Piñón de pino piñonero: Fruticultura a escala forestal
El Pinus pinea reina entre las 30 especies de pino que producen piñones comestibles. Se puede consumir crudo, como condimento, en preparaciones dulces o saladas. Como snack se vende pelado en pequeñas bolsitas cuyo precio llevado a kilo puede superar los 100 euros en las tiendas de Europa. Chile tiene condiciones muy favorables para la especie y ya se dan los primeros pasos hacia su producción y comercialización.
El Instituto Forestal se encuentra desarrollando una serie de actividades para dar a conocer las oportunidades comerciales del piñón del pino piñonero, fruto de la especie Pinus pinea. El equipo de investigación liderado por Verónica Loewe, ingeniera forestal, MPA, culmina así 20 años de estudios sobre el “oro blanco” o “diamante de los frutos secos”, como en ocasiones de denomina a este fruto originario del Mediterráneo. Sus grandes consumidores son precisamente los países de la cuenca de ese mar. El primer lugar como comprador mundial lo ocupa Italia, donde, entre otras muchas preparaciones, es la base para el pesto.
El piñón destaca en primer lugar por sus propiedades nutricionales:
Fuente energética: más de 500 Kcal/100g.
Proteína: 34%, nivel mucho más alto que el maní y el piñón de araucaria (26%), la almendra (15%), el pecano y la nuez (10%), la avellana europea (8%) y la castaña (2%).
Ácidos grasos: 42-49%; en un 93% insaturados.
Vitaminas: ácido fólico, niacina, tocoferoles, B6, B2, D, provitamina A, vitaminas hidrosolubles C.
Minerales: sodio (2 mg/100 g) inferior a almendra, castaña y nuez; calcio (16 mg/100 g) superior a todas las nueces; contiene además zinc, potasio y magnesio.
Fitoesteroles: 4.298 mg/kg, contra 2.210 del aceite de oliva, 2.200 del maní, 1.616 de la soya, 1.430 de la almendra.
Polifenoles antioxidantes: ácido linoleico (Omega 6) y linolénico (Omega 3 y 6), contenidos que ayudan a prevenir las enfermedades crónicas no transmisibles.
Ácido pinolénico: encontrado exclusivamente en piñones de pino, estimula la producción de insulina.
En este contexto, se le atribuyen propiedades benéficas en el tratamiento de úlceras y gastritis, enfermedades respiratorias, osteoporosis y otras afecciones.
CAE LA OFERTA INTERNACIONAL POR GRAVE PLAGA
Su producción ha ido en descenso debido a la introducción desde América del chinche Leptoglossus occidentalis, plaga que afecta gravemente a los principales países productores (ver cuadro 1). Plaga que afortunadamente no está presente en Chile.
La baja en la producción, significativa y progresiva, ha provocado un desabastecimiento que ha sido reforzado por la creciente demanda derivada del mayor poder adquisitivo de los países BRIC y la tendencia a consumir productos naturales sanos. El alza consiguiente del precio ha ido convirtiendo a este piñón en un producto de lujo. Si hace 10 años fluctuaba entre los 20 y 25 euros/kg a nivel mayorista, en los últimos tres se ubica entre €40-45/kg. En internet es posible comprobar que el producto envasado en pequeñas bolsas de 40-50 gramos llega a superar los €100/kg a consumidor. Las importaciones de la Unión Europea se aproximan a los 800 millones de euros anuales.
La situación descrita ha llamado la atención de países como Nueva Zelanda, que comenzó a realizar plantaciones de esta conífera.
EN CHILE SE DA ADMIRABLEMENTE BIEN
En Chile está presente desde hace más de 100 años entre la Región de Coquimbo y la de Los Lagos. Sin embargo la comercialización de sus piñones es baja, eventual, en pocos lugares y muy específicos, por ejemplo, el mercado de Chillán. El árbol muestra buen crecimiento, excelente estado sanitario y una producción interesante aun sin ningún tipo de manejo.
Requiere suelos aireados, de drenaje bueno a medio. Se adapta a un amplio rango de pH, de 4 a 9. Crece sin problemas con temperaturas medias anuales de 12-15ºC. La precipitación mínima necesaria es de 400 mm para no afectar el crecimiento y la productividad.
Entre los aspectos favorables a su producción, Verónica Loewe señala el hecho de que la cosecha se realiza en invierno, cuando la mano de obra es más abundante. También indica que ha habido visitas de compradores europeos ofreciendo precios atractivos por el producto sin descascarar, con el costo del transporte asumido por ellos. La cosecha se efectúa en contraestación respecto del hemisferio norte, aunque el piñón con cáscara mantiene su calidad sin merma al menos por cuatro a cinco años. La práctica habitual de los mayoristas es guardar stock de temporadas anteriores e ir vendiendo la nueva cosecha solo a medida que lo almacenado se termina. En todo caso, por las razones ya explicadas, este stock hoy por hoy es casi inexistente, indicó la ingeniera forestal.
