Nuevos desarrollos genéticos en arándanos y uva de mesa
Bloom Fresh ya incursiona en el negocio del arándano. Lo hace tras comprar el programa genético peruano Inka’s Berries, donde establecerá un modelo de comercialización abierto, similar al que tiene en uva de mesa actualmente. En estas líneas, el CEO de la empresa, Josep Estiarte, avanza además los nuevos desarrollos en uva de mesa.

Tras la integración de SNFL e IFG, que dio origen a Bloom Fresh en agosto 2023, surgió de manera natural en esta nueva firma el objetivo de aprovechar todo el ‘know how’ acumulado para desarrollar nueva genética en otros cultivos de alto rendimiento y con un gran potencial de innovación. Este enfoque los llevó a identificar una oportunidad clara en el negocio de los arándanos, ampliando así su negocio a otra categoría de snacking saludable. Tras analizar el panorama, decidieron comprar a finales de 2024 Inka’s Berries, un programa de mejoramiento genético local, que ha desarrollado y obtenido variedades de bajo requerimiento de frío y cuentan con una base genética solida con gran potencial para la innovación.
“Siempre vimos la posibilidad de ampliar nuestro portafolio de productos, aprovechando todo el ‘know how’ que hemos desarrollado durante todos estos años en las distintas áreas del negocio y acceso a mercados. Nuestro objetivo es ofrecer productos que estén alineados con la estrategia y filosofía de Bloom Fresh, desarrollando variedades de alto rendimiento con un fuerte acceso al mercado y la capacidad de atraer a un mayor número de consumidores”, explica Josep Estiarte, CEO de Bloom Fresh.

-Como Bloom Fresh, han comprado el programa genético de Inka´s Berries, no los campos.
-Correcto, compramos el programa genético. Bloom Fresh es un líder en el sector de la genética y el objetivo era integrar este programa dentro de nuestra colección actual de frutas. Una gran parte del equipo de Inka’s berries que estaba a cargo del programa genético se han integrado también al equipo de Bloom aportando su amplia experiencia en el mercado internacional.
-¿Cuáles serán los próximos pasos?
–Bloom Fresh asumirá la gestión de este programa genético, que originalmente era local de Perú, aunque Inka’s Berries ya había realizado algunas iniciativas en Chile, México o Europa. La genética, por decirlo original, proviene de la Universidad de Georgia, pero el verdadero potencial radica en las variedades desarrolladas en Perú, enfocadas en requerimientos mínimos o nulos de horas frío, lo que gatilla la posibilidad de introducir el arándano en países tropicales. ¿Qué aporta Bloom Fresh? Transformaremos un programa localizado en un país en un proyecto global. Ya tenemos identificado más de diez países donde introduciremos estas variedades a través de nuestra red comercial y operativa. Marruecos, Egipto, España, Estados Unidos, México, India, China, Australia y Sudáfrica son algunos de los destinos, donde contamos con equipos propios, experiencia en la importación y espacios adecuados para evaluaciones. Además, en muchos de estos países, los mismos productores que trabajan con nuestras variedades de uva de mesa también cultivan berries, creando sinergias altamente efectivas. Este potencial se refleja especialmente en Perú, donde gran parte de nuestros licenciados de uva son productores de arándanos.
– ¿Qué motivó la compra de la genética?
-Nos dimos cuenta de la capacidad de estas variedades con bajo rendimiento en frío durante el 2023 con el evento de El Niño. Muchas variedades sufrieron el fuerte impacto de El Niño porque no tuvieron prácticamente horas frío; no obstante, variedades como Matias, Abril Blue+ y Alessia Blue+ tuvieron muy buena producción. Entonces, de esa forma pudimos comprobar que realmente eran ‘no chill’, es decir, que casi no necesitan frío.
-¿Desarrollarán otras variedades similares con el material genético comprado?
-Por supuesto, en el programa genético se hacen miles y miles de cruces cada año utilizando la genética base para desarrollar una colección de variedades de arándanos. Si miramos los países que más crecen son aquellos que tienen climas más templados, entonces, hay una oportunidad enorme de desarrollo de variedades tempranas con bajo horas frío.
-¿Cómo van a avanzar rápido o cuáles, digamos, el foco que tienen en este negocio?
-Nuestra apuesta está en el gran banco de germoplasma que respaldaba a Inka’s Berries, lo que fue un factor clave para realizar esta inversión. Aunque el mercado conoce poco de este programa, lo que hay detrás tiene un potencial significativo. Las variedades que estamos lanzando, como Matias, Salvador, Abril Blue+ y Alessia Blue+, tienen características que las posicionan para competir exitosamente con las variedades actuales del mercado.
– ¿Cómo será el modelo comercial?
-Similar al que implementamos en uva, basado en licencias de libre comercialización con productores seleccionados. Este enfoque es bastante innovador dentro del mercado de arándanos, donde las mejores variedades suelen estar controladas por unas pocas casas genéticas en gran parte con modelos cerrados. Esto crea una limitación para los productores, que muchas veces no tienen control total sobre la comercialización de sus propios cultivos. Nosotros proponemos un modelo diferente, que otorga mayor libertad y control a los productores seleccionados. Licenciaremos directamente variedades de alta calidad, no solo para que los productores las cultiven, sino también para que puedan venderlas libremente. Esto es algo que no es común en las variedades ‘top’ del mercado actual, donde esta libertad suele limitarse a opciones de segunda categoría.

