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Ante su mayor presencia en paltos:

Recomiendan manejo de queresas con evaluaciones en campo y laboratorio

La estrategia en terreno es clave, pero los análisis en laboratorio son fundamentales para determinar si el programa fitosanitario es el más idóneo para el control de queresas. Uno de los principales errores identificados por el ingeniero Manuel Bravo, es que no siempre existe una buena cobertura de aplicación, especialmente en la parte superior de los árboles. El especialista además considera que es importante realizar el control de los estadios migrantes que se dispersan de las ramas y hojas hacia la fruta.

18 de Abril 2022 Equipo Redagrícola
Recomiendan manejo de queresas con evaluaciones en campo y laboratorio

Por Miriam Romainville Izaguirre

En la medida que aumenta la superficie sembrada de palta en el país, crece la presión de queresas en campo, las cuales pueden encontrarse no solo en hojas, sino también en ramas, troncos centrales e incluso en frutos. Un mal manejo de estos insectos puede derivar en daños cosméticos y causar un importante perjuicio económico. En esa línea, el ingeniero agrónomo Manuel Bravo, profesor e investigador de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, entrega algunas pautas para establecer un correcto manejo de la plaga. Considera que el análisis de muestras en laboratorio será clave para validar la eficacia del programa de control. “La evaluación de queresas tenemos que enfocarla en campo y en laboratorio”, afirma.

Una de las ventajas de realizar evaluaciones en laboratorio es que se puede monitorear diferentes aspectos; así, verificar si el producto aplicado, ya sea sistémico o de contacto, está ejerciendo un adecuado control. Además, permite determinar qué estados biológicos predominan en el campo. “En laboratorio se puede detectar, levantando la estructura protectora de la queresa, si la queresa está viva o muerta. También se puede determinar si la queresa está parasitada y el porcentaje de enemigos naturales presentes. La información servirá para dar referencia respecto a si el producto está cumpliendo con su función de control. Si yo hago evaluaciones continuas, de repente cada cinco días o cada semana, y veo que el número de queresas muertas se va incrementando, eso me está dando un aval de que el producto está controlando. En tanto, si hago una colecta de hojas, de ramas o de frutos por tercios, en laboratorio puedo verificar la eficacia de control o deficiencias de cobertura de aplicación en la parte superior, entonces es posible corregir de inmediato. Esto puede ocurrir frecuentemente cuando los árboles son muy grandes”, sostiene. Es así como las evaluaciones en laboratorio sirven como pauta para validar el programa diseñado para el control de las queresas.

Ing. Agr. Manuel Bravo.

El especialista considera que uno de los principales errores en el manejo está vinculado con la maquinaria usada para la aplicación del producto. Esta problemática se ve con mayor frecuencia en campos con árboles grandes, que llegan en algunos casos a superar los 7 metros de altura, según Bravo. “En la parte superior puede quedar fruta de la campaña anterior. Si no sacamos esa fruta, con seguridad, será nicho de diferentes queresas. El tercio superior se convierte en un reservorio para una reinfestación, ya que los productos no llegan con facilidad a esa zona”, explica.

RADIOGRAFÍA DE LAS QUERESAS

Son dos las principales familias de queresas asociadas a la palta: Diaspididae y Coccidae. En cada caso, es importante reconocer qué especie es las que se encuentra presente en campo, ya que según sea el caso variará su capacidad de reproducción, así como sus características morfológicas y de comportamiento. Asimismo, es esencial recordar que, en una plantación, puede haber más de una especie. “Dentro de Diaspididae hay algunas que son importantes. Se registran Fiorinia, Hemiberlesia, Aspidiotus y Pinnaspis, que son las especies más frecuentes. Y en la familia de Coccidae están Protopulvinaria y Saissetia, por citar ejemplos”, explica. En estos últimos géneros de queresas, los daños pueden ser directos e indirectos.

Hemiberlesia es una especie que pertenece a la familia Diaspididae y destaca por su aspecto redondo. Se puede encontrar en frutos y pedúnculo.

La familia Diaspididae, también conocidas como las ‘queresas armadas o escamas’, se caracterizan porque las hembras y machos se desarrollan debajo de una escama compuesta por exuvias y ceras. Al alcanzar su estado adulto, las hembras permanecen debajo de esta estructura protectora y los machos suelen emerger de un pupario. Las queresas se movilizan solamente en su primer estadio ninfal, denominado migrante o crawler, por unas pocas horas, hasta que se fijan en las hojas, tallos y frutos. Estas queresas adoptan diversas formas: circulares, subcirculares o alargadas.

