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Mecanización en Viñedos

Menos mano de obra, más sustentabilidad y calidad

Las máquinas no solo ayudan a los productores de vino a cosechar más kilos en menor tiempo y, a la larga, a costos más bajos que empleando mano de obra. La implementación de herramientas tecnológicas también les permite disminuir el uso de agroquímicos, mejorar la biología del suelo y, en definitiva, obtener mejores plantaciones para garantizar un ciclo de vida del viñedo de largo plazo. Es lo que están promoviendo algunas viñas como Aresti Chile Wines y San Pedro.

11 de Diciembre 2018 Jorge Velasco Cruz
Menos mano de obra, más sustentabilidad y calidad

En los últimos años, el alto valor y la baja disponibilidad de mano de obra han sido dos factores que han afectado fuertemente a la industria vitícola chilena y uno de los motivos para incentivar su mecanización. Hoy, la utilización de maquinaria para realizar labores agrícolas en los viñedos es una realidad que ha ido está ganando adeptos y hectáreas en el país, gracias a que provee aumentos en la productividad y en la sustentabilidad del negocio del vino.

“Un tema relevante es plantar pensando en la mecanización, con ciertos marcos estándares, plantas bien acondicionadas y terrenos en buenas condiciones. También son importantes las maquinarias y la capacitación que reciban los operadores. Teniendo esos componentes asegurados, el éxito está también asegurado. Todo eso nos puede llevar a ahorrar dinero y ser amigables con el medio ambiente”, comenta Marcelo Lorca, gerente agrícola de ACW.

Para ello, aclara Marcelo Lorca, Gerente Agrícola de Aresti Chile Wine (ACW), es vital diseñar y plantar las viñas con estándares que permiten el paso de las máquinas, con plantas bien acondicionadas, terrenos en óptimas condiciones –sin piedras, con condición – y personal debidamente capacitado. “Teniendo esos componentes asegurados, el éxito es también seguro. Todo el conjunto nos puede llevar a ahorrar dinero y ser amigables con el medio ambiente”, afirma.

Una de las ventajas más evidentes de la mecanización está en la cosecha, gracias a que permite vendimiar la uva de manera limpia, a una buena velocidad, en el momento adecuado o en el que se necesite, como ocurre en la noche cuando está más fresco y se favorece la buena condición de la uva de variedades blancas, por ejemplo.

Sin embargo, el uso de maquinaria en viñas puede ir mucho más allá –en labores como subsolado y cultivo del suelo, corte de malezas y siembra de capas vegetales-, especialmente en aquellas plantaciones que buscan promover la sustenibilidad de su negocio.

 

PICADORA DE SARMIENTO FALC SPIT GREEN

Máquina que tritura y pulveriza los sarmientos para depositarlos sobre los camellones por medio de toberas. “Se generar un mulch o carpeta vegetal que puede servir para mejorar la biología de suelo, controlar humedad y malezas, dependiendo de la cantidad de masa vegetal y de materia orgánica que se puede disponer sobre los camellones”, explica Marcelo Lorca.

Se encuentra en anchos de 1.200, 1.350 y 1.650 milímetros, aunque la segunda opción es la más apropiada para viñas. El hecho de que tenga 18 martillos es muy importante. Está picando y tirando hacia fuera, por lo que necesita mucha ventilación. Mientras más martillos tenga, es mayor la cantidad de aire que puede llevar.

El apoyo de la máquina, es sobre rodillo y dispone de distintas regulaciones de altura al suelo, para evitar el contacto con piedras u otros elementos que puedan dañarla. Puede funcionar también solamente como picadora. Precio de $ 6,3 millones puesta en Chile.

