Un grave problema sanitario está afectando a los cerezos en el norte de Extremadura, España, debido a las bajas temperaturas y alta humedad que se mantienen desde fines de marzo. Estas condiciones climáticas detonan la aparición de moniliosis, enfermedad de muy difícil control pues los tratamientos preventivos y curativos no tienen efecto si dichas variables ambientales no cambian, según indica Agroinformacion.com

Monilia ya ha afectado a más del 10% de la superficie de cerezos en la zona mencionada, unas 800 hectáreas. Se estima que la pérdida superará los 4 millones de kilos de fruta. El impacto no se restringirá a la presente temporada, pues las consecuencias sobre los árboles se extienden a los años siguientes.

Las organizaciones de productores locales han solicitado el apoyo del gobierno para determinar con exactitud el alcance de los daños y recibir asesoría técnica respecto a la forma de enfrentar el problema. Debido a la falta de coberturas del seguro agrícola, la mayoría de las plantaciones no cuenta con este instrumento. Las que sí lo tienen corren el riesgo de que los daños no resulten indemnizables dado que los perjuicios son provocados por la enfermedad y no directamente por los fenómenos climáticos.

En Chile la monilia, moniliosis o tizón de la flor, provocada por el hongo Monilia laxa, afecta a la mayoría de las especies de prunus. En zonas con primaveras húmedas, causa un destructivo atizonamiento de brotes, flores y ramillas, con un efecto directo en reducción de rendimiento. En regiones con veranos lluviosos genera pudrición de frutos. Existen tratamientos químicos para controlar a inicios de floración, plena flor y caída de pétalos, así como en postcosecha. El manejo cultural consiste en retirar del árbol los frutos momificados, eliminar las ramillas afectadas en la poda y sacar los restos de poda del huerto (Boletín INIA Nº141, Cerezos: principales enfermedades presentes en la Región del Maule).