Los retos de producir capsicum bajo ‘casa malla’ para exportar a EE UU
Tras la introducción de la ‘casa malla’ para producir ajíes frescos que se podrían vender a EE UU, el trabajo bajo estas estructuras ha sido más lento y tortuoso de lo que se esperaba, ya que se deben controlar factores y hacer un manejo del cultivo, que es diferente si este se estuviese produciendo al aire libre. El desafío también pasa por adecuar las estructuras a las necesidades de los productores del país. Es un trabajo que toma su tiempo, si se quiere conquistar un mercado como el estadounidense, que todos los años compra US$1,000 millones en producto fresco.
Gabriel Gargurevich Pazos
En una industria, como la del capsicum, que se ha enfocado fuertemente en las exportaciones de productos procesados, los envíos del producto fresco estaban en deuda. Eso, hasta que se abrió el mercado estadounidense, que permitió el ingreso del producto nacional, siempre y cuando fuera producido en campos protegidos con ‘casas malla’, ya que así no serían afectados por la mosca de la fruta. Ha habido empresas que han asumido el reto de producir bajo estas condiciones, pero como dice Renzo Gómez, presidente del Comité del Capsicum de Adex, “producir bajo casa malla no es tan fácil como lo suponíamos”. Y especifica que es por un tema del manejo agronómico que se realiza dentro de un ambiente al que no se estaba acostumbrado, “tiene que ver con temperaturas, excesos de calor y humedades. Todo esto se está aprendiendo, pero el ‘know how’ del aprendizaje está demorando un poco”, advierte.
El objetivo es conquistar a EE UU con el producto fresco
“EE UU es el gran mercado para el producto fresco. Es el que compra más de US$1,000 millones en capsicum fresco. Es un mercado muy grande, en el cual tenemos que estar presentes. Todavía nuestras exportaciones son muy tímidas, estamos llegando a US$3 millones; estamos en el puesto 67 de exportadores de capsicum fresco al mundo; pero en conserva, ocupamos el tercer puesto, mientras que en el producto seco debiésemos ser séptimos u octavos. Hay muchísimo que escalar en el mercado objetivo que es EE UU”. Sostiene Gómez.
En el caso de la ‘casa malla’ para capsicum, algo que puede replicarse con cualquier hortaliza, el cambio de temperatura, tanto dentro y como fuera de la estructura, es fuerte y puede haber una diferencia de entre 10 y 15ºC. Entonces los productores deben cambiar el ‘chip’, de lo que hacían a campo abierto, porque se trata, como sugiere Gómez, de un proceso productivo diferente. “Debemos saber fertilizar, porque si no la planta se va en vicio. Toda esta nueva tecnología se está desarrollando poco a poco en el Perú, pero aún no hay mucha experiencia al respecto. Un aspecto importante que debemos manejar es la variable del clima, que va desde las temperaturas hasta la humedad relativa. Por ejemplo, en Piura, hay que nebulizar el ambiente para que se genere humedad, ya que, en caso contrario, este se pondría muy seco”.
“Otro reto del manejo agronómico tiene que ver con el fertirriego, cuyo manejo debe estar de acuerdo a las necesidades que generan los nuevos patrones del clima”, sostiene y subraya que el riego se transforma así en una nueva tecnología, lo mismo que la estructura en sí. “Lo que se ha traído al país son modelos de ‘casa malla’ hechos en otros países, pero en Perú la situación es diferente; hay que adecuar las tecnologías a nuestra realidad”, añade.
Lo que preocupa a Renzo Gómez son las nuevas inversiones de los medianos agricultores que quieran entrar a este negocio de casa malla, “ya que es una posibilidad lejana para ellos. Por ello, estamos en conversaciones con la UNALM para hacer un convenio, que nos lleve a generar un paquete tecnológico con el fin de producir en casa malla”.
El objetivo del proyecto con la UNALM es construir estructuras con Andrés Casas, investigador de ese centro de estudios, y tras ello iniciar ensayos en cuanto a la siembra y poda, porque a diferencia de un campo al aire libre, aquí las plantas crecen hacia arriba y no hacia los costados. “Debemos hacer pisos florales con la característica de poder triplicar o cuadriplicar la producción. Entonces, hay que podar para llevar las plantas hacia arriba. Hay que desarrollar toda esta tecnología, y realizar ensayos con diferentes dosis de fertilizantes”, explica y subraya que una vez que se cuente con resultados se podrá plasmar esa tecnología en campos de productores.
La ‘ruta del ají’
Gómez cuenta que se han propuesto crear La Ruta del Ají, de la mano con Promperú, algo que han iniciado, más no culminado. “Cada institución involucrada está cumpliendo su función, pero no está funcionando una mesa de trabajo conjunta, como se había planeado, por las razones que ya expliqué. Por el momento, las acciones se hacen aisladamente, y se pierde el horizonte, lamentablemente. Entonces, estamos proponiendo una reunión, nuevamente, con el Ministerio de Agricultura para retomar estas mesas estratégicas y echar a andar este plan estratégico del capsicum”, explica.
