Productividad del agua en vid Pisquera en la Provincia de Limarí
La búsqueda de la maximización de la eficiencia del uso del agua, ha permitido desarrollar estrategias para sobrellevar los efectos de una sequía, y en casos extremos, evitar la pérdida de la inversión en un cultivo o la programación de éstos, de acuerdo al régimen hídrico de la temporada.
Alejandro Antúnez B., Ing. Agr. Ph.D., INIA La Platina
La Provincia de Limarí, en la Región de Coquimbo, se caracteriza por tener escasas precipitaciones, en un rango entre 109 mm (cerca de la costa) y 286 mm (en la zona cordillerana) y una demanda evaporativa anual (Evapotranspiración de Referencia, ETo) en un rango entre 1.100 mm y más de 1.700 mm, en una gradiente de costa a cordillera. En la Región, las precipitaciones durante los últimos años, han presentando disminuciones importantes que afectan fuertemente los volúmenes de agua disponibles para la agricultura.
En esta provincia se cultivan aproximadamente 6.380 ha de vid pisquera, equivalentes al 60% de la superficie nacional cultivada (Censo Agropecuario, 2007). El destino de la producción es principalmente la agroindustria, para la producción de Pisco, elaborado a partir de variedades Moscatel, que entregan aromas característicos a este producto chileno con denominación de origen.
Con el objetivo de evaluar el comportamiento fenológico y productivo de vid pisquera en distintas condiciones climáticas y su relación con la aplicación de agua en la cuenca del rio Limarí, se realizó un estudio enmarcado en el proyecto “Evaluación de los cambios en la productividad del agua frente a diferentes escenarios climáticos en distintas regiones del cono sur”, ejecutado con financiamiento del Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, FONTAGRO (www.fontagro.org).
En este proyecto, en la Región de Coquimbo, se estableció dos ensayos de vid pisquera variedad Moscatel Rosada: uno ubicado en la zona alta del Valle, en la localidad de Chilecito, y otro en la zona baja del mismo, en el sector de la Chimba. Los ensayos se evaluaron durante tres temporadas consecutivas, entre los años 2009 y el 2012. En el Cuadro 1, se presenta las características de ambos sectores y en la Figura 1, se indica la ubicación geográfica de ellos.
Los tratamientos de riego se aplicaron sobre la base de la altura de agua habitual repuesta por los agricultores en cada predio. Se evaluó la respuesta de las vides regadas con el criterio de reposición de agua del agricultor (T1), y otros restringido al 75% y 50% del volumen aplicado por el agricultor (T2 y T3, respectivamente).
Aforos periódicos del caudal de riego, permitieron calcular el volumen de agua aplicado a cada tratamiento (Cuadro 2). Se observó que el agricultor aplicó (T1), en promedio, cerca de 4.400 m3ha–1 anuales en La Chimba, y alrededor de 5.600 m3ha–1 anuales en el sector de Chilecito, para el riego de la vid pisquera. Estas tasas de riego son comúnmente usadas por los agricultores en cada zona estudiada. Al comparar el agua aplicada con la demanda atmosférica promedio para las tres temporadas en cada localidad (Cuadro 3), se observó que, independientemente de la posición geográfica en el Valle, los tratamientos cubrieron porcentajes similares de la evapotranspiración de referencia (ETo). En el Cuadro 3, también se presenta la fracción de agua repuesta por el riego, en relación con la ETo de la vid pisquera en crecimiento activo (excluyendo el período de dormancia) acumulada, para la temporada en estudio.
En las Figuras 2 y 3 se presenta la distribución mensual del riego de los distintos tratamientos para las localidades de Chilecito y La Chimba, respectivamente. Además, se incluyó la demanda atmosférica (ETo) y la evapotranspiración del cultivo (ETc). A pesar de que los mayores volúmenes de agua por unidad de superficie se aplican en los meses de mayor demanda del cultivo, éstos se encuentran por debajo de la demanda mensual calculada.
