La Fundación CSAV celebró la cuarta edición del Día del Comercio Global, un seminario enfocado en desentrañar la nueva cartografía del comercio mundial y sus implicancias para Chile, país con una economía fuertemente integrada al exterior.

“Chile es un país abierto al mundo y su economía está directamente ligada al comercio exterior. Este año, quisimos analizar en profundidad cómo están cambiando los equilibrios geopolíticos, qué hay detrás de las decisiones de las grandes potencias, qué está pasando con industrias claves y qué espacios hay para navegar en este nuevo escenario”, dijo el presidente de la fundación, Óscar Hasbún.

El expresidente Eduardo Frei fue el plato fuerte del evento, con un llamado a aprovechar las oportunidades para consolidar a Chile como una economía multiexportadora, que debe ser impulsada por una alianza público-privada.

Quien tambipen fuera embajador plenipotenciario de Chile para Asia mencionó que el país debe tener como principal objetivo la apertura de India, país con la mayor población y un mercado en expansión, pero también debe ver oportunidades en África y los países árabes, que ofrecen nuevas oportunidades.

Pese al ímpetu de desglobalización que ha surgido, con medidas proteccionistas que han hecho retroceder el libre comercio, Frei señaló que “la red de tratados de libre comercio es una de las más poderosas del mundo. La globalización cambiará, pero nunca va a desaparecer. Necesitamos un nuevo ciclo de crecimiento económico, llevamos diez años detenidos”, dijo y agregó que Chile tiene tres grandes desafíos: permisología, seguridad y reforma política.

Recordó que estamos al fin del ciclo de concesiones portuarias y hay una posibilidad de revisar los objetivos y visualizar la infraestructura necesita el país para los próximos años. Planteó que se necesita una institución permanente, que trascienda gobiernos y permita una planificación efectiva.

El ex mandatario hizo un llamado a confiar en Chile, asegurando que “lo hicimos antes, lo podemos volver a hacer”, añadiendo que “para eso decisión, coraje, convicción. Las herramientas están, por eso tenemos que ponernos de pie y prepararnos para despegar”, enfatizó.

CONSOLIDARSE COMO POTENCIA EXPORTADORA DE ALIMENTOS 

En el evento, también contó con la participación de lo líderes gremiales de las dos principales exportaciones no cobre de Chile: la fruticultura y el salmón.

En ese sentido, el presidente de Frutas de Chile, Iván Marambio, señaló que por ahora el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos ha existido pero ha sido “mínimo”, aunque la prueba de fuego será la campaña que se avecina con las exportaciones de uva de mes ay arándanos, donde se verá quién absorverá esos mayores costos.

“Necesitamos diversificar: tenemos que tener el mejor producto y la mejor experiencia de consumo”, comentó Marambio, apuntando a que Estados Unidos es un mercado donde debería apuntar la cereza para llegar con un volumen importante, pero los araceles de 10% son una mala noticia para esto. 

“Debemos enfocarnos en el consumidor y en la demanda, en tener el mejor producto premiu, en la mejor experiencia de consumo, y para eso necesitamos aumentar la demanda. Necesitamos invertir y por ello el llamado es que el Estado aumento su inversión en la Marca Chile, no puede ser que sólo los privados lo hagamos”.

El líder de los exportadores de fruta cerró su presentación señalando que “cada hectárea que nosotros plantamos con fruta, significan 80 mil dólares anuales para Chile y 1,6 puestos de trabajo, ese es el impacto, y si queremos crecer, que estamos seguros que podemos, necesitamos el recurso hídrico poder plantar esas hectáreas”, concluyó.

UNA MIRADA INTERNACIONAL

El seminario comenzó con las presentaciones de Elizabeth Economy, experta en política y desarrollo económico de China y copresidenta del Programa sobre Estados Unidos, China y el Mundo en la Institución Hoover de la Universidad de Stanford; y Tomas Philipson, economista y académico de la U. de Chicago y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante el primer periodo del presidente Trump.

Philipson destacó los esfuerzos de Estados Unidos para controlar la inmigración ilegal y el crimen organizado. Respecto de aranceles, explicó que son una palanca de negociación con los países para controlar flujos comerciales. “Lo que se busca es reciprocidad y evitar así las asimetrías actuales”, afirmó y agregó que el foco está en México, Canadá, Europa y China, que representan la mayor parte de su comercio.

“Chile puede mejorar su situación si se encuentran maneras de favorecer a Estados Unidos, ese es el objetivo”, dijo y comentó que una vía es abrir espacios para empresas estadounidenses en el país.

Economy, en tanto, presentó la visión de Xi Jinping que incluye transformar a China en una potencia tecnológica y económica mundial, consolidar su influencia en Asia y alinear a otros países con sus intereses. Afirmó que Estados Unidos no tiene una agenda especial con China, la situación actual es un efecto de la política de América Primero.

“Chile podría esperar más presión de parte de Estados Unidos, especialmente en minerales, tecnología y puertos. Hoy hay una oportunidad para dar paso atrás para pensar en sus valores, en sus inversiones y evaluar quiénes serán sus socios comerciales”, dijo.