Primera variedad de cereza 100% chilena vería la luz en 2024
El programa de mejoramiento genético de cerezas es desarrollado por el INIA en conjunto al Consorcio de Biofrutales y el apoyo de CORFO.
La investigación está siendo realizada en la sede de Reyentué, sexta región, del INIA
Equipo Redagrícola
Chile es el principal productor y exportador de cerezas del hemisferio sur, con más del 95% de la oferta de contra estación y cuyo destino principal es China. Con casi 50 mil hectáreas plantadas de esta especie en Chile y cerca de 71 millones de cajas de 5 kg exportadas en la última temporada 2021. No obstante, tanto la industria como las autoridades están preocupadas del impacto que puede tener el cambio climático en estos logros.
Desafíos mayores cuya solución podría pasar por un plan de mejoramiento genpetico (PMG) que se lleva a cabo para desarrollar la primera variedad de cereza 100% chilena y que resista a los efectos del clima en los cultivos, con inviernos menos intensos. “Muchas de las variedades tradicionales están teniendo problemas para florecer y cuajar de buena forma porque han sido ubicadas en zonas cuya oferta de frío invernal ha disminuido por efecto del cambio climático”, dice el Dr. José Manuel Donoso, genetista del programa en INIA y quien forma parte del equipo que lleva a cabo este proyecto.
El trabajo que hace este programa se ejecuta en la zona norte, en Ovalle, y en la zona central, en Buin y Rengo. Hasta el año 2021 pudieron avanzar con el apoyo de una línea de financiamiento especial de CORFO, y a partir de este año 2022 están avanzando con apoyo del Programa Tecnológico Estratégico de Fruticultura PTEC Zona Norte que también lidera Biofrutales, ambos con apoyo de empresas privadas del rubro. “Tenemos un gran desafío por delante y es comprometer a las nuevas autoridades nacionales y regionales en la necesidad de seguir apoyando estos trabajos que son de largo aliento”, comenta la directora Regional de INIA Rayentué, Claudia Bartel.
De acuerdo a la entidad, se espera que el lanzamiento de la nueva variedad sea en uno o dos años, con lo que en 2024 ya se contaría con la primera cereza 100% chilena, adaptada a las condiciones climáticas de la zona central y centro norte de Chile.
“Los problemas derivados del cambio climático están afectando la fruticultura chilena. Existe una menor disponibilidad de agua, los inviernos son menos fríos y hay una mayor aparición de plagas y enfermedades, lo que puede poner en riesgo nuestro potencial exportador. Por eso es que, a través del INIA estamos apoyando estas iniciativas de mejoramiento genético y nuevas variedades que puedan resistir los efectos del cambio climático”, señaló el subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes, en una visita a INIA Rayentué.