Metalosate® para el incremento de producción, mejora de la calidad y condición post cosecha en el cultivo de arándano
Los productos Metalosate® son una serie de nutrientes quelatados por aminoácidos específicos para aplicación foliar, desarrollados a partir de la comprensión exacta de como las plantas absorben, trasladan y utilizan los nutrientes. Su tecnología es la más avanzada en la actualidad en cuanto a nutrición se refiere y cuenta con más de 150 patentes a nivel internacional que respaldan su prestigio. En muchos países en el mundo, se ha realizado diversas investigaciones que demuestran el incremento de vida anaquel, calidad, valor nutricional y productividad en diversos cultivos. En el Perú, Metalosate es una las principales herramientas tecnológicas implementada en los campos de cultivo, para hacer frente a los altos estándares de calidad exigidos por el mercado internacional.
El Perú se ha consolidado como el principal exportador de arándanos en el mundo y esto nos propone una serie de retos importantes relacionados con mejorar los procesos productivos y al mismo tiempo incrementar los rendimientos. La búsqueda de mercados más rentables como el americano y el asiático conlleva viajes más prolongados sometiendo a los frutos a mayor tiempo de almacenaje y transporte. Se desea entonces sostener un mercado que cada día se torna más exigente, sobre todo en parámetros de alta calidad y condición de fruta en destino, momento donde el arándano adquiere su valor monetario real. Las dificultades técnicas más difundidas en el cultivo del arándano están relacionadas con la deficiencia en la absorción y movimiento de nutrientes en momentos clave como la división celular o bajo condiciones de estrés biótico o abiótico que dificultan estos procesos según la zona geográfica o tipo de manejo implementado. Los principales defectos en el fruto de arándano son: la pérdida de firmeza, el ablandamiento de la fruta y los “machucones”, entre otras fisiopatías. De otro lado, es interesante y necesario pensar en mejorar el calibre y peso de baya para lograr mayor rentabilidad. Tattersall Perú, introdujo hace algunos años una propuesta de valor, mediada por una tecnología que logra traslocar los elementos minerales de una forma muy eficiente y oportuna, logrando corregir las deficiencias clave en los cultivos de exportación. Nos referimos a la tecnología: Metalosate®.
Juan Luis Vilchez, jefe del dpto. de desarrollo de negocio en la zona norte del país, nos explica en que consiste esta tecnología. “La molécula patentada de Metalosate® es un quelato orgánico de aminoácidos (bisglicinato) que tiene muchas virtudes en relación a las diversas formulaciones existentes en el mercado. Primero, tiene carga neutra, por tanto, no se adhiere a la superficie de la hoja. Segundo, tiene un tamaño de partícula muy pequeño (5 Ångström) que le permite mucha facilidad para ingresar y movilizarse dentro de la planta. Finalmente, por su estructura basada en aminoácidos, una vez aplicado es identificado y traslocado como un “fotosintato” a través del floema, dirigiéndose directamente hacia los frutos. Todas estas características permiten que Metalosate sea la tecnología de vanguardia en nutrición foliar en el mundo”, manifiesta. El programa Metalosate Ca-B-K® busca principalmente: 1) Fortalecer la pared celular para reducir todas las fisiopatías relacionadas con el calcio, que en definitiva, merman la calidad y condición del fruto. 2) Incrementar el peso de baya en momentos clave para lograr mayores rendimientos.
Sebastián Ochoa, asesor internacional y especialista en el cultivo de arándano, junto con el equipo de investigadores de la Consultora Agrícola y Comercial Santa María SPA, han realizado diversas validaciones en campo, tanto en Chile como en Perú, y han sido los pioneros en desarrollar estas tecnologías novedosas obteniendo muy buenos resultados en las investigaciones. Según nos indica el investigador, es clave llevar los programas de manejo con fertilizantes foliares de buena calidad y la función de estos elementos en la planta es vital para obtener cosechas con buena rentabilidad. “El calcio es parte constituyente de la protopectina de la lámina media de la pared celular, es un agente cementante que a través de los pectatos de calcio mantiene las células unidas brindando integridad y permeabilidad a las membranas, esto permite que las células tengan estabilidad en su unión y les confiere resistencia contra las enzimas poligalacturonasas que son las responsables de la hidrólisis del pectato de calcio. Por lo tanto, al contener más pectato de calcio, los tejidos son más estables por más tiempo y se demoran más en colapsar”, precisa. Un aspecto muy importante para la fruta es que el calcio forma calmodulina, molécula constituida por 4 átomos de calcio junto con 148 aminoácidos. “La función de esta proteína es inhibir varias enzimas que hacen que la fruta sea senescente y otras que participan en la producción de etileno, por lo tanto, ayudará a retrasar el ablandamiento, la harinosidad de la fruta y el pardeamiento interno”. Por otro lado, el potasio y el boro cumplen un rol también importante en el cultivo, ambos relacionados al incremento de producción y rentabilidad. “Con el potasio podemos transformar y generar la acumulación de carbohidratos siendo un elemento clave para el movimiento de los azúcares y el boro es tremendamente importante ya que participa en el metabolismo de los carbohidratos, tanto en el movimiento como en la utilización de los mismos y también en la síntesis de sucrosa y almidón, por lo cual junto a los demás elementos ayuda a construir una fruta de buena calidad”, explica. Entre otros beneficios del programa nos manifiesta: “El hecho de aplicar estos productos cuando hay flor es bastante positivo, ya que el boro también está involucrado en la fertilidad de los granos de polen, en el crecimiento del tubo polínico y también hace más apetente las flores a las abejas ya que mejora los niveles de azúcar en el néctar, por lo tanto, la polinización es mejor y al haber más semilla vamos a tener mayor calibre y más peso de fruto”, añade.