International Pepper Conference 2014 - Portainjertos en Pimientos
Cada dos años los expertos mundiales en pimientos y ajíes se reúnen para compartir sus descubrimientos y revisan lo nuevo en ámbitos tales como fitosanidad, nutrición, genética, plantas nativas, manejo agronómico, fisiología, riego, propiedades funcionales, postcosecha e industria. Por primera vez la International Pepper Conference se realizó en Sudamérica, en Viña del Mar, organizada por el INIA. Uno de los asuntos tratados de importancia para Chile, y que destacamos en este artículo, fue el desarrollo de portainjertos para pimiento.
En su charla “Tecnología de injerto en pimiento”, Renato Braga, investigador en tomate e investigador líder global de pimiento del grupo Sakata, señaló que el mejoramiento de patrones apunta a la obtención de plantas con sistemas radiculares vigorosos, que puedan explorar ampliamente el suelo y mejorar la utilización de nutrientes, incrementando la producción del injerto o variedad. La tolerancia a estreses abióticos y la resistencia a patógenos del suelo están también entre los objetivos.
–Son plantas más vigorosas explica Ricardo Pertuzé –ingeniero agrónomo, Ph. D., académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile–. Su mayor desarrollo de raíces para explorar el suelo las hace aprovechar mejor el agua, los fertilizantes y pueden sostenerse mejor ante una condición de estrés, ya sea hídrico, por temperatura del suelo o incluso enfermedades que afectan al desarrollo radicular.
Mientras una variedad puede ser tolerante, por ejemplo, al nematodo Meloidogyne, otra a la marchitez bacteriana (Ralstonia solanacearum) y una tercera al hongo Phytophthora capsici hay patrones capaces de sobreponerse a las tres enfermedades en forma simultánea, señaló Renato Braga.
–¿El uso de plantas injertadas aumenta la producción?
–Hablamos de 30 a 40% de aumento de producción –responde el investigador de Sakata–, esto sobre todo porque incrementa la cuaja, tienes mayor número de frutos por planta, y como el sistema radicular es más fuerte aporta más nutrientes. Esto es hablando de suelos limpios, pero en terrenos con nematodos, Phytophthora, marchitamiento u otro problema, la diferencia de rendimiento es mucho mayor.
EL USO SE ASOCIA A LOS INVERNADEROS PARA PIMIENTO FRESCO
En países como España, se utilizan ampliamente pimientos injertados, indicó Francisco Camacho, de la Universidad de Almería, en su presentación “El cultivo de Capsicum en el Sudeste de España”.
En Chile “su uso no es tan incipiente como parece; hay muchos agricultores que lo están utilizando cada vez más”, asevera Ricardo Pertuzé. El investigador presentó la charla “Compatibilidad portainjerto-injerto de Capsicum en términos de biomasa de la planta, intercambio gaseoso de la hoja y fructificación”. Este estudio, realizado en conjunto con investigadores del INIA, constituye el primer paso de un trabajo que permitirá determinar las mejores combinaciones de patrones y variedades.
Aun con todas las ventajas indicadas, su uso está lejos de la expansión alcanzada en otras especies, como tomate o sandía. Una razón es el costo: “puede cambiar de mercado a mercado, pero normalmente es 3 a 4 veces el de una planta no injertada” especifica Renato Braga. Por lo tanto se justifica cuando hay problemas de sanidad en el suelo o restricciones como salinidad o déficit/exceso de agua, en que la capacidad radicular del patrón constituye un aporte más significativo. Normalmente el mayor beneficio se obtiene en el monocultivo en invernaderos orientados a la producción de pimiento para consumo fresco, que tiene un mayor precio y que obliga a ser muy cuidadoso con la aplicación de productos fitosanitarios. Se debe considerar asimismo el fin el bromuro de metilo para la desinfección.
–En EE.UU. y Europa hay una preocupación muy grande por la cantidad de químicos en los frutos –enfatiza Renato Braga– y por la presencia de patógenos extranjeros. La gran ventaja de la injertación se encuentra bajo invernaderos, green house o net house, porque al producir en un área cerrada hay más problemas de nematodos, hongos y bacterias, y también con los años se va generando un aumento de la conductividad eléctrica de los suelos. Si comparamos con el control químico, la técnica de injertación es mucho más barata.
