Perú prueba variedades tempranas de cereza en pos de una nueva genética que permita producción comercial
La empresa entregará a fin de año plantas de cerezo de variedades protegidas de la Universidad de Bolonia (Italia) a empresas productoras, con lo que buscan evaluar la adaptación de la baya en diferentes zonas del país. No obstante, dice que aún falta mucho para conseguir resultados.
La dinámica agricultura peruana aún no logra conquistar la cereza. Pese a que agricultores del país llevan ya cinco años haciendo pruebas que le permita exportar el preciado fruto rojo, aún no hay resultados exitosos. No obstante, los esfuerzos persisten. “Actualmente, hay mucha búsqueda de información, de variedades y de lugares por parte de las empresas; sin embargo, todavía no hay un avance o novedad por resaltar”, dice Samuel Escalante, director de la firma de origen chileno Viveros El Tambo. Su empresa es una de las que ha protagonizado este esfuerzo. A fines de este año, la compañía entregará su primer lote de plántulas de cerezo de variedad estándar, listas para sembrar, a empresas con las que tienen alianza comercial. Esto con el fin de verificar el comportamiento de la baya en diferentes zonas del país.
Lo que nosotros vamos a probar e internar en Perú son variedades tempranas como Sweet Aryana, Sweet Gabriel y Sweet Lorenz
Samuel Escalante, de Viveros El Tambo
El viverista subraya que se tratan de variedades protegidas de la Universidad de Bolonia, de las cuales Viveros El Tambo ya tiene la licencia para poder probar en Perú. ¿Cuáles? “Lo que nosotros vamos a probar e internar en Perú son variedades tempranas como Sweet Aryana, Sweet Gabriel y Sweet Lorenz”, puntualiza Escalante. Enfatiza que el objetivo es conseguir una nueva genética que es necesario ir probando. “Lo único que hace esto es que aumenta el pool de las variedades tradicionales que ya han probado en Perú como Lapins, Santina… y que las van a seguir probando hasta encontrar los resultados esperados”, recalca.
CONDICIONES PARA UNA CEREZA PERUANA
Hasta la fecha, las experiencias haciendo pruebas con cerezo han logrado que la planta florezca, pero sin cuaja. Según Escalante, el primer hito será lograr que haya cuaja y después de eso que sea una cuaja con números que ameriten un tema comercial. “Es decir, que haya una producción, sobre los 5.000 kilos por hectárea, de manera que esto resulte en un negocio”. Agrega que muchos viveros y empresas están viendo y mirando lugares de Perú en que se cumplan las condiciones para poder producir el cerezo. Por lo tanto, las condiciones que tiene que haber, por un lado, es que se cumplan las horas de frío requeridas. “Ojalá no menos de unas 200 horas de frío por año”, dice. Además, el desafío no es solo que la planta se adapte, sino que la campaña de Perú comience antes de noviembre y diciembre, que es cuando empieza el peak de la campaña de Chile, el primer exportador mundial de cerezas Para ello, Escalante señala que las horas de frío se consiguen en los meses de mayo, junio y julio. De ahí en adelante, es esperable que haya temperaturas sobre los 18 grados, de manera que se alcance a tener algo de frío para que se produzca la floración, que haya cuaja y que crezca la fruta para estar disponible. “La idea es que se pueda cosechar a fines de octubre o la segunda quincena de octubre”, dice. “Y eso como condición no es fácil de encontrar, a lo que hay que sumar que no llueva durante el mes de octubre”.
ZONAS DE PRUEBA
Consultado por las zonas del Perú donde se han realizado pruebas para adaptar el cultivo de este frutal, recuerda que algunas empresas probaron en Arequipa, sin los resultados esperados, pero que seguirán intentando en esa zona. Asimismo, indica que se pueden contemplar ensayos hacia el interior en algún valle, como en Huancavelica o en Huaraz. “Yo diría que casi cualquier valle”, dice. “Sé que están buscando hacia el interior, buscando altura, sobre los 1.000 metros”. Sin embargo, acota que el punto está en encontrar hacia el interior zonas que tengan superficies planas para poder hacer un cultivo. “Puedes encontrar la zona, pero necesitas que haya cierta topografía para poder hacer la plantación y, junto con eso, necesitas que tenga conectividad”, dice. “Entonces puedes encontrar el lugar, pero si no hay algún poblado cerca, hay que pensar que después esto hay que sacarlo hacia algún puerto o hacia algún aeropuerto, si quieres hacer aéreo. Entonces viene esa última condición que también hay que encontrar para que esto resulte”. Si bien, desde el punto de vista climático, representa un gran reto encontrar los lugares óptimos para producir cereza en Perú con fines de exportación, Escalante hace hincapié que con el desarrollo en las prácticas culturales y de variedades de bajo requerimiento de frío, se van a poder ir encontrando más áreas como para cultivar. “Eso va a ir pasando, pero falta tiempo”, culmina.