LOS PRIMEROS ENVÍOS HAN LLEGADO EN ÓPTIMAS CONDICIONES A EE UU
La producción bajo ‘casa malla’ ya se ha exportado a EE UU. “Y está llegando muy bien. El principal producto masivo que se hace en ‘casa malla’ es el pimiento morrón. Le siguen la colección mexicana, como los jalapeños. Pero la que está creciendo y pareciera que es el que está prosperando con rapidez, en volúmenes pequeños, es la colección peruana, que contiene al rocoto, ají limo, ají panca, ají charapita, y otros más. Todos estos productos se están abriendo campo en los mercados de EE UU, principalmente, gracias a la comida peruana”, sostiene Gómez, remarcando que los envíos llegan bien a la Costa Oeste de EE UU, el mercado objetivo inicial. “Queremos conquistar primero Estados Unidos, que es un gran importador de capsicum fresco de todo el mundo, especialmente, de México. A EE UU, llegamos nosotros en catorce días. El problema surge cuando vamos por el lado de Nueva York, pues ahí los tiempos de viaje se alargan hasta más de veinte días. Pero, por ahora, se está plasmando tecnología para que la vida anaquel sea adecuada en cada una de las variedades, sobre todo en aquellos que tienen mejor vida anaquel, como el pimiento morrón”, explica.
EL DESAFÍO DE DESARROLLAR UN TRABAJO CONJUNTO
El presidente del comité de Capsicum de ADEX, señala que, dadas las circunstancias, es tarea de todos trabajar por el mejor posicionamiento de nuestro capsicum en el mundo. Dice que el deseo fortalecer el trabajo con ‘casas malla’ en los productores peruanos no debe pasar solo por la acción de la empresa privada, sobre todo porque una tecnología como esta va en directo beneficio de los agricultores. “Un productor que tiene 2 o 5 hectáreas de ajíes bajo ‘casa malla’ tiene un gran volumen de producción, además de desarrollar un trabajo continuo bajo estas condiciones, que no se da al aire libre”.
Sin embargo, Gómez menciona también al Estado como pieza clave en la tarea de desarrollo del capsicum nacional. Habla de ‘planes conjuntos’ y del hecho de que el Estado, en otros países, promueve la producción en casa malla para entrar en contraestación a diferentes mercados. No solo por eso, sino también por un tema de sostenibilidad, ya que bajo una ‘casa malla’ se usa menos agua para el riego, “porque se focalizan producciones de mucha intensidad en pequeñas áreas, al contrario de lo que sucede en producciones en campo abierto, donde se trabaja en áreas más grandes y con muchísima más demanda de agua”, ramarca y sostiene que se debe seguir desarrollando esta forma de producción en el país, más aún cuando esto se ha propiciado como una medida de mitigación por el gobierno de EE.UU., por la mosca de la fruta que hay en nuestro país.
Aunque también hace hincapié en que se debe continuar trabajando con el Senasa, buscando el acceso a los mercados del producto fresco, pero producido al aire libre. “En zonas como Tacna o Arequipa, donde se avanza en la erradicación de la mosca, quizá ya se pueda producir en campo abierto para la exportación”, sostiene. Por ello, es que Gómez ha sostenido reuniones con entidades estatales. “A raíz del fortalecimiento que hay que dar a la canasta de exportadores de capsicum, sobre todo fresco, porque es el que va a elevar la canasta a otras dimensiones. Nosotros hemos estado autoridades del Ministerio de Agricultura, elaborando un plan estratégico en relación al capsicum. Este plan se formuló el 2018, pero, lamentablemente, por los constantes cambios que hay en las autoridades, está en ‘stand by’ y nos preocupa porque estos planes que se hacen conjuntamente entre la empresa privada, el Estado, la academia, otros organismos y los mismos productores, son las hojas de ruta que debiesen tener todos los productos de exportación”, argumenta.
Pero, ¿cuándo se podría retomar este plan? “Estamos paralizados, lamentablemente. Llegamos a tener un presupuesto para iniciar las primeras pruebas de casa malla en la UNALM, y de ahí trabajar en zonas de producción de Lambayeque y Trujillo. Queremos retomar el proyecto; hemos pedido reunión al Ministerio de Agricultura, no solamente para ver el tema de la ‘casa malla’, sino también, para ver todo lo que conlleva el plan estratégico de capsicum”, responde sobre un programa que se se formuló en el 2017; el Ministerio de Agricultura lo aprobó y sacó una resolución ministerial el 2018, con un financiamiento aproximado de S/. 78 millones.
El presidente del comité de Capsicum de ADEX señala que este plan de trabajo en favor del capsicum peruano se desarrollaría en un lapso de diez años. Pero el plan es liderado por la Dirección Agraria del Ministerio de Agricultura, y como mencionó, los múltiples cambios de directores, funcionarios e incluso ministros, han hecho que este plan no se haya desarrollado de la mejor manera, con reuniones secuenciales y entregables de cada institución comprometida con el plan. “Pero esto ha comenzado a desarrollarse, aisladamente, dentro de cada institución. Falta retomar temas y, nuevamente, volcarlos a la mesa de estrategia que tenemos en capsicum”, acota Gómez, si es que se quiere cumplir con los objetivos que se habían trazado. Uno de ellos, el principal, es el desarrollo de una marca de capsicum peruano. “El ají peruano debe ser reconocido en el mundo, como el jalapeño de los mexicanos, cuya demanda aumentó exponencialmente. Una de las acciones era establecer el Día Nacional de Ají que ya se hizo y se celebra el primer viernes de septiembre; se hicieron algunas actividades.