SUSTENTABILIDAD EN EL MANEJO DEL SUELO

La utilización de máquinas en el cultivo de la vid entrega diversos beneficios. “Los principales son la sustentabilidad en el uso de agroquímicos, mejorar la biología del suelo, en el cuidado del medioambiente, en la seguridad de los operadores  y mejorar la vida útil del viñedo. La viña es más productiva en el tiempo en rendimiento y calidad. Un viñedo con un suelo compactado presenta niveles de disponibilidad de potasio que son muy bajos. Este es un elemento que interfiere en características como los colores y los aromas de las uvas y la cantidad de producción, porque tiene más azúcar y el azúcar se convierte en alcohol. Por eso, la calidad de los vinos es notablemente diferente”, explica Lorca.

A su vez, agrega el experto, el empleo de estos dispositivos permite el control de malezas en forma mecánica y no química, por lo que ayuda a disminuir la utilización e impacto de los herbicidas, cuyo uso es cada vez más restringido o cuestionado. “Todos los temas que tienen que ver con la sustentabilidad en el manejo del suelo, la flora, las carpetas vegetales y los enemigos naturales favorecen la biología del suelo y el crecimiento de la planta. Los hongos y bacterias benéficas que están en el terreno ayudan a la descomposición y a la transformación de ciertos elementos que pueden servir para el cultivo como, por ejemplo, la materia orgánica, los ácidos húmicos o los ácidos fúlvicos”, explica el Gerente Agrícola de ACW.

En tanto, detalla Lorca, labores como los subsolados (que se realizan en la postcosecha, cuando la planta está entrando en receso) favorecen la oxigenación de suelos compactados, la cosecha de agua de lluvia en el perfil del suelo y la liberación de elementos minerales para que puedan ser mejor aprovechados por las vides. Y la siembra (en mayo) de carpetas vegetales o el mantenimiento de flora nativa entre hileras ayudan a la presencia de enemigos naturales.

 

CULTIVADOR E INTERCEPAS SÁNCHEZ BEATO

Equipo cultivador de 7 brazos. Se monta en la parte trasera del tractor. Puede cultivar sobre hileras como entre hileras. Sirve para un marco de plantación de 2 a 2,5 metros. Tiene dos intercepas con censor incorporado. Gracias a que cuenta con un chasis con amortiguaciones independientes para cada brazo, el área donde opera el chisel trabaja dependiendo de la dureza y regularidad del terreno. Con ello gana estabilidad y rapidez.

Es un equipo diseñado para realizar un trabajo constante. Se tiene que usar cuando la maleza llega a los 10 centímetros de altura como máximo, porque si está sobre el sensor, lo va a engañar y le va a entregar información con la cual va a percibir que es una parra, por lo que no va a querer trabajar. Las malezas altas confunden al sensor de la máquina y esta se resiste a atacar.

Algunos alcances

• Funciona principalmente sobre tierra húmeda.

• Apropiada para parras bien formadas o con tutor de referencia. No es apropiada para viñas viejas y deformadas.

• Altura de labranza regulable.

• Sin elementos eléctricos en las zonas de contacto para minimizar desperfectos.

• Accesorios cambiables (chuchillo o arado aporcador, por ejemplo).

• Puede trabajar con la línea de riego a cualquier altura, siempre que no tenga globos, la manguera se encuentre amarrada en la punta y tomada dos o tres veces a lo largo de la hilera.

• No puede haber alambres, troncos, excesos de sarmiento o maleza muy alta que dificulte el tránsito.

• Velocidad: entre 5 km/h y 8 km/h. Rendimiento aproximado de una hectárea por hora, pasando por todas las entre hileras.

• Para el mantenimiento, engrasar los puntos donde hay rodados, lavar con regularidad, modificar el aceite y cambiar las piezas antes de presentar un alto nivel de desgaste.

• Precio puesto en Chile: $6,5 millones aproximadamente.

Pedro Fuentes, experto en maquinaria de la Viña San Pedro junto a una cultivadora Sánchez-Beato.

