La dulce revolución de la estevia
El mercado global de estevia crece a tasas mayores al 20%. Son estos datos los que han motivado a empresas de varios países a invertir en este cultivo. En Perú, Stevia One ha lanzado una ambiciosa apuesta en la costa norte del país, que se traduce en la instalación de 1,000 hectáreas, que abastecerán de materia prima a una moderna planta que involucró una inversión de US$70 millones.
Estevia rebaudiana es un nombre que está de moda. Así fue bautizada una planta nativa de Paraguay, de la cual se extrae un edulcorante de sabor dulce, cuyos principios activos son los glicósidos de esteviol, que son entre 250 y 300 veces más dulces que el azúcar, aunque tienen dos características que los hacen únicos: no tienen calorías ni carbohidratos y no tienen ninguna influencia sobre el índice glucémico. Si bien hace 1,500 años ya se usaba estevia en Sudamérica para endulzar ciertas medicinas, los primeros registros comerciales se dieron en los años setenta del siglo pasado, cuando se había informado que ciertos edulcorantes artificiales producían cáncer. Fue en esos años que en Japón se implementan huertas comerciales, experiencia que luego fue ‘copiada’ por agricultores de EE UU, Brasil, Paraguay y China.
Este último país es hoy el principal productor global de estevia, seguido de Paraguay, donde hay unas 2,000 ha dedicadas al cultivo de ka’a he’ê, que es como se conoce a la estevia en el idioma guaraní. Allí, la producción en un año normal puede llegar a los 4 millones de kilos, con un promedio productivo que ronda los 2,000 kg/ha. Precisamente, uno de los principales recibidores de la producción paraguaya es China, desde que se iniciaran las exportaciones en 2012. Ese año, los envíos fueron de 288,129 kg, mientras que en 2017 eran de 950,144 kg; de acuerdo a datos del Banco Central de Paraguay.
Precisamente, el consumo global de estevia se expandió a fines de 2011, una vez que fue aprobado su uso como aditivo en bebidas y alimentos, sobre todo porque la presencia de estevia es sinónimo de reducción de las calorías procedentes de los endulzantes no deseados en la dieta.
Además, su sabor, su precio y un abastecimiento escalable y sostenible; son las características que han hecho que las ventas de estevia se hayan expandido en el planeta, además de que es un producto que tiene la ventaja de no aportar calorías a los alimentos y bebidas a los que se la añade. Gracias a estas características, el mercado mundial de estevia representó en 2014 ventas por US$336 millones, mientras que en 2017 fueron de US$578 millones. Mirando hacia el futuro, se proyecta que el valor del mercado global de estevia alcanzará los US$934 millones para 2024, registrando una tasa compuesta anual de 8.7%, durante el periodo del pronóstico (2019-2024), según un estudio de Mordor Intelligence.
STEVIA ONE, CON EL OBJETIVO DE LLEGAR A LAS 1,000 HECTÁREAS
En nuestro país, el cultivo de estevia es incipiente, pero con el objetivo de crecer, sobre todo, para aprovechar las opciones comerciales que ofrece el mercado. Stevia One es una empresa que se dedica desde 2009 al cultivo, procesamiento y venta de estevia. Actualmente, manejan una superficie de 60 ha, ubicadas principalmente en Piura y mantienen acuerdos con empresas agrícolas con un potencial de siembra de hasta 600 ha adicionales, “principalmente en Lambayeque, que se irían sumando a las existentes en los próximos dos a tres años en función a la demanda”, cuenta Julio Ruiz, gerente general de Stevia One. “La expectativa efectivamente es llegar a tener mil hectáreas sembradas, que se completarían con cultivos propios también en la costa norte”, añade.
En la construcción y puesta en marcha de la planta de procesamiento de extracto de hoja de Stevia, se han invertido no menos de US$ 70 millones, aunque en el campo, la inversión se ha realizado básicamente en el Departamento de San Martín. “Desde allí, hemos producido en los últimos ocho años aproximadamente unas 3,500 toneladas de hoja de Stevia, invirtiendo varios millones de dólares en ello”, explica adelantando también que el plan de inversiones de los siguientes años estará en función al mercado, “tanto en lo referido a las adaptaciones a nuestra planta para poder ampliar nuestro portafolio de productos de estevia granulada, como en la expansión en cultivos propios de estevia en la costa”, especifica.
La firma cultiva una variedad propia, patentada que, según sostiene su gerente general, “asegura un rendimiento significativamente mayor al de las variedades disponibles en el mercado, a razón de cuatro ciclos por año”. Sin embargo, como ocurre con cualquier cultivo agrícola, lo más importante es el retorno de la inversión, que en este caso se mide por el rendimiento productivo en una hectárea. Si bien el ejecutivo de Stevia One no precisa los costos productivos de una hectárea cultivada con estevia, estos variarán de acuerdo a las características propias del campo, como también a la infraestructura, por ejemplo, de riego. “El resultado de esta inversión es entonces una plantación que produce hoja de estevia por un mínimo de cinco años, con cuatro ciclos anuales. A nuestros socios estratégicos agrícolas actuales y potenciales, les interesa mucho el diversificar sus cultivos con este tipo de plantación que les permite tener personal trabajando todo el año, les es atractivo a nivel de flujo de caja con cosechas vendidas cada tres meses, con una demanda garantizada y un precio pre acordado”, explica Ruiz.
