Equipo Redagrícola

Los cítricos son la fruta de mayor exportación en Uruguay, con ventas que alcanzan las 120.000 toneladas al año. El sector se ha visto favorecido por nuevos inversores que están ampliando o renovando los huertos con las últimas variedades. Esto permite que el principal producto de fruta fresca exportada en el país comience a capitalizar su oferta de contraestación en el mercado. 

Los productores esperan que las nuevas mandarinas, naranjas y limones tengan un impacto positivo en sus volúmenes y en la calidad exportada, particularmente en su principal mercado en Estados Unidos, así como a los mercados secundarios de Europa y Oriente Medio.

Marta Bentancur, de la Unión de Productores y Exportadores de Fruta del Uruguay (UPEFRUY), comenta en entrevista con FreshPlaza, que las nuevas variedades de mandarinas, naranjas y limones sin semilla han sido uno de los temas más importantes de los últimos años. “Estas variedades se desarrollaron por su buen sabor, mejores atributos de color y mejor vida útil”. 

Los mercados principales de Uruguay son Europa, América (Estados Unidos, Brasil y Canadá), con pequeñas cantidades enviadas a Asia. La producción de contraestación de Uruguay es un diferencial clave, ofreciendo un producto con pulpa, sabor y color de alta calidad en una época del año en la que los mayores mercados del hemisferio norte no están produciendo.

Para Bentancur, la presencia de nuevos inversionistas de Argentina, Perú y Estados Unidos, demuestra que Uruguay es un buen país para trabajar e invertir. “Los recursos naturales como el agua o los buenos suelos y el clima, son otras posibles causas para que nuevas compañías vengan a Uruguay”, agrega.

NECESIDAD DE NUEVOS MERCADOS

Las nuevas inversiones y la expansión de cultivos obligan a desarrollar antes los mercados existentes. “Obtener acceso a nuevos mercados es clave para Uruguay y estamos trabajando en ello junto a nuestras instituciones oficiales”, señala Bentancur. En conjunto, han desarrollado un programa sólido y responsable para asegurar que la fruta cumpla plenamente con todos los requisitos, lo que se respalda en un excelente sistema de trazabilidad.

La competencia en el mercado es dura y para mantenerse en él, Bentancur asegura que además de las nuevas variedades, “tenemos que ser mejores cada día, poniendo atención en la tecnología del empaque para una producción sostenible”. La producción citrícola cuenta con más de 25.000 trabajadores y, en ese sentido, quieren avanzar a medir sus prácticas a través de una metodología transparente. “De esta forma nos aseguraremos de que estamos trabajando para las futuras generaciones”, concluye Bentancur.