“La ninfa móvil es la que se encarga de dispersar a la especie, pero también es el estadio más vulnerable. Se pueden registrar diversas formas de dispersión. A través del viento, las aves, otros insectos, la maquinaria y el propio personal de campo, que puede trasladar los migrantes de una planta a otra o de un lote a otro”, subraya. Dentro de esta familia está la especie Fiorinia, que se caracteriza por su capacidad para adherirse a la cáscara de la palta Hass, y que además es considerada de complicado control. “Su difícil manejo responde a sus ciclos, su rápido incremento poblacional”, anota. En altas infestaciones, pueden interferir en el proceso de fotosíntesis de las hojas, provocando su caída por las toxinas que introduce junto con la saliva, así como afectar la calidad de la fruta de exportación.

La familia Coccidae incluye queresas que tiene un ciclo de vida similar al de la familia Diaspididae, pero que además del daño directo, eliminan abundante sustancia azucarada, donde se desarrolla el hongo de la fumagina.

En la imagen se observa huevos y ninfas migrantes de Protopulvinaria pyriformis.

Ambas familias pasan por las mismas fases. La hembra deposita sus huevos debajo de la estructura protectora. La cantidad de huevos depende de la especie. Luego de un periodo de incubación nacen las Ninfas 1 con tres pares de patas, que tiene una etapa móvil y otra sedentaria al perder los apéndices locomotores. La parte móvil es de muy corto tiempo, no va más allá de 24 horas. La Ninfa 1 ya sedentaria puede durar una semana. Posteriormente pasa a Ninfa 2, fase donde la queresa ya definitivamente es sedentaria. De ahí en adelante será una queresa inmóvil por el resto de su ciclo. “Si la Ninfa 2 crea una muda nueva, con características morfológicas de la queresa, originará una hembra joven y se mantendrá como hembra. En tanto, si de Ninfa 2 pasa a un estado de pupa, ese es un indicativo que va a generar un macho”, precisa. En este grupo de insectos se aprecia un marcado dimorfismo sexual a partir de la Ninfa 2. Hay que recordar que de esa pupa nace un adulto diminuto que es alado, con presencia de antenas, que le permite, mediante feromonas, buscar a la hembra para la cópula. Vive poco tiempo, alrededor de tres días, debido a que sus piezas bucales están atrofiadas.

No obstante, precisa que además hay especies de queresas que se reproducen por partenogénesis, ya que las hembras pueden generar descendencia fértil. “Normalmente en aquellas que son partenogenéticas no hay presencia de machos”, acota.

1. Pinnaspis aspidistrae en ramas de palto. 2. La especie Fiorinia fioriniae es una especie dañina, por su capacidad de dispersión. Ataca ramas, hojas y frutos. Se alimenta de la savia, debilitando la planta, lo que se evidencia en un amarillamiento y provocación de secamiento y defoliación.

Coccidae ataca principalmente ramas, hojas y esporádicamente frutos. Producen mielecilla, lo que permite el desarrollo de fumagina. “Los Diaspididae no eliminan sustancias azucaradas, no eliminan carbohidratos, en cambio los Coccidae sí lo hacen, por ello se complica su manejo por la presencia de fumagina. La fumagina es un hongo saprófito, Capnodium sp, que se desarrolla sobre un sustrato glúcido disperso en las estructuras vegetales como hojas y ramas. Este hongo interfiere en el proceso de fotosíntesis, lo que conlleva a un estrés de la planta y en el futuro el manchado de órganos”, manifiesta. Protopulvinaria es un cóccido que está ampliamente distribuido en el continente americano. De acuerdo con el experto, tiene su nicho en el envés de las hojas. “No es frecuente que afecte la fruta, salvo que se registren altas infestaciones”, precisa.

Aunque algunas especies, tales como Fiorinia fioriniae, son de fácil identificación debido a sus características externas, el experto anota que la mejor forma de identificar las especies de queresa es a través de micropreparados de la hembra. “Identificar queresas obliga a realizar preparados de estos insectos en laboratorio”, reafirma. Este proceso debe ser refrendado por Senasa, institución autorizada para publicar los nombres de especies de plagas y benéficos.

3. La avispa Aphytis sp. es un conocido parasitoide de la queresa Hemiberlesia. 4. Los parasitoides son insectos benéficos naturales que permiten controlar las queresas. En la imagen, una pupa del parasitoide.

Respecto a los factores que favorecen el desarrollo de queresas y que sus ciclos de vida se acorten, considera como uno de los más relevantes a las condiciones de verano. “Si hay mayor temperatura, el ciclo generalmente se acorta. Es una relación inversa”, dice, tras sostener que a partir de 28°C se puede considerar que se está entrando a una época calurosa. Por poner un ejemplo, sostiene que, si en verano el ciclo es de alrededor de 30 a 40 días, en condiciones de frío se puede extender hasta casi dos meses. El especialista anota que, entre diciembre y febrero, en Olmos, se debe tener mucho cuidado porque hay un mayor flujo de queresas en su estadio migrante.