PROYECCIÓN ECONÓMICA MUESTRA GRAN IMPACTO DE MANEJO TÉCNICO
Loewe presentó una proyección económica en dos escenarios; el primero, una plantación de árboles sin injerto ni riego, y el segundo correspondiente a árboles injertados y con riego por goteo. Como se aprecia en la figura 1, la producción estimada presenta una importante diferencia entra ambas situaciones, no solo en volumen, sino también en el año de entrada en producción y en el añerismo que caracteriza al sistema menos tecnificado. El cuadro 2 muestra los costos de producción de ambos escenarios, en tanto la figura 2 grafica los flujos del sistema de huerto tecnificado, suponiendo un retorno a productor de 1 euro por kilo de piñas puestas en el predio. “Es el valor que han ofrecido de manera consistente los compradores extranjeros en nuestro país”, indica la profesional de INFOR.
Como referencia, la pepa sin cáscara representa un 4% de la piña. Los residuos del cono que contiene los piñones se venden como biomasa, al igual que la cáscara luego del proceso de pelado. Esta última tiene un precio superior dado su alto valor calórico.
El cuadro 3 muestra la estimación de márgenes netos por hectárea en el tiempo. De acuerdo a las proyecciones de INFOR, el valor actual neto para el caso del huerto de árboles injertados (VAN 10%) es de $16.135.053, y la tasa interna de retorno (TIR) de un 21,1%. Los mismos indicadores para la plantación sin portainjertos y sin riego son de $881.908 y 11,4%, respectivamente. La vida útil del pino piñonero sin merma de rendimiento puede llegar a los 100 años.
–El gran interés a nivel internacional por la materia prima –señaló Verónica Loewe– ha hecho que el principal productor a nivel mundial, el italiano Daniele Ciavolino participe en el proyecto FONDEF que estamos ejecutando. Él ha ofrecido hacer contratos de compra a precio de mercado por 20-30 años, asumiendo él el precio de transporte.
Considerando todo lo anterior, Chile puede constituirse en un proveedor mundial de piñas y piñones, junto a otros países, como Nueva Zelanda o Sudáfrica, concluyó la especialista.
EXPERIENCIA CON 100 HECTÁREAS PLANTADAS EN LONGAVÍ
De acuerdo a los antecedentes de INFOR, en 2015 la plantación de pino piñonero superó las 350 ha. Una de las iniciativas correspondió al fundo Los Canelos, en Longaví, precordillera a 40 km de Parral. Allí Enrique Ortúzar debía replantar una superficie de 200 ha de pino que fue cosechada hace 4 años para cumplir con las exigencias del Decreto Ley 701.
-Yo lo había probado por casualidad en una ensalada en Italia y me había gustado mucho. Tomé contacto con INFOR y comprobé la factibilidad de plantar P. pinea. Por su parte CONAF se mostró muy abierto a esta opción, dado que se está tratando de evitar el monocultivo. Se planta en menor densidad que P. radiata, lo que permite el crecimiento de una pradera natural y, una vez que el pino llega a 1-1,5 m, se puede tener una producción asociada de ganado menor (cabras u ovejas) hasta que se cierre la copa.
Ortúzar comenzó con 30 ha en 2014 y continuó con 70 más este año. En total 50.000 plantas de semilla, que encargó para esta temporada al vivero TRIPAN, a un costo cercano a $200/unidad.
¿DÓNDE OBTENER PLANTAS INJERTADAS?
El vivero de Forestal Mella, en la comuna de Paredones, ha logrado niveles de prendimiento de 90 a 100% en injertos de Pinus pinea sobre patrón de Pinus radiata, señala Ariel Mella, quien abordó este desafío al cual lo invitó Verónica Loewe. Ha sido un gran éxito, pues implicó desarrollar una metodología para la injertación lateral: “aquí se han roto varios paradigmas que vienen de la literatura española y europea”, agrega.
Hasta ahora han producido plantas de ese tipo solo para las necesidades del proyecto INFOR, pero existe disponibilidad de entregar material a productores:
-Los interesados deben indicarnos el número de plantas que necesitan, porque el proceso demora alrededor de un año. Es el tiempo que toma producir el patrón, injertarlo y dar tiempo para el prendimiento hasta que el pino esté apto para su transplante a terreno. Nos hemos dado cuenta de que el proceso postinjertación es tanto o más importante que el mismo proceso de injertación.
Aunque todavía no existe un precio de mercado, se está pensando en torno a los $2.500 más IVA por planta injertada.