Investigadores trabajan en la recuperación de la papa del desierto
Con el fin de generar nuevos cultivos que resistan condiciones áridas y ante el avance de la desertificación hacia el centro del país, investigadores del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) desarrollarán un proyecto que busca establecer la papa del desierto (Hoffmannseggia doelli) como un nuevo cultivo capaz de crecer en suelos marginales.

La iniciativa será ejecutada por la Dra. Viviana Araus, investigadora de iBio, quien estudiará esta planta durante cuatro años junto al Dr. Rodrigo Gutiérrez, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Sub director de dicho instituto. El investigador y su equipo han estudiado por más de 10 años distintas plantas que crecen en el desierto, incluyendo a Hoffmannseggia doelli detectando que la papa del desierto es rica en potasio, fibra, hierro y magnesio.
TRABAJO CON LOS AGRICULTORES
Con el fin de establecer esta planta, se estandarizará un protocolo de cultivo y manejo en condiciones de sequía y baja disponibilidad de nitrógeno. Para ello los investigadores realizarán pruebas de campo trabajando directamente con los productores de la zona de Socaire (ubicada en la región de Antofagasta) y entregarán sus observaciones del proceso, “tomando en consideración el conocimiento campesino y la construcción de conocimiento conjunto con el equipo técnico del proyecto”, agregó Dra. Viviana Araus. Toda la información recabada será transferida a la Asociación de Agricultores de Socaire. El proyecto considera además el diseño de una estrategia de comercialización de productos de papa del desierto en el mercado nacional.
Las condiciones extremas que requiere este tubérculo para su desarrollo lo convierten en un cultivo único: puede crecer en condiciones desérticas bajo fuerte exposición a la radiación solar y a gran altura. En el Desierto de Atacama, las precipitaciones varían entre 100 a 300 mm anuales y hay una alta fluctuación de temperatura (40°C en el día y de -8°C durante la noche). “Esta planta forma en sus raíces tubérculos que en la antigüedad fueron alimento de pueblos originarios. También destaca porque crece en suelos con baja disponibilidad de nitrógeno, que es un nutriente clave”, señaló la Viviana Araus. El proyecto de recuperación de Hoffmannseggia doelli , apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), busca enfrentar algunos desafíos estratégicos para sector agrícola, como es la adaptación de cultivos a condiciones ambientales estresantes. Además, es parte del trabajo que FIA realiza en la macrozona norte orientado a instalar un Laboratorio Natural para la Agricultura del Desierto. Lo que busca es establecer una hoja de ruta para estudiar y fomentar una agricultura adaptada a los fenómenos extremos.
TRABAJO CON LOS AGRICULTORES