ESTRATEGIAS DE CONTROL

El programa químico de manejo de queresas puede incluir productos sistémicos, como los neonicotinoides. Si bien algunos de estos productos ya no pueden ser usados por vía foliar, hay aún la posibilidad que puedan suministrarse a través de las raíces. “Si se realiza una comparación entre Acetamiprid y Tiametoxam, se notará que el Tiametoxam es más móvil y puede ser mucho más viable aplicarlo vía sistema”, refiere. También existen en el mercado productos a base de Spirotetramat — que inhibe la formación de lípidos o grasas, lo que vendría a ser traducido como la inhibición de la energía que requiere el insecto para sus actividades—, Buprofezin —que inhibe la biosíntesis de quitina, por lo tanto, su efecto es sobre estadios ninfales— y Pyriproxifen, como acelerador de muda. Estos tres afectan el crecimiento y desarrollo de las queresas. Para realizar una correcta aplicación, el experto remarca que es necesario entender la relación entre las poblaciones de la plaga, mediante las evaluaciones y su asociación con la fenología del cultivo.

El uso de extractos vegetales y bioinsecticidas pueden ayudar a controlar queresas, pero su acción depende de las características físico químicas de los ingredientes, la calidad de aplicación en cuanto a la cobertura y también a la presencia de humedad como es el caso de hongos entomopatógenos.

Los parasitoides también son alternativa interesante de control biológico, ya que tienen un efecto de control específico para cada queresa. En el caso de Olmos, subraya que se han identificado varias especies de parasitoides, entre las que destacan los géneros Encarsia, Aphytis, Signophora, Arrenophagus y Metaphycus. El especialista sugiere que los productores deberían encaminarse hacia la recuperación de estos parasitoides como fauna natural, con la finalidad de no perder su acción cuando se eliminan en las aplicaciones. Se suma a esto, la presencia de diferentes depredadores, en especial coccinélidos como Lindorus, Azya, Coccidophilus.

Huevos, ninfas y adulto hembra de Protopulvinaria.

El proceso de recuperación de parasitoides se inicia con la recolección de hojas, ramas o frutos infestados con queresas, las cuales son transportadas a un laboratorio. “Esas ramas u hojas son colocadas en cajas de tecnopor que sean herméticas, luego se hace un orificio en uno de los lados donde se emboca un tubo o frasco transparente. La idea es que ingrese luz por ese frasco, esto con el objetivo de que las avispas que emerjan se orienten hacia el frasco. Posteriormente, se colectan los parasitoides y se liberan en los campos donde ya pasó un periodo de carencia de 8 a 10 días, evitando así que los biocontroladores sean afectados”, informa. Otra estrategia que ayuda en el control son los aceites minerales parafínicos, pero requiere hacer las pruebas de campo para utilizar la dosis adecuada, reduciendo las posibilidades de fitotoxicidad. “Los aceites parafínicos tienen una mayor acción sobre la queresa por anoxia”, menciona.

El momento más idóneo para el control de queresas se da durante la presencia de los migrantes. En este estadio las queresas pueden trasladarse desde las zonas internas de las plantas, ramas y ramillas, hacia las hojas y posteriormente llegar hasta los frutos. Su tamaño es de 0,3 a 0,4 mm. “Por el cuerpo descubierto de la Ninfa 1, el control es mucho más rápido. El tamaño y el cuerpo están prácticamente recién formados, no exhiben la capa protectora. Esta es una estrategia que tiene como base la evaluación constante y minuciosa de estructuras vegetales para determinar su presencia o la ubicación de hembras oviplenas que señalan la cercanía de estadios migrantes. El objetivo es evitar que estos móviles lleguen a infestar el fruto. En la etapa cercana a la cosecha se debe intensificar el monitoreo de frutos, especialmente a lo largo del pedúnculo, base donde se inserta con el fruto y el área colindante”, dice. Es importante que la evaluación sea visual y con la ayuda de una lupa de 20 a 30x.

Cuando las queresas son adultas, especialmente las diaspididas, su cuerpo se encuentra cubierto con escamas cerosas que incluye las exuvias de la primera y segunda muda, permaneciendo bien protegido debajo. Esto dificulta que muchos de los productos aplicados tengan un acceso directo al cuerpo de los insectos, salvo alguno que tenga algún elemento a base de aceites, que cubrirá y bloqueará la respiración. Por eso, “hay muchas recomendaciones con productos a base de aceite, pero, aun así, es muy importante tener en cuenta que el palto es una planta muy sensible a este tipo de productos, que pueden causar quemaduras en el brote y hojas tiernas”, manifiesta.

El manejo de estas plagas debe estar basado en una correcta identificación de la especie y una estrategia integral, con base en el monitoreo y seguimiento de la ruta de movimiento del estadio migrante. Mientras más anticipado sea su control, se puede evitar que la plaga afecte el fruto y cause un perjuicio económico importante.

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