Perú anticipa desaceleración de plantaciones de nuevas hectáreas de arándanos, pese a crecimiento de 28% de las exportaciones
Según el gerente general de la entidad, Luis Miguel Vegas, hasta 2021 se plantaban cerca de 3.000 hectáreas de arándanos al año. Desde 2022 a la fecha, los ritmos de plantación han disminuido, registrando plantaciones de 1.764 hectáreas por año. En entrevista con Redagrícola, el dirigente de la industria peruana del berry azul analiza la actual campaña y entrega su visión sobre los principales temas que impactan a la industria peruana.
La industria de arándanos peruana saca cuentas positivas en lo que va de la campaña 2022-2023. Ni las fuertes lluvias registradas en abril, ni las inundaciones en el departamento de Lambayeque, una de las principales zonas productoras de arándanos, han afectado los resultados de la actual temporada. Así, los envíos totalizan 285.308 toneladas, lo que significa un alza de 28% en volumen respecto a las 222.917 toneladas de la campaña 2021-2022. “Lo que ratifica que Perú se mantiene como el principal exportador de arándanos del mundo. Estas cifras evidencian el crecimiento importante que ha tenido Perú en tan poco tiempo, creciendo más de 20 veces en menos de una década”, dice Luis Miguel Vegas, gerente general de Proarándanos, asociación gremial de exportación y comercialización de arándanos del país, cuyos asociados representan el 80% del total de la producción de arándanos de Perú. Después de su presentación en South American Blueberry Convention, evento que congregó a 700 personas en el hotel Monticello de la Región de O’Higgins, el ingeniero industrial de la Universidad de Lima y que cuenta con más de 5 años de trayectoria en la agricultura peruana, hace una pausa en su apretada agenda. En entrevista con Redagrícola, Vegas da su visión sobre la temporada arándanos, los mercados que quedan por abrir y cómo la principal variedad de Perú, Biloxi, fue reemplazada por las nuevas variedades. Además, entrega un análisis sobre los desafíos que enfrenta el sector.
Luis Miguel Vega, gerente general de Proarándanos.
-¿Cuál es tu evaluación de la temporada 2022-2023 de arándanos peruanos?
“En lo que va de la campaña hemos exportado 285.308 toneladas, lo que significa un alza de 28% en volumen respecto a las 222.917 toneladas de la campaña 2021-202 y lo que ratifica que Perú se mantiene como el principal exportador de arándanos del mundo. Hay que destacar que las fuertes lluvias registradas hace un mes en el país afectaron a algunas empresas, pero no de manera significativa al total de la industria. Por lo tanto, no han alterado significativamente nuestra proyección para la campaña que viene, en la cual pronosticamos 338.859 toneladas, un aumento de 19% en volumen en cuanto a la temporada 2022-2023”.
-¿Cuáles son los principales mercados de la temporada?
“Los arándanos peruanos llegan a 31 países del mundo. El principal destino de la temporada es EE.UU., que se ha mantenido en el primer lugar durante las cinco campañas, con 53,46% (152.513 toneladas), en segundo lugar se encuentra Países Bajos con 22,78% (64.980 toneladas), en tercer lugar China con 12,96% (36.973 toneladas). Le sigue en cuarto puesto Reino Unido con 4,98% (14.219 toneladas) y en quinto lugar se ubica España con 2,70% (7.696 toneladas). En cuanto a las exportaciones semanales de arándanos frescos por destino, en mayo-agosto: EE.UU. concentró el 19%, Europa el 12%, Reino Unido 19% y China 32%. En diciembre-febrero, EE.UU. registró 17%, Europa 16%, Reino Unido 21% y China 9%”.
-¿Cuáles son los mercados con mayor potencial para captar fruta peruana?
