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Nuevas variedades de Kiwi

Oportunidad de negocio y riesgos fitosanitarios

En el mundo el cultivo del kiwi (Actinidia spp.) concentra su producción principalmente en 5 países (Italia, Nueva Zelanda, Chile, Grecia y Francia). En Chile aproximadamente el 95% de la producción anual de kiwi  es exportada a 69 países en el mundo, siendo Italia, EE.UU., Holanda, Rusia y España los principales mercados de destino de esta fruta, permitiendo al sector obtener retornos aproximados de MUS$ 114.687,8 FOB.

15 de Marzo 2017 Equipo Redagrícola
Oportunidad de negocio y riesgos fitosanitarios

El género Actinidia es nativo de China y comprende alrededor de 55 especies distribuidas principalmente a través del Este de Asia, desde el Sur del Ecuador en la zona tropical hasta las regiones templadas-frías, aproximadamente 50º latitud Norte. Estudios de este género han revelado una amplia variación genética, morfológica y de ploidía intra e interespecífica. El número de cromosomas reportados para alrededor de 50 taxas de Actinidia incluyen estructuras diploides, tetraploides, hexaploides y octoploides.

El complejo Actinidia chinensis Planchon comprende tres variedades, A. chinensis var. chinensis, A. chinensis var. deliciosa (A. Chevalier) A. Chevalier y A. chinensis var. setosa H.L. Li, J. Arnold Arbor. La domesticación de A. chinensis var. deliciosa ocurrió durante 100 años, aproximadamente, mientras que la domesticación de A. chinensis es mucho más reciente, comenzando este proceso en China hace cerca de 40 años. El cultivar ‘Hayward’ (A. chinensis var. deliciosa) permitió la rápida expansión de las plantaciones de kiwi en el mundo a partir de 1970. Los cultivares de Actinidia chinensis var. chinensis han tenido aún un mayor impacto comercial que ‘Hayward’, debido a la gran aceptación del mercado consumidor y ha provocado un acelerado aumento de la superficie cultivada con esta especie tanto en Nueva Zelanda como en otros países en la última década. Es así como alrededor del 20% de los huertos de kiwi actualmente en producción en Nueva Zelanda corresponden a A. chinensis. La industria del kiwi en el mundo con más de 120.000 ha plantadas y con una producción anual sobre 1,35 millones de toneladas de fruta fresca, esta basada hoy en día en estas dos especies de Actinidia.

Nuevas variedades de Kiwi
Ausencia de brotación o marchitez prematura y muerte de brotes en plantas “Hort16A” de tres años. Fuente: J.Auger.
Nuevas variedades de Kiwi
Madera de plantas afectadas presentan una necrosis de color pardo oscuro y presencia de micelio de V.albo-atrum en el sistema vascular en la variedad “Hort16A”. Fuente: J.Auger.

A partir de finales de 1990 se inició el establecimiento de huertos, principalmente en Nueva Zelanda e Italia, de variedades de A. chinensis de pulpa amarilla provenientes de programas de selección y mejoramiento. Variedades que cumplen con los atributos deseables del kiwi como son sabor y fragancia, apariencia, inocuidad y diversas propiedades benéficas para la salud, además de larga vida de poscosecha así como facilidad de determinación del punto de madurez. Entre las nuevas variedades de A. chinensis con mayor superficie plantada se destacan:
Zespri™ Gold ‘Hort16A’ (Nueva Zelanda): variedad diploide obtenida a partir del cruzamiento de dos líneas parentales en 1992. Actualmente existen 4.000 hectáreas plantadas en el mundo. El fruto se caracteriza por su pulpa amarilla, alto contenido de azúcar, vitaminas C y E, hierro y sabor tropical. Altamente productivo, con momento de cosecha similar a ‘Hayward’.
Jintao (Jing Gold®, del consorcio Kiwi Gold, Italia): variedad de pulpa amarilla, tetraploide, seleccionada en China e introducida en Europa en 1998 para su evaluación. Fruto uniforme, limpio, con mínimas deformaciones, de buena calidad interna, con ciclo vegetativo 23 días más corto que ‘Hayward’, excelente poscosecha (2-6 meses). Menor calibre que otras variedades de pulpa amarilla, con producción de 35.000 kg/ha.