LA INNOVACIÓN COMO SEÑA DE IDENTIDAD
-En uva de mesa, han adelantado que vienen importantes innovaciones con variedades que incluirán resistencias naturales u otras ‘Red Flesh’.
-‘Red Flesh’ es un concepto que nos ha tomado diez años desarrollar. El primer lanzamiento oficial se realizó en septiembre en Inglaterra y en España, donde introdujimos 5 toneladas de esta uva única con pulpa de color. Actualmente, cualquier uva de mesa disponible en el mercado, sin importar el color de su piel, tiene la pulpa blanca. Nosotros partimos de un enfoque distinto: aprovechamos variedades muy escasas en el mundo, tres o cuatro que surgieron de mutaciones ocurridas hace miles de años, muchas de ellas provenientes de variedades de vino conocidas como ‘tintoreras’, que poseen pulpa de color roja. A partir de esta genética, la transformamos y desarrollamos las primeras variedades de uva de mesa con esta característica única. Cuando realizamos los primeros análisis en 2015, descubrimos que estas variedades contenían niveles significativamente más altos de antioxidantes en comparación con cualquier otra uva. Esto tiene sentido, ya que el color en la pulpa es donde se concentra la mayor cantidad de antioxidantes. Esta fue la base de nuestra apuesta por esta línea: desarrollar variedades que puedan posicionarse no solo como un producto innovador, destacada por su alto contenido de antioxidantes, y así poder participar en el bienestar de los consumidores.
-¿Dónde se está plantando?
–Por el momento, todas las plantaciones están en España, donde se originó este proyecto. Este año, comenzaremos a plantar las primeras áreas en México. Como es habitual, el proceso inicia en España, y las variedades deben pasar por cuarentenas antes de ser introducidas en otros países. También estamos desarrollando plantaciones en Chile y Perú, aunque estos proyectos van aproximadamente dos o tres años detrás debido a los tiempos requeridos para superar las cuarentenas.
-¿Cuántas son las variedades que hay de este tipo de uva?
-Bueno, el programa tiene decenas de selecciones, pero hemos elegido dos para el lanzamiento. Estamos aun trabajando en el lanzamiento de esta nueva categoría de productos, construyendo una marca y esperamos poder lanzarla este año.
-Además del color, ¿tendrán distintos sabores?
-Sí, incluirán sabores muy diversos además del clásico sabor dulce de la uva; lo que nos brinda un abanico enorme de opciones. Actualmente, el mercado ofrece uvas blancas, rojas y, en menor medida, negras, aunque estas últimas suelen ser poco atractivas. Nuestra propuesta es lanzar una línea de variedades con pulpa de color oscuro que no solo sean rojas o negras, sino que también aporten beneficios adicionales, como beneficios para la salud. Reconocemos que comunicar estos beneficios será un desafío, pero creemos que esta innovación puede resultar muy atractiva para el consumidor siempre en busca de dietas más equilibradas.
-¿Ha habido avances en variedades resistentes a enfermedades?
– Este concepto ha sido un gran enfoque en el programa, aunque nos ha tomado muchos años, porque, al igual que con las ‘Red Flesh’, tuvimos que buscar variedades resistentes en el mundo, muchas de las cuales no provenían de uvas de mesa. La resistencia genética ofrece principalmente ventajas desde la perspectiva del productor, especialmente en la reducción de costos asociados con tratamientos químicos. Además, mirando hacia el futuro, es evidente que los supermercados están siendo cada vez más estrictos en cuanto a los residuos químicos en los productos. Por ello, creemos que llegará un punto en que las variedades que no requieran tratamientos se convertirán en el estándar, al igual que ocurrió con la transición de variedades con semillas a sin semillas.
UNA VARIEDAD EXITOSA DEPENDE DE…
“En 2015 nos planteamos, ¿qué querrá la industria dentro de diez años? ¿Cuál será nuestra propuesta de valor? Cuando lanzamos una variedad, debe tener una razón clara para existir y aportar una mejora significativa a la oferta varietal. No tiene sentido desarrollar una variedad que sea un poco mejor o un poco más tardía que otra. Una de las decisiones clave que tomamos en 2015 fue iniciar un programa de resistencias. Pensamos que este sería un valor añadido, porque permite reducir costos, ofrecer un producto más natural al consumidor y minimizar el uso de fungicidas. Sin embargo, una variedad no puede ser exitosa únicamente porque sea resistente; debe cumplir con todos los estándares organolépticos de los consumidores y ser igual o mejor que las opciones actuales en el mercado”.

POSICIONAMIENTO COMERCIAL
“Si se trata de posicionar una variedad a nivel comercial, actualmente Perú lidera las nuevas superficies de nuevas variedades. Pero hay otros países que están experimentando un crecimiento acelerado como Egipto, y Australia o Sudáfrica, que también muestran una expansión significativa. Sin embargo, Perú se mantiene como el principal referente en la apuesta genética, tanto por la expansión de nuevas hectáreas como por el recambio varietal constante”, sostiene Estiarte.
Pero más a largo plazo, asoman otros países. “India representa un desafío complejo, pero su potencial es enorme. La variedad Thompson sigue siendo clave en ese mercado, y nuestra apuesta es clara: convertir una parte de la oferta en variedades nuevas que ofrezcan mejores alternativas al consumidor final. Pensando en un horizonte de cuatro o cinco años, proyectamos que India tendrá una oferta varietal mucho más atractiva que la actual, a pesar de su complejidad.
Sobre la ‘vida útil’ de una variedad, Estiarte afirma que “es poco probable que volvamos a ver variedades con ciclos de 30 o 40 años, como ocurrió con las antiguas Crimson o Thompson”. Y ello pasa porque hoy los ‘breeders’ pueden desarrollar variedades superiores con mayor rapidez. Si tuviera que estimar un promedio, diría que la vida útil actual de una variedad de uva de mesa está alrededor de 15 a 20 años. Un ejemplo claro son variedades como Sweet Globe o Allison, que fueron hibridadas en la primera década de los 2000 y aún mantienen su relevancia en el mercado. Ninguna de estas variedades está cerca de ser retirada.