Una vez instalada una huerta de estevia, en Stevia One manejan al dedillo todos los requerimientos nutricionales y fitosanitarios de la planta. Los manejos agronómicos no difieren mucho de cualquier otro cultivo agrícola, en lo que se refiere a la correcta aplicación de protocolos agronómicos y fitosanitarios. “En nuestro caso, hemos desarrollado y optimizado protocolos propios durante muchos años, los mismos que aplicamos en nuestros cultivos propios y compartimos con las compañías agrícolas con las que firmamos un contrato de asistencia técnica, producción y compra de hoja seca de estevia”, explica el ejecutivo.
Todos los esquejes que después llegarán al campo los obtiene Stevia One en un vivero propio, donde cuentan con una ‘plantación madre’ desde donde se obtienen los esquejes. Asismismo, han implementado lo que llaman una ‘biofábrica’, que es donde mantienen la variedad con la que trabajan actualmente, además de estar analizando material genético que podría servir para la obtención de nuevas variedades en el futuro.
Cada 80 o 90 días se produce una cosecha y, tras esta, los tallos vuelven a brotar hasta el siguiente ciclo. Desde el segundo ciclo de cosecha, esta labor puede ser mecanizada y el producto final que obtienen en Stevia One es una hoja deshidratada, prensada y empacada.
UNA PLANTA DE PROCESO 100% NATURAL
Para obtener el producto final en Stevia One cuentan con una planta que usa un proceso 100% natural en base a la purificación de agua a gran escala, una tecnología diferente a otras del sector, que aplican un proceso con solventes. “Nuestra tecnología base es un proceso de purificación por cromatografía, que al ser aplicada a la elaboración del extracto permite retirar las impurezas y las moléculas de glicósidos de steviol, que son los componentes dulces que contiene la hoja de estevia, que no contribuyen al perfil de dulzor deseado”, sostiene Ruiz. Así, la combinación de esta tecnología y el proceso 100% acuoso permite fabricar un producto final que se usa en bebidas y alimentos.
El producto final que sale de la planta no se vende al consumidor final, sino a empresas fabricantes de bebidas y alimentos como un ingrediente especializado, “con indicaciones de uso en distintas aplicaciones, tanto para el segmento de mercado ‘table top’ o ‘edulcorante de mesa’, como en aplicaciones de reducción de azúcar para nuestros clientes finales, tanto del Perú como de otros países”, precisa el timonel de Stevia One.
Respetando el medio ambiente
“El agua que emplea se produce en una planta propia de ósmosis inversa que hemos implementando dentro de nuestras instalaciones, captando agua del mar, de Paita. Los efluentes son tratados siguiendo las exigentes normas de calidad que nos exige la ley”, explica Julio Ruiz.
EL RETO DE HACER DE LA ESTEVIA UN PRODUCTO COMPETITIVO
Pero, ¿cuál es el potencial comercial de la estevia, considerando la tendencia por una dieta saludable? “Enorme”, sostiene Ruiz, sobre todo si se tiene en cuenta que el mercado mundial de endulzantes a nivel de B2B equivale a más de US$85 billones anuales. Dentro de ese mercado, si bien la estevia representa el 1%, está creciendo todos los años a tasas mayores al 20%, según cuenta Julio Ruiz y sostiene que el gran reto es producirla a un costo que la haga más competitiva en comparación a los edulcorantes no naturales.
“En la medida que el uso del azúcar vaya siendo parcialmente combinada o reemplazada por endulzantes alternativos de alta intensidad, y dentro de este grupo, por aquellos que sean 100% naturales como la estevia, que no solo conlleva los beneficios directos de un menor consumo de calorías en la dieta diaria -combatiendo la obesidad- sino que es muy buena para combatir la diabetes tipo II si se consume a nivel puro, estaremos frente a un producto estrella”, sostiene el gerente de Stevia One.
Si bien el grueso del negocio es exportar el producto como materia prima, también existe el interés de llegar al consumidor final. De hecho, ya ha habido ventas al consumidor final en el país, aunque el objetivo también es la exportación. Así es como, según cuenta Ruiz, en el mercado doméstico se están vendiendo ‘sachets’ de 1 gramo en supermercados y farmacias, aunque próximamente se espera introducirlo en hoteles, cafeterías y restaurantes. “En general, estamos preparados para acompañar como socios estratégicos a las empresas peruanas en sus desarrollos de reducción calórica de acuerdo a la nueva Ley de Alimentación Saludable que entró en vigencia en junio de este año”, sostiene el gerente general.
Ruiz señala que en esta primera etapa la firma enfoca sus esfuerzos en la prospección y desarrollo de mercados para que conozcan el producto y lo comparen con el endulzante que hoy utilizan, para que puedan preferirlos. “Estamos teniendo excelente retroalimentación del mercado local e internacional, y muy pronto este esfuerzo se traducirá en ventas y exportaciones. US$70 millones es el nivel e facturación al que apuntamos cuando cubramos la máxima capacidad de la planta. Para finales del 2021 debemos tener una plataforma de ventas que nos confirme que este objetivo es factible en el 2022 o 2023. En este momento estamos cerrando contratos de suministro de largo plazo para asegurar un 30% de capacidad de planta”, finaliza.