Es conveniente destacar que el coeficiente de cultivo (Kc) utilizado para el cálculo de ETc en estos ensayos, no fue representativo respecto a la condición de vigor del cultivo. Por lo tanto, la demanda real de la vid pisquera variedad Moscatel Rosada fue subestimada, justificando en parte los menores volúmenes de riego aplicados al cultivo (Figuras 4a y 4b).
Los rendimientos alcanzados en Chilecito y La Chimba, se situaron en rangos similares a los reportados para parrones pisqueros en las zonas estudiadas de la provincia de Limarí. Al evaluar los rendimientos de cada temporada (Figuras 5 y 6), es posible concluir que la localidad de La Chimba mostró una mayor productividad por unidad de superficie.
En ambas localidades, se obtuvo los menores rendimientos con el tratamiento más deficitario (T3, 50% de lo aplicado por el agricultor), el cual recibió alturas de agua equivalentes al 20% de ETo y 25% de la ETc. En las Figura 5 y 6, se observa que no hubo diferencias significativas de rendimiento por unidad de superficie entre T1 y T2 (100% y 75% del riego del agricultor, respectivamente), en ninguna de las tres temporadas, en ambos predios en estudio. Sin embargo, el manejo del riego al 50% de lo aplicado por el agricultor (T3,) tuvo un impacto en el rendimiento evidenciado en la tercera temporada de evaluación, tanto en Chilecito como en La Chimba. En otros términos, la aplicación de un 25% menos de la altura de agua aplicada por el agricultor en ambas zonas del Valle de Limarí, no tuvo efectos sobre el rendimiento de la vid pisquera. Al contrario, reducciones del orden de 50% de la altura de riego aplicada por el agricultor, tuvo efectos que pueden reflejarse en una reducción del rendimiento a mediano plazo en la vid pisquera.
En el Cuadro 4, se presenta la productividad del agua que se obtiene a partir de la relación entre el rendimiento obtenido y el volumen de agua aplicado por unidad de superficie (kg m−3). Además, se presenta la productividad económica del agua ($ m−3), que resulta de la relación entre el valor comercial de la producción y el volumen de agua aplicado por unidad de superficie. También en el Cuadro se incluye la productividad industrial del agua (L alcohol 35° m−3), como la relación entre el volumen de alcohol 35° obtenido y el volumen de agua aplicado por unidad de superficie. En la última columna se incluyó además un indicador que expresa la cantidad de agua aplicada por unidad de producto obtenido, y que equivale al inverso de la productividad del agua.
La mayor productividad del agua se registró en la localidad de La Chimba, asociado al mayor rendimiento de uva pisquera y a la menor demanda atmosférica de la zona, lo cual se tradujo en una mayor producción por unidad de agua utilizada, tanto en kilos de fruta como en alcohol e ingreso obtenido de la misma.
Existiendo diferencias en la productividad del agua entre los tres tratamientos ensayados, al disminuir la tasa de riego bajo condiciones de sequía, evidentemente se afectaría la productividad por unidad de superficie.
Al relacionar la productividad del agua con la productividad de la tierra (rendimiento por unidad de superficie), se observó que el huerto de vid pisquera evaluado en la localidad de La Chimba resultó más eficiente para ambos indicadores, con respecto al sector de Chilecito (Figura 7). Lo anterior probablemente asociado a condiciones climáticas que permiten obtener mejores rendimientos y el riego con menores volúmenes de agua. Esta situación podría verse compensada por un mayor valor de la uva pisquera aprovechando la condición de cosecha más temprana que ofrece la zona alta del Valle.
En síntesis, frente a condiciones de sequía, es posible reducir el volumen agua aplicada a vides pisqueras, tanto en sectores bajos y altos del Valle, reduciendo el rendimiento y la productividad de la tierra. En contraste con este manejo deficitario, también es posible incrementar o al menos mantener la productividad del agua, obteniendo una mayor eficiencia en el uso del recurso.