“Un tema clave que hemos logrado como industria es que en 2011 logramos la aprobación de enviar nuestros arándanos en bolsas pallets a EE.UU., lo que nos permite enviar nuestra fruta en diferentes formatos. Desde 2016 hemos abierto diversos mercados para Perú como China, Brasil, Colombia, Chile e India. El año pasado comenzamos a exportar de forma aérea a Israel y actualmente estamos en negociaciones para que se concreten los nuevos destinos Indonesia, Japón, Sudáfrica, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam, Argentina, Bolivia, República Dominicana, Ecuador y Australia”. “Adicionalmente, tenemos autorizaciones en proceso, entre las cuales se encuentran el tratamiento de frío en contenedor en origen para exportaciones a Taiwán, para hacer envíos aéreos a Malasia, para tratamiento en frío en tránsito hacia Israel y enviar arándanos congelados a China. Estamos avanzando en estos procesos, pero son lentos, ya que se pueden demorar entre 3 y 5 años, por lo tanto, es difícil saber cuándo será la apertura en eso mercados”.
-¿Hasta qué nivel de precios en los mercados de destino siguen siendo los arándanos un cultivo rentable?
“En los últimos años hay una tendencia, una presión sobre los precios y eso es porque ha aumentado la oferta, lo que es la mirada macro. No hay una tendencia a la baja porque ha aumentado la oferta en ciertas semanas del año. Por ello, es importante trabajar en nuevas proyecciones para distribuir la oferta de la mejor manera en términos de los precios en cuanto a industria. Si lo comienzas a ver por empresas, por semanas del año, hay una dispersión de los precios”.
– ¿Cuántas hectáreas hay de arándanos y cuánto crecerán?
“En 2016 contábamos con 1.932 hectáreas de arándanos, de las cuales el 90% se ubicaron en la región de La Libertad, con 1.730 hectáreas. En 2022 se registraron 18.614 hectáreas. Ese año otras regiones se convirtieron en importantes productoras de arándanos como Lambayeque con 5.391 hectáreas, Ancash con 1.187 hectáreas, Lima con 1.247 hectáreas, Ica con 1.273 hectáreas y Piura con 996 hectáreas”. “Hasta 2021 se habían plantado cerca de 3.000 hectáreas cada año, sin embargo, a partir de 2022 vemos una desaceleración en el ritmo de plantaciones con 1.764 hectáreas”.
-¿Hay inversiones en el sector de los arándanos?
“Como hay una desaceleración en las plantaciones nuevas, ya no se ven grandes inversiones en la industria. Hoy el foco está puesto en el recambio varietal y en la calidad de los arándanos más que en nuevas hectáreas. Cada año se están generando nuevas variedades que es una respuesta a la oferta de los centros de estudios de genética”.
-¿Seguirá creciendo la ventana comercial? ¿Se puede extender más?
“Nosotros exportamos las 52 semanas del año, pero la campaña la cortamos entre abril y mayo. Hay semanas del año en las cuales se concentra el volumen. Por ejemplo, si hablamos de la estacionalidad, el 50% del volumen de exportación se concentra en los meses de septiembre y octubre. Casi el 90% de las exportaciones se concentran entre agosto y diciembre. A futuro vemos que el crecimiento se va a concentrar en más semanas del año, entonces vemos un crecimiento importante en el verano peruano en los meses de enero y febrero, ya que hay varias empresas que apuestan por extender la campaña”. “La idea es que se puedan desconcentrar las semanas donde hay una sobreoferta y tener un suministro parejo durante todo el año, lo que nos va a ayudar a que los consumidores tengan arándanos durante las 52 semanas del año”.
OPORTUNIDADES PARA EL ARÁNDANO ORGÁNICO Y CONGELADO
-¿Hay oportunidades para el arándano orgánico? Crece, es cierto, ¿Pero hasta qué punto crecerá?
“En cuanto a la campaña, que está llegando a su fin, las exportaciones de arándanos orgánicos hasta la semana 14 totalizaron 35.125 toneladas, lo que es un alza en volumen de 12% respecto a las 20.558 toneladas de la campaña 2021-2022. Para la campaña 2023-2024 proyectamos que llagaremos a las 47.440 toneladas, lo que será un aumento de 14% respecto a la actual campaña. Como dato adicional, el 95% de los arándanos orgánicos son exportados a EE.UU., es un producto sumamente dependiente del mercado americano”. “Sin duda, el arándano orgánico ha tenido un crecimiento en las últimas temporadas, sin embargo, no hay nuevas empresas entrando en el negocio orgánico, sino que se mantienen las firmas actuales. Entonces no veo un crecimiento importante en los arándanos orgánicos”.
-¿Hay oportunidades para el arándano congelado? ¿Cuánto representa actualmente y cuánto proyecta que podría llegar a ser?