Otras variedades:

A19 (Enza Gold®): cultivar de pulpa amarilla, diploide, obtenido a partir de cruzamientos parentales seleccionadas por D. Skelton, Nueva Zelanda. Altamente productiva, con fruto de calibre y apariencia muy semejante a ‘Hayward’ y se distingue de ’Hort16A’, por no presentar extremo floral pronunciado, lo cual la hace menos susceptible al daño mecánico. Mayor acidez que ‘Jintao’ y ‘Hort16A’.

JB Gold o Y374 (Kiwi Kiss®): variedad de pulpa amarilla, obtenida a partir de selección de líneas parentales por D. Skelton (Nueva Zelanda). Es altamente productiva (50-60 ton/ha), entre las variedades de pulpa amarilla es la de fruto de mayor tamaño, ciclo productivo más corto que ‘Hayward’ e incluso que ‘Jintao’ y ‘A19’.

Soreli: variedad tetraploide, obtenida en 1997 a partir de cruzamientos controlados de líneas parentales en la Universidad de Udine (Italia). Su brotación y floración se anticipa algunos días a ´Hayward’. Fruta con pulpa de color amarillo brillante, la que alcanza su madurez aproximadamente 30 días antes que ‘Hayward’. Excelente calidad de poscosecha (90-120 días de almacenamiento) la cual puede prolongarse hasta 6 meses bajo condiciones de atmósfera controlada. La aceptación por parte del mercado consumidor es similar a ‘Hayward’ aunque ligeramente menor en comparación a ‘Jintao’. Presenta alta tolerancia a bajas temperaturas (-13 a -14°C), sin evidenciar disminución en la fertilidad de sus yemas como ocurre en el caso de ‘Hayward’.

Summer 3373 (Summer Kiwi®): variedad de pulpa verde, originada en Italia a partir de cruzas dirigidas. Cultivar de maduración precoz (35 días antes que ‘Hayward’), más vigoroso en comparación a ‘Hayward’, alta productividad, fruto con menor acidez y mayor dulzor que otras variedades de pulpa verde pero similar a ‘Hort16A’, sin embargo, su vida en almacenaje es menor a la de ‘Hayward’, factor que se ve subsanado por su condición de primor.

Es importante señalar que la reciente introducción y masificación de algunas variedades de kiwi sin el debido conocimiento de su susceptibilidad a las principales enfermedades presentes en el país, así como del acceso y difusión de información referente al estado fitosanitario del cultivo del kiwi a nivel nacional, hacen necesario crear conciencia acerca de la real situación del cultivo en Chile, principalmente debido a que las condiciones imperantes locales no se corresponden a las existentes en los centros de origen de la especie.

Las condiciones chilenas, con primaveras y veranos con baja humedad relativa y escasa pluviometría, son limitante para la proliferación de enfermedades en muchos cultivos, principalmente para aquellos casos cuyos principales requerimientos son temperatura moderada (15-20°C) y presencia de agua libre (en forma de lluvia o llovizna), condiciones que no se presentan en las principales zonas productoras de kiwi en Chile. Por otro lado, las condiciones agroecológicas de los centros de origen del kiwi, se caracterizan por el predominio de alta humedad relativa, temperaturas moderadas y crecimiento bajo condiciones de semi-sombra. Situación muy diferente a las que enfrenta la especie en el agroecosistema de Chile Central.

Una característica fundamental que se debe considerar para el éxito del cultivo y la adaptabilidad de las variedades cultivadas al medio, es el comportamiento de las plantas y frutos con respecto a la susceptibilidad a condiciones de estrés. La diversidad así como los factores genéticos que regulan gran parte de estos atributos en el kiwi, aún se desconocen. El complejo Actinidia presenta variaciones en su ploidía. Es así como la var. chinensis incluye individuos diploides y tetraploides, mientras que la var. deliciosa esta principalmente constituida por tetraploides y hexaploides. La heterogeneidad de la ploidía indica que las variedades de kiwi hexaploides y tetraploides deberían tener una mejor adaptabilidad que las variedades diploides con respecto a condiciones de estrés tanto abióticos como bióticos. La ploidía de las diferentes variedades podría explicar parcialmente por que algunos cultivares comercialmente atractivos fracasan en ciertas localidades donde variedades de A. deliciosa (Hayward, 6x) han presentado una buena adaptabilidad y excelentes parámetros productivos (cualitativos y cuantitativos). Sin embargo, variedades de A. chinensis como es el caso de Hort16A (2x) han fracasado debido a la mala adaptabilidad a las condiciones agroecológicas (ej. sur de California, condiciones de altas temperaturas y baja humedad relativa), alta susceptibilidad a enfermedades fungosas (ej. Valle Central de Chile, Verticillium albo-atrum) y bacterianas (ej. Pseudomonas syringae pv. actinidiae , Latina (Italia) y Rotorua (Nueva Zelanda).

Entre los principales problemas fitopatológicos que afectan la producción del cultivo del kiwi se pueden distinguir dos grupos: aquellos que afectan al fruto (Botrytis, Esclerotinia, Phomopsis, Pseudomonas) y los que provocan daño en la madera y raíz (Plateado, Enrollamiento Clorótico, Phytophthora, Verticilosis, Cáncer y Cáncro bacteriano). La importancia de cada una de estas patologías para el cultivo del kiwi dependerá principalmente de la susceptibilidad de la especie (A. chinensis, A. deliciosa) y de las condiciones edafoclimáticas imperantes en la región.

Para el potencial éxito comercial de las nuevas variedades de A. deliciosa (Summer kiwi) y de las promisorias variedades de kiwi amarillo (A. chinensis), en Chile, se deberá considerar algunos aspectos fitosanitarios relevantes como son la marchitez violenta del kiwi amarillo Zespri Gold Hort16A causada por Verticillium albo-atrumen Chile y la bacteriosis causada por Pseudomonas syringae pv. actinidiae que ha causado daños devastadores en Italia y Nueva Zelanda.

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Reducción severa del sistema radical. A la derecha planta de kiwi var. “Hort16A” afectada por V.albo-atrum v/s planta sana (izquierda). Fuente: J.Auger.

Marchitez Violenta del Kiwi Amarillo en Chile

Este síndrome es causado por Verticillium albo-atrum y provocó la muerte de 150 ha de la variedad Zespri™ Gold ‘Hort16A’ (A. chinensis) plantadas en Chile en 2003-04. A pesar de que los huertos tuvieron un buen desarrollo en sus inicios, un significativo número de plantas murieron después de los dos primeros años, aumentando las pérdidas progresivamente durante los años siguientes. La enfermedad es más prevalente en plantas de 3 a 4 años.

En otoño, plantas aparentemente vigorosas se marchitan, defoliándose parcial o totalmente. En primavera, los síntomas se manifiestan mediante ausencia de brotación o marchitez prematura y muerte de brotes y flores (Figura 1). Las plantas afectadas frecuentemente producen sierpes desde el portainjerto. La madera de plantas afectadas presentan una necrosis de color pardo oscuro en el sistema vascular (Figura 2) y la corteza se presenta de una consistencia blanda con partiduras. La enfermedad produce una reducción severa del sistema radical (Figura 3) y es más severa en las plantaciones realizadas en suelos ocupados anteriormente por otras especies frutales como manzanos, perales, ciruelos, cítricos y/o vides. V. albo-atrum no ha sido reportado como agente causal de enfermedad semejante en la variedad ‘Hayward’ (A. deliciosa). Esto indica que ‘Hort16A’ es una variedad altamente susceptible a V. albo-atrum mientras que ‘Hayward’ es relativamente tolerante.

V. albo-atrum es un habitante común del suelo en Chile, afectando un amplio rango de especies cultivadas y malezas, sobreviviendo como micelio latente en el suelo y otras plantas hospederas. En los huertos plantados en suelos antes ocupados por monocultivo de maíz o rotación de cultivos anuales, la enfermedad es menos severa o no se manifiesta.

Altas poblaciones de nemátodos en suelos de replante favorecen la presencia de la enfermedad. Existen antecedentes de la interacción entre V. albo-atrum y nemátodos parásitos de plantas, ocurriendo una alta correlación entre la manifestación de la enfermedad y la presencia de nemátodos en huertos de olivos, cerezos y durazneros.

Pruebas de patogenicidad demostraron que la variedad ‘Hayward’ y el portainjerto ‘Bruno’ (ambos A. deliciosa) son tolerantes a la enfermedad, no así el cultivar ‘Hort16A’ y otras variedades de A. chinensis.
Como consecuencia del Síndrome de la Marchitez del Kiwi Amarillo, causada por Verticillium albo-atrum, actualmente en Chile no existen plantaciones de la variedad  Zespri™ Gold ‘Hort16A’, después de 8 años de su introducción.

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P. syringae pv. syringae, Cáncer Bacteriano del Kiwi
P. syringae pv. syringae es el agente causal del Cáncer bacterial del kiwi y afecta principalmente la madera de las plantas sin discriminar la edad de éstas. Generalmente, las plantas más susceptibles son aquellas que han sido sometidas a cualquier tipo de estrés (hídrico, nutricional, climático, etc.) y/o a la presencia de heridas (poda, transplante, desmalezamiento, roedores, etc.). Es en particular asociado a excesos de fertilización nitrogenada, que condiciona una mayor suculencia de los tejidos, haciéndolos más susceptibles a la ocurrencia de heridas. La distribución de esta enfermedad es mundial y se presenta en todos los países productores de kiwi.

La sintomatología incluye en plantas adultas, necrosis, marchitez de las yemas y flores (Figura 4) así como cancros en ramillas y tronco. En plantas jóvenes produce marchitez de brotes apicales y cancros. En caso de estados infecciosos muy avanzados o en presencia de abundantes poblaciones bacterianas, pueden observarse exudaciones de goma que incluyen la presencia de bacterias. La emisión de estos exudados, sumado a la ocurrencia de precipitaciones (naturales y/o del riego por aspersión) y labores culturales como la poda, permiten la diseminación del agente causal a otras plantas dentro del huerto.

La bacteria puede invernar de manera latente en cancros de ramillas y tronco y/o de manera epífita en ramillas y hojas de la misma planta hasta que las condiciones medioambientales se tornen favorables para su multiplicación y diseminación. La penetración de la bacteria puede ocurrir por aberturas naturales de la planta (estomas, lenticelas, hidatodes) o artificiales (heridas) y solo proliferará la infección sí las condiciones ambientales se mantienen favorables (agua libre y temperaturas moderadas). Como ya se ha indicado el exceso de vigor de la planta también favorece la enfermedad.

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Izquierda: Síntomas de botones florales de A. deliciosa “Hayward” afectados por P.syringae pv.syringae. Aspecto de un botón floral sano v/s enfermo. Los botones florales afectados por la bacteriosis no abren. Fuente: Dipartamento di Protezione delle Piante della Facoltà di Scienze e Tecnologie Agrarie dell’Università della Tuscia di Viterbo. Derecha: Hojas de A.chinensis “Hort16A” con lesiones necróticas rodeadas de halos cloróticos causados por Psa.(Latina-Italia). Fuente: J.Auger.

Pseudomonas syringae pv. actinidiae, Cancro bacteriano del Kiwi
Otra enfermedad bacteriana de gran importancia a nivel mundial y que afecta solo a este cultivo, es la ocasionada por Pseudomonas syringae pv. actinidiae (Psa) y que ha sido denominada “Cancro Bacteriano del Kiwi”. Fue identificada por primera vez en Japón en 1984. En 1992 fue reportada en Italia en plantas de kiwi ‘Hayward’ pero, en los años posteriores solo fue posible detectar la ocurrencia de la enfermedad de manera muy esporádica y no fue hasta el año 2008 en que se desarrollo una severa epífitia y fue detectada afectando a kiwi amarillo (Zespri™ Gold ‘Hort16A’ y ‘Jintao’).

A partir de 2010 los reportes se han multiplicado desde diferentes zonas productoras de kiwi: China (Anhui, Shaanxi, Sichuan), Japón (Hokkaido (Actinidia arguta), Honshu, Kyushu, Shikoku), Nueva Zelanda (regiones de Hawke’s Bay, Bay of Plenty y Golden Bay, Motueka), Francia (regiones de Rhône-Alpes y Aquitaine), Italia (Calabria, Campania, Emilia-Romagna, Friuli-Venezia Giulia, Lazio, Piemonte, Veneto), Portugal (provincia de Entre Douro-e-Mino). Durante 2011 Australia efectúa su primera notificación de acuerdo a aislados recuperados desde la localidad de Victoria.

En Chile el SAG, con fecha 22 de marzo de 2011 reportó la presencia de Psa en un huerto de kiwi de la VII región y por Resolución exenta N° 5.655 del 23 de agosto, publicada en el Diario Oficial de la República de Chile, el 30 de Agosto de 2011 se decreta el control obligatorio de la “Cancrosis bacteriana del kiwi” en el territorio nacional.

La sintomatología de esta bacteriosis es una decoloración parda de los brotes, manchas de color pardo rodeadas perimetralmente por un halo clorótico en las hojas (Figura 5), lesiones cancrosas en ramas y/o troncos sobre los que se desarrollan eventuales exudaciones de color rojizo (Figura 6); colapso por deshidratación de los frutos (Figura 7); marchitez de todos los tejidos afectados y finalmente puede llegar a provocar la muerte de la planta.

Al remover la superficie de troncos o ramas, el tejido subcortical presenta generalmente una coloración parda (Figura 8) y las lenticelas adquieren una tonalidad rojiza a su alrededor.

Las especies de kiwi que se comportan como las más susceptibles, de acuerdo a observaciones efectuadas en Italia son A. chinensis (‘Hort16A’ y ‘Jintao’) y en menor grado A. deliciosa (‘Hayward’). Sin embargo, en Francia los antecedentes revelan que tanto las variedades de pulpa verde como los de pulpa amarilla son altamente susceptibles a la infección.

Es importante señalar que Psa presenta ciclos de la enfermedad que pueden ocasionar daño en plantas de kiwi tanto en invierno como en primavera. En invierno la bacteria sobrevive en los brazos de la planta y es esta fase de la enfermedad la que estaría comprometiendo la producción de la próxima temporada. En primavera la bacteria puede afectar a toda estructura vegetativa incluyendo hojas, flores y sarmientos, siendo esta etapa fundamental en la diseminación de la bacteriosis.

Las infecciones por Psa ocurren como en todo el género Pseudomonas, a través de estomas, hidatodes o heridas ocasionadas por la misma brotación, heladas, viento y por heridas expuestas por caída de hojas.
La bacteria se puede multiplicar en la planta infectada de manera asintomática. Las plantas jóvenes (menores a 5 años) presentan una mayor susceptibilidad a la bacteriosis y es importante señalar que las células bacterianas pueden sobrevivir en la superficie de la hoja, sin ocasionar infecciones visibles durante 20 días.

La lluvia y la temperatura son factores importantes en el desarrollo de los síntomas. Según algunos estudios la temperatura óptima para su desarrollo fluctuaría entre 15 ± 3°C. La mayor o menor susceptibilidad de las variedades de Actinidia estaría directamente relacionada con las condiciones medioambientales imperantes en cada región. Por ejemplo, en Japón la enfermedad se desarrolla rápidamente durante la primavera a temperaturas fluctuantes entre 10–20°C. Sin embargo, en verano requeriría de temperaturas más altas (>20 °C pero < 25 °C), solo sí ocurren condiciones excepcionales de frío y lluvias estacionales.

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Izquierda: Exudado de sabia y bacterias desde madera de kiwi afectada por PSA. Fuente: INFOS KIWI Nº12: Pseudomonas syringae pv.actinidiae (PSA): Une nouvelle menace pour le kiwi. Bernard Hennion, Ctifl Séverine Brun, Zespri France.

Derecha: Deshidratación y colapso de frutos de Actinidia Chinensis “Hort16A” afectados por Psa (Latina, Italia). Fuente: J.Auger.

A temperaturas de 25°C o superiores no es posible observar la manifestación de nuevos síntomas, debido a que el factor temperatura sería el que favorecería la capacidad de la planta para oponer resistencia a los eventos infectivos ocasionados por Psa. Esto último se debería principalmente a que con temperaturas cercanas a 22°C la planta desarrolla callos alrededor del área infectada, lo cual impide que la infección progrese. Lo que no ocurre a temperaturas cercanas a 20ºC y a 15ºC la formación de este tipo de tejido cicatricial se detiene completamente.

En la Figura 10 se presentan las temperaturas (máximas y mínimas) y precipitaciones anuales históricas, así como su distribución en los estadios fenológicos críticos del desarrollo del kiwi, en Nueva Zelanda, Corea, Italia y cuatro localidades de Chile, observándose grandes diferencias. Esto permitiría explicar el por qué, al igual que en otras bacteriosis de tipo cuarentenario tales como el caso de Xanthomonas arboricola pv. pruni, agente causal de la Mancha bacteriana de las especies prunoídeas, aún estando presente en países limítrofes, no se haya reportado su presencia en Chile. Así como Erwinia amylovora, agente causal del Tizón violento del peral y del manzano. Si bien y como ya se ha indicado, el SAG ha reportado la presencia de Psa en Chile, las diferencias de los regímenes de temperatura y precipitaciones dificultarían fuertemente su adaptación, desarrollo y diseminación.

Uno de los inconvenientes que esta enfermedad plantea a los diferentes mercados productores de kiwi es la existencia de periodos asintomáticos o latentes, lo que dificulta la detección e identificación mediante metodología visual en el material vegetal, en particular en el destinado a propagación. Por este motivo es que se han desarrollado protocolos de detección más específicos y rápidos que permiten, mediante la correlación de estos resultados y los obtenidos mediante pruebas bioquímicas (LOPAT), la identificación y caracterización más certera de la bacteria.
El control de esta bacteriosis ha consistido en aspersiones de sales de cobre con y sin enmiendas de otros elementos (ej. hierro) o antibióticos en épocas críticas de infección. Ambas alternativas de control presentan altas probabilidades de inducir el desarrollo de resistencia en la bacteria, lo cual ya se ha reportado en Japón y Corea. En el caso de los antibióticos, las entidades que norman en Chile los productos de acción biocida poseen un limitado número de ingredientes registrado debido al riesgo que ofrecen para la salud humana.
En el país, al igual que en otras bacteriosis, el control más exitoso es el preventivo y consistiría en:
– Selección de plantas sanas para nuevas plantaciones, establecimiento de variedades de reciente introducción solo posterior a la evaluación de la susceptibilidad a las condiciones locales,
– Utilización de programas de fertilización balanceada considerando para ello análisis nutricionales de suelo y foliar,
– Eliminación del material vegetal sintomático,
– Desinfección de todos los utensilios empleados durante la poda (tijeras, serruchos, guantes, etc.),
– Óptimo manejo hídrico, evitando así, cualquier factor estresante en las plantas. En el caso de elegir un sistema de riego tecnificado, preferir goteo, ya que permite disminuir cualquier grado de deriva del agua y la diseminación de las colonias bacterianas.
Una medida adicional de control preventivo adoptada por países libres o en estado de riesgo de internación es la cuarentena o discriminación de importación de material de propagación (estacas o plantas recién formadas, incluyendo a aquellas obtenidas como material in vitro) o fertilización (polen), desde países que hayan reportado la enfermedad.
Estos antecedentes nos permiten destacar lo importante que es mantener la sanidad de este cultivo para evitar el riesgo que conlleva la presencia de estos agentes patógenos en los huertos de kiwi de variedades que genéticamente han demostrado ser más vulnerables a estas enfermedades, bajo ciertas condiciones edafoclimáticas desfavorables.
Las nuevas variedades de kiwi, de gran aceptación del mercado consumidor por sus excelentes cualidades organolépticas, así como las indudables ventajas de conservación en poscosecha, son una muy buena alternativa de reconversión para el sector frutícola nacional, que debe aprovechar una oportunidad comercial ante el inminente desabastecimiento del mercado mundial debido a la disminución de la producción causado por el Cancro  bacteriano (Psa) en Italia y Nueva Zelanda. Para el éxito del establecimiento y explotación de huertos de Kiwi amarillo, económicamente rentables en el tiempo se deben considerar los siguientes aspectos:
–    Utilizar en el establecimiento del huerto planta certificada libre de Psa. y otras patologías asociadas a A. chinensis.
–    Disponer de información relativa a condiciones edafoclimáticas del lugar a plantar (sanidad del suelo, evitar suelos de replante, registros de temperatura, humedad y precipitaciones en periodos críticos de desarrollo de estas patologías).
–    Implementar las prácticas de manejo y medidas preventivas más adecuadas que evitarán la potencial infección y establecimiento de este tipo de patógenos.
La información que se entrega en este artículo pretende ser una guía de apoyo en la toma de decisiones de los fruticultores interesados en plantar estas nuevas y promisorias variedades de Kiwi en Chile.

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