Para el gerente general de la JNUSHRP, César Guarniz Vigo, se deben brindar todas las facilidades (trámites, financiamiento) para la instalación de pozos subterráneos que garanticen la producción agrícola, tanto para el mercado interno como externo, en especial en la costa norte del país.

“Sin seguridad hídrica, no hay seguridad alimentaria; imposible producir las tierras. Hasta el momento ya hay efectos. En la cuenca Chancay- Lambayeque estuvieron a punto de perder la campaña de arroz. Sin embargo, no hubo campaña chica de siembra de menestras”, menciona. Agrega que en el norte es posible instalar pozos tubulares y poder asegurar la dotación de agua para la campaña agrícola de los próximos meses.

PRESAS ALTOANDINAS

El año pasado, mencionó que se solicitó la creación de un programa nacional de presas altoandinas, que consideren la reforestación de las zonas altas, así como la siembra y cosecha del agua. “A propósito del cambio climático y la seguridad hídrica, es necesaria la construcción de una pequeña, mediana y gran infraestructura hidraúlica. Habrá que avanzar y acelerar las cosas con miras al 2030 y 2050”, acota.

Como junta de usuarios, comenta que han gestionado con el Ministerio de Agricultura  una agenda para hacer frente a la emergencia del COVID 19. Uno de los puntos fue el financiamiento para los pequeños agricultores, que se otorgará a través de Agrobanco con una tasa anual blanda de 3.5%. Adicionalmente, previo al inicio de la campaña agrícola en agosto próximo, se consiguió una partida para la limpieza de los canales y bocatomas que permitirá generar aproximadamente 30 mil jornales de trabajo diario.

La JNUSHRP agrupa a más de un millón 600 mil regantes del país dedicados al cultivo de arroz, caña de azúcar, papa, cebolla, frutas, entre otros.