industria bananera en Colombia, el costo de la fruta en el mercado internacional y el impacto social derivado de programas sociales gestionados a través del sector bananero.

Los testimonios recogidos en este espacio serán llevados a Europa por Asbama, para ser presentados en la XVI versión de Fruit Attraction, que reunirá a representantes de las industrias frutícolas de todo el mundo. El objetivo es sensibilizar a los compradores europeos sobre la verdadera situación de los bananeros y la necesidad de establecer un precio que refleje la responsabilidad compartida entre productores, comercializadoras y compradores.

En relación con el mercado internacional del banano, el consultor Yerges Rodríguez, con más de 20 años de experiencia en el sector agrícola, profundizó en los múltiples factores que impactan el valor de la fruta y destacó la importancia de actualizar un precio que, al menos para los productores, no genere pérdidas, como ocurre en la actualidad.

El evento concluyó con la intervención del presidente de Asbama, José Francisco Zúñiga, quien planteará esta problemática ante los representantes del mercado europeo: “Consideramos que no se está dimensionando correctamente la realidad que afronta el sector. Enfrentamos retos marcados por la escasez de mano de obra, problemas de seguridad, riesgos fitosanitarios, las exigencias de los minoristas europeos y las dificultades de cientos de fincas a las que no se les reconoce un valor acorde con lo que se exige, debilitando una industria insignia de nuestro país”.