Pero los invernaderos con pimiento no abarcan una gran superficie: alrededor de un 10% de las 1.000 hectáreas (ha) con esta hortaliza en Chile:
–Son como 100 ha, aproximadamente –estima Pertuzé– y concentradas sobre todo en Quillota. En tomate una planta franca, cuesta del orden de 100 a 120 pesos, mientras el injerto puede costar más de $500. No es una técnica barata y el pimiento debe pagar ese diferencial, cosa que no siempre resulta posible.
PRODUCCIÓN PERMANENTE POR MÁS DE UN AÑO, ¿POSIBLE EN CHILE?
Un aspecto interesante es la obtención de producciones prolongadas en climas sin bajas temperaturas. El investigador de Sakata describe lo que ocurre en Brasil:
–Bajo casa sombra es posible hablar de tres meses para el crecimiento inicial de la planta y después un año o año y medio de cosecha. Utilizando los portainjertos y lo que llamamos pruning production, o poda de producción, la planta sigue dando frutos. Hay productores brasileños que llegan a 24 kg por planta. En el caso del período de cosecha corto, como en Chile o España, no se aprovecha la cualidad de longevidad que da el portainjero, pero quedan todas las demás cualidades, entonces continúa siendo ventajoso.
–¿Sería posible llegar a un periodo largo de cosecha en Chile?
–Es una planta sensible al frío –contesta Ricardo Pertuzé–, requiere de más temperatura que el tomate. En Quillota te encuentras que cuando los invernaderos de tomate están totalmente ventilados para sacar el calor, los de pimiento se ven completamente cerrados. Manejada en un invernadero calefaccionado, la planta podría durar años, comportarse perenne, aunque bajando su producción. En Arica eventualmente podrías tenerla durante todo el año. Sin embargo, las largas distancias para llegar a los mercados, principalmente Santiago, la hacen poco competitiva cuando empiezan a cosechar en Copiapó o Vallenar y luego más al sur, por lo tanto producir todo el año no se justifica para una demanda del país que es pequeña.
Frente a esta realidad, Renato Braga visualiza una opción que considera al alcance de la mano:
–Ustedes ya tienen un know how muy fuerte de exportación de fruta, ¿por qué no los pimientos, que es como una fruta? Hay que mirar lo que pasa por ejemplo con Perú. Hay una previsión de hacer 500 ha de casa sombra en los próximos años porque el gobierno junto a la Asociación de Exportadores peruana están casi consiguiendo la autorización de exportar pimiento fresco a EE.UU. Cuando esta barrera caiga, va a haber espacio para producir mucho pimiento. Además Perú ya exporta pimientos y ajíes frescos a Europa.
De hecho a fines de noviembre, un pimiento verde grande se vendía por internet en Amazonfresh para el sur de California a US$0,99 ($594) por unidad. En el mismo sitio una manzana Fuji grande se vendía por unidad a igual precio, US$0,99. Un pimiento rojo, amarillo o naranja llegaba a US$1,69/unidad ($1.014). En ese contexto cobra sentido la referencia a la fruta que efectúa Braga.
–¿Chile podría exportar pimiento fresco, como piensa hacerlo Perú?
–Podría, eventualmente –estima Ricardo Pertuzé–. Eso sí, los volúmenes que tiene Perú son mucho más grandes que los nuestros, de manera que estarían más cerca de esa posibilidad que nosotros. Ahora, ellos tienen la limitante sanitaria de un mayor número de enfermedades. Por otra parte es un producto complejo de transportar porque se deshidrata con bastante rapidez. Con frío y con condiciones adecuadas probablemente logres las semanas que necesitas para llegar a EE.UU.
–El tema de los patrones se viene –agrega el especialista– aun cuando no ha entrado muy fuerte todavía, por la superficie que hay en Chile y porque además existe alguna resistencias de las variedades, que les han permitido competir con el uso de patrones. Pero yo creo que los injertos se van a ir masificando y vamos a terminar con un mayor volumen de plantas injertadas.