“El arándano congelado y procesado representa solo el 5% del total de las exportaciones de los arándanos de Perú, con envíos que llegaron en 2022 a las 15.130 toneladas y con exportaciones que han registrado 17.399 en 2023. Creo que seguirá creciendo, pero la industria sigue muy concentrada en fresco, por lo tanto, dudo que lleguemos a la participación que tiene Chile, que es 60%, 40% de fresco versus congelado, entonces nuestro mercado del congelado aún es bastante pequeño”.
VARIEDADES
—Además de Ventura y Biloxi, ¿Qué otras variedades toman protagonismo?
“En 2016, Perú tenía registradas 13 variedades de arándanos y Biloxi representaba el 60% del total de las plantaciones de arándanos. En la presente campaña, existen alrededor de 65 variedades diferentes de arándanos y Biloxi pasa al segundo puesto, representando el 26% del total de las plantaciones en Perú. Las plantaciones de Biloxi han caído, hace muchos años que ya no se planta Biloxi, ya que la variedad que predomina actualmente es Ventura junto con las plantaciones de nuevas variedades. Algunas de ellas son Atlasblue, Eureka, Magica, Stella blue, Kirra, Terrapin, Jupiterblue, Bella, Sekoya Pop, entre otras”. —Hay más de 60 variedades produciéndose en Perú, ¿Eso es bueno para la industria? “Más que pensar en la cantidad de variedades, lo importante es llegar con una buena calidad de arándanos al destino. Para un productor tener muchas variedades puede ser un gran reto, por lo tanto, cada productor tiene que identificar su mix ideal para su estrategia y considerar la productividad en campo de la variedad y la ventana comercial que vas a atacar. Hay productores que quieren una variedad para la etapa temprana, central o final de la campaña y creo que ahí lo más importante es mejorar la calidad de la fruta”. “Respecto a las nuevas variedades que se han desarrollado, están enfocadas en entregar una buena experiencia al consumidor y son económicamente viables para el productor en un negocio que se ha vuelto cada vez más competitivo, con márgenes más ajustados. Por ello es fundamental tener una buena productividad por hectárea, lo que ayuda en los costos y que tiene que venir acompañado de una buena calidad de la fruta”.
-En uva de mesa, el consumidor pide rojas, verdes o negras. ¿Cómo identifica el consumidor de arándanos a las variedades? ¿Identifica a una Biloxi de una Ventura o de una variedad Ozblu?
“El consumidor no está al tanto de las variedades, caso contrario pasa con los compradores que sí están al tanto de las diferentes variedades. Lo que busca el consumidor depende de los mercados, pero sí tienen que ser unos arándanos crujientes, de buen tamaño, por ello la parte visual es muy importante y la calidad de la fruta. El manejo de poscosecha es fundamental para tener una buena calidad de la fruta ya que puedes tener una variedad nueva que reúne todos los atributos, pero si no sabes hacer un buen manejo de poscosecha no va a llegar bien a destino”.
-¿Qué nuevos retos enfrenta el cultivo de arándanos?
“Nuestros desafíos se centran en diferentes ejes. Uno de ellos es la promoción del consumo, es decir, aumentar la inversión para subir la penetración y consumo per cápita en los principales mercados. El segundo eje es la genética varietal, mejorar la experiencia del consumidor (calibre, firmeza, sabor) y productividad al productor (toneladas por hectárea). El tercer eje es la diversificación de los mercados, lograr acceso a nuevos mercados con especial foco en Asia para desconcentrar la dependencia del mercado americano. El cuarto es la tecnología e innovación, buscar eficiencias en costos y consumos en toda la cadena. El quinto eje es el mejoramiento logístico marítimo, es decir, buscar siempre tiempos de tránsito más cortos y nuevos servicios. El sexto eje es el fortalecimiento del Servicio Nacional de Sanidad Agraria de Perú (Senasa), impulsar a través de la Asociación de Gremios Productores Agrarios de Perú (AGAP), el fortalecimiento de nuestra autoridad fitosanitaria, aumentando su capacidad de inspección y control de plagas. Y el séptimo es la sostenibilidad, fomentar y comunicar las buenas prácticas ambientales, sociales y con los trabajadores de la industria”.