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Estrategias para un manejo adecuado en Colombia

Impactos del estrés en el cultivo de aguacate Hass

Con el fin de adaptarse a condiciones ambientales desfavorables, el aguacate requiere de una detallada estrategia de manejo agronómico para obtener buenas producciones y óptima calidad de fruta.

29 de Abril 2025 Por Arturo Álvarez, especialista en ecofisiología de frutales/ Luz María Veliz, ingeniera agrónoma con énfasis en cultivos tropicales.
Impactos del estrés en el cultivo de aguacate Hass

Las plantas son altamente vulnerables al estrés. Factores ambientales como la temperatura o la precipitación, y también otros como los manejos agronómicos alteran el crecimiento y desarrollo de las mismas. Conceptualmente las deficiencias o excesos en cualquiera de los elementos que inciden en la funcionalidad de un cultivo provocan estrés.

Y aunque mucho se habla del estrés en los cultivos, en el caso del aguacate existen ciertos rasgos que nos permiten identificar sus efectos. En el caso del aguacate, el estrés puede manifestarse de dos maneras: evidente y oculto. De forma evidente tenemos:

Exceso de vigor en los flujos vegetativos.

Anatomía irregular de las hojas.

Alto porcentaje de inflorescencias determinadas.

Bajo amarre o cuajado de frutos.

Alta incidencia de frutos partenocárpicos y/o estenospermocarpicos.

Mayor incidencia de abscisión de frutos.

Disminución de la producción.

Fuertes variaciones en el peso del fruto.

Corta vida de poscosecha.

Mientras que de manera oculta se manifiesta:

Alto índice de alternancia productiva.

Variaciones en la capacidad fotosintética.

Anomalías en el control estomático.

Alteraciones en la absorción de nutrimentos.

Incremento en las concentraciones hormonales.

Mayor profundidad del sistema radical.

Árboles de aguacate con evidentes deficiencias nutrimentales.
Alta compactación del suelo en una finca de reciente establecimiento con aguacate.

Es posible agrupar los detonantes de estrés en el cultivo de aguacate de la siguiente manera:

Temperaturas extremas o fuertes variaciones térmicas: Las temperaturas extremas, ya sean demasiado altas o bajas, representan una de las principales amenazas para el aguacate. Este cultivo es sensible al frío, con daños visibles por debajo de los 3°C, mientras que temperaturas superiores a los 35°C pueden causar estrés térmico en los huertos. Además, el aguacate es particularmente sensible en la etapa de floración y cuajado a días con un alto rango de temperatura (es decir, fluctuaciones mayores a 30°C durante el día).

Excesos o deficiencias hídricas en la rizosfera: La disponibilidad de oxígeno en el suelo es fundamental para el desarrollo óptimo del cultivo. Se sabe que el aguacate es una especie susceptible al estrés por exceso o deficiencia de agua en el suelo, lo que puede generar problemas como anoxia o ruptura del sistema radical. Estas dos condiciones favorecen el ingreso de patógenos como Phytophthora cinnamomi que, a nivel global es la enfermedad más dañina que afecta al cultivo.

La saturación del suelo es una condición que no favorece el desarrollo radical.

Condiciones físicas del suelo: El aguacate requiere suelos bien drenados. El estrés por compactación del suelo o por la falta de drenaje puede afectar seriamente el desarrollo radical y, por ende, la absorción de nutrientes y agua, comprometiendo con ello al dosel y la producción.

Desórdenes nutrimentales: Con el fin de lograr una máxima productividad, una óptima calidad de fruta y una buena vida de poscosecha, el cultivo de aguacate requiere un manejo nutrimental particular. La extracción de nutrientes, la cantidad de los flujos vegetativos y de floraciones suelen ser moduladas por las condiciones ambientales. Para lograr los objetivos de producción y de calidad de fruta, se deben evitar los desórdenes nutrimentales.

Manejo del dosel: Esta práctica agronómica es fundamental para asegurar la sostenibilidad del cultivo. La poda tiene múltiples beneficios que se relacionan con otros factores como la nutrición y la sanidad. Mediante la poda, se logra optimizar la exposición al sol del dosel, reducir la humedad dentro de la copa al mejorar la circulación de la luz y el aire, con lo que se previene el desarrollo de enfermedades. Además de controlar la altura del árbol, eficientando con ello otras prácticas como las aplicaciones foliares o la cosecha.

Presencia de maleza: Estas pueden competir con el aguacate (sobre todo en su etapa juvenil) por recursos como agua, luz y nutrientes, además de ser refugio para plagas y enfermedades. Y con ello limitar desempeño productivo. Se suele desestimar el efecto adverso de la maleza en los cultivos frutales, sin embrago se ha demostrado que son una fuente de estrés sobre todo en condiciones tropicales donde la temporada de lluvias exacerba su emergencia.

Alta incidencia de plagas o enfermedades: Las plagas y enfermedades representan amenazas para la sanidad del aguacate, especialmente en condiciones climáticas favorables para su proliferación, como la humedad excesiva. Las plagas por su parte aprovechan las condiciones cálidas y secas para dañar el área foliar sobre todo los nuevos brotes. Comprometiendo con ello la próxima floración.

a competencia por maleza en la etapa juvenil del cultivo es uno de los principales factores de estrés para el aguacate.

En general, las estrategias de manejo para disminuir el estrés abiótico, son:

Aplicar una capa de material orgánico (residuos de poda o rastrojo) en el suelo ayuda a conservar la humedad, reduce la evaporación y estabiliza la temperatura en la zona radical (primeros 30 cm a 40 cm). Es deseable que esta capa vegetal sea mayor a 20 cm dentro del área de goteo.

Para las regiones con clima tropical, durante la floración y cuajado de fruto, el aporte de humedad al suelo de manera controlada y frecuente es clave. El monitoreo constante de la humedad del suelo permite tener un control más preciso sobre el riego, ajustando las frecuencias y volúmenes.

Evitar la compactación del suelo, mediante el uso de cubiertas vegetales que protejan la estructura del suelo o el aporte constante de materia orgánica o composta que aumentan la porosidad del suelo, favorece la retención de nutrientes y mejora la capacidad de drenaje.

Fertilización de sitio específico: empleando esta técnica de nutrición vegetal se requiere conocer la meta de producción para estimar la remoción de nutrientes. Determinar los factores limitantes del suelo mediante un análisis físico-químico. Y para un diagnóstico preciso, establecer las deficiencias o excesos en las concentraciones nutrimentales foliares y de pulpa. Esto coadyuva a una fertilización racional y efectiva.

. Las plagas y enfermedades limitan la productividad del aguacate ya que afectan en su mayoría a los brotes jóvenes.

El uso de biorreguladores siempre será una técnica que coadyuve a prevenir el estrés en el aguacate (siempre y cuando sea empleada de manera correcta). Los grupos según su bioactividad como las auxinas, las giberelinas, citoquininas o los inhibidores como los conocidos paclobutrazol o prohexadiona de calcio son herