Equipo Redagrícola

La producción de mandarinas de ICA no corre riesgos por una fisiopatía en la piel. Así lo señala la Asociación de Productores de Cítricos del Perú (Procitrus), al responder a una  advertencia realizada, en Redagrícola, por el especialista Horacio Berrios, quien indicó que, debido a cambios en la humedad relativa, “hasta un 30% de la producción de mandarina de los valles de Ica se habría visto afectada por un problema de colapso de corteza”.

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En un comunicado enviado a este medio y firmado por su presidente Luis Olivares Alegría,  Procitrus afirma que generalizar el colapso de corteza en los campos de Ica crea “incertidumbre en los mercados” y haría “peligrar la campaña de mandarina del 2022 pues al indicar que al ser un problema progresivo existe el riesgo de empacar esa fruta y que provoque una pudrición en tránsito”. Ante esto, “los mercados reaccionarían de inmediato pues se estaría afirmando que 1 de cada 3 mandarinas que exporta el Perú desde Ica llegaría podrida a destino”.

En referencia al colapso de corteza, Procitrus sostuvo que existen diversas opiniones respecto al problema y que aún no hay claridad respecto a su origen. “Se ha observado, que las variaciones bruscas de temperatura y humedad relativa diaria, que se dan en la costa central, influyen en la aparición de estas fisiopatías. Sin embargo, aún no se conoce el origen”, comentó el líder gremial.

En la misiva, indica que la bibliografía existente refiere que el colapso aparece después del cambio de color. En el caso del Pitting, este puede ser detectado con el aumento de la permeabilidad cuticular que se incrementa alrededor del cambio de color. En esa línea, sostiene que “es incorrecto afirmar que exista un porcentaje de daño considerable en la producción de cítricos del valle de Ica, debido a que la variedad W. Murcott se encuentra en pleno crecimiento (35 a 45 mm) y todavía está muy lejos del cambio de color”.

Además, la asociación agregó tras sus evaluaciones pueden señalar que “este problema no es relevante y solo se presenta en casos muy puntuales, específicamente en aquellos productores que no han realizado un adecuado manejo de sus floraciones y labores culturales, lo que origina una situación propicia para el desarrollo del colapso de corteza”.

Concluye señalando que si bien el cambio climático tiene efectos en los cultivos en la costa central del Perú, sin embargo, “también tenemos una larga historia y experiencia en la adaptación de los cítricos y el manejo del cultivo, por lo que podemos afirmarles con convicción que la producción de cítricos de los valles de la Región de Ica se encuentra sin la presencia del referido problema fisiológico”.

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