Múltiples Funciones

Las labores mecanizadas se pueden llevar a cabo incluso cuando los viñedos se encuentran en producción y no es necesario hacerlo en todas las hileras en cada temporada. Se puede alternar hilera por medio, generando un programa de rotaciones en el viñedo.

Los equipos necesarios son fáciles de incorporar a un tractor. Principalmente, su procedencia es europea, como ocurre con las marcas Sánchez-Beato (España), Clemens (Francia) o FALC (Italia). Entre sus características, detalla Marcelo Lorca, se destaca su polifuncionalidad: se pueden adaptar para realizar diferentes tareas (aunque no necesariamente al mismo tiempo), según las necesidades de cada agricultor. Algunos tipos de maquinarias son los siguientes.

Máquina subsoladora: permite romper y descompactar el suelo, con beneficios como facilitar la infiltración de agua, oxigenar el suelo, cortar raíces y activar crecimientos radiculares de las plantas. Según Marcelo Lorca, un subsolador de una pata tiene un costo aproximado de $ 2 millones.

Cultivador de suelo: es para mullir el terreno, lo que permite controlar las malezas entre hileras o sobre la hilera entre las plantas. Ayuda a manejar el pasto natural o sembrado que favorece la presencia de enemigos naturales. El cultivador se emplea desde la primavera en adelante. “Aparte de controlar malezas, rompe la capilaridad del suelo, lo que permite hacer más eficiente el uso del agua. El concepto a tener en cuenta es el de oportunidad. Mientras las máquinas entren a trabajar en el mejor momento, menos pasadas realizarán en la temporada y eso implica un ahorro”, afirma Marcelo Lorca. Un cultivador debiera recorrer unas 6-8 hectáreas por jornada, aproximadamente, aunque este número llegaría a un rango de 12-15 hectáreas si trabaja hilera por medio, dependiendo de la arquitectura y la conformación del campo y los cuarteles. Un buen ejemplo es el cultivador de la marca Víctor Sánchez-Beato (ver recuadro).

Cortadora rotativa o rana: ayuda a cortar la maleza y mantener la carpeta vegetal controlada como si fuera un césped. “De esta manera –apunta el ingeniero agrónomo de ACW- se tiene un pasto para transitar en el invierno entre las hileras, sin perder la tracción del tractor. Además, se genera un hábitat para tener enemigos naturales”. Se usa desde primavera en adelante. Sus precios oscilan en el rango de $2,5 millones a $5 millones.

Sembradora de carpeta vegetal: permite cultivar el suelo y realizar una siembra de especies vegetales en función del tipo de superficie y la problemática que presente. Por ejemplo, se pueden sembrar leguminosas para fijar el nitrógeno atmosférico y transformarlo en nitrógeno disponible a nivel del suelo. O brassicaceas con efectos alelopáticos sobre nematodos, entre otras familias de plantas, dependiendo de la condición particular y el problema a solucionar. La empresa californiana Schmeiser ofrece maquinarias de este tipo a un precio aproximado de $ 11 millones la unidad puesta en Chile.

Picadora de sarmiento con disposición sobre hilera: máquina que toma los sarmientos que caen entre las hileras después de la poda, lo tritura, lo mezcla con restos de carpeta vegetal, lo pulveriza y lo envía sobre la hilera de las vides. De esta manera, se produce un mulch natural que sirve para controlar maleza, humedad y aportar materia orgánica.

Estas herramientas se pueden aplicar sucesivamente a lo largo de todo el ciclo productivo de las vides. “Puedo subsolar en invierno y cosechar el agua para que no escurra por arriba, sino para que infiltre, ganando humedad. Cuando llega la primavera, cultivo la misma hilera subsolada y rompo el sello de capilaridad. Y la carpeta de al lado, que es la carpeta natural, la mantengo para transitar y promover la biología del suelo. Si tengo que sembrar, analizo el problema que debo enfrentar. Y al año siguiente alterno las hileras”, explica Marcelo Lorca.


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