Monitorean chinche pintada con trampas de feromonas
La chinche pintada, Bagrada hilaris, es la principal plaga de las hortalizas en el productivo cordón hortícola de la Región Metropolitana. Los trabajos de investigación de INIA para lograr una metodología de control no se han detenido pese a las restricciones provocadas por la crisis del Coronavirus.
Para desarrollar métodos de manejo efectivos de la chinche pintada, 14 profesionales de INIA La Platina llevan a cabo un proyecto con respaldo del Gobierno Regional Metropolitano. Este contempla la instalación de trampas de atracción del insecto utilizando feromonas en cultivos de brassicas, con el fin de monitorear su fluctuación poblacional y el nivel de control alcanzado. A la fecha ya se ha ubicado un porcentaje importante de dispositivos.
El proyecto va en beneficio de 400 productores de las comunas de Lampa, Colina, Talagante, Curacaví, Paine, María Pinto, Maipú y La Pintana. Ellos cultivan hortalizas de alto consumo en los hogares chilenos, tales como repollo, coliflor, brócoli y rúcula, entre otras, que sufren severos daños a causa de la chinche. La dificultad de control se ve acrecentada por la diversidad de plantas hospederas, alrededor de 74 especies, incluyendo cultivos, malezas y plantas ornamentales.
ACCIONES PARA DISMINUIR LA PRESENCIA DE LA BAGRADA
Nancy Vitta, especialista del Laboratorio de Entomología de INIA La Platina, entrega las siguientes recomedaciones orientadas a disminuir la intensidad de la plaga:
-Monitoreo semanal, para buscar sitios de puesta de huevos en hojas o suelo.
-Recolección manual a principios de la temporada para reducir las poblaciones.
-Eliminación de restos de cultivos después de la cosecha o incorporación de los mismos, donde los insectos puedan buscar refugio.
-Utilizar plantines sanos.
-Si es trasplante, que las plántulas tengan más de 4 hojas verdaderas (son menos susceptibles).
-La instalación de cubiertas de malla de tela ligera puede ayudar con el establecimiento de semillas directas.
-Rotación de cultivos, después de una brassica utilizar un cultivo de una familia distinta.
-Incorporar corredores biológicos en el borde del potrero para atraer enemigos naturales y polinizadores.
SE BUSCA IDENTIFICAR LOS MOMENTOS MÁS PROPICIOS PARA REDUCIR LA PLAGA
Pese a las dificultades de operación originadas por la crisis del Covid-19, los estudios continúan avanzando, señala el investigador a cargo José Lagos:
“Nuestro objetivo principal es recuperar la superficie que los agricultores cultivan con brassicas en la región Metropolitana, mediante el fortalecimiento de sus capacidades técnicas para reducir poblaciones del insecto e identificar momentos más propicios para reducir la plaga. Por eso, con medidas preventivas indicadas por la autoridad sanitaria, seguimos en terreno desarrollando esta importante etapa de nuestro proyecto”.
El Director Regional de INIA La Platina, Emilio Ruz, explicó que la agricultura es una actividad esencial para la alimentación y bajo cualquier circunstancia debe seguir aportando para asegurar los alimentos que necesita la población:
“INIA es parte indispensable de la cadena alimentaria y, por lo tanto, tampoco puede parar. Eso sí, adaptándose a las condiciones críticas del momento y tomando todos los resguardos sanitarios recomendados por las autoridades de salud, para que el personal que deba salir a terreno lo siga haciendo en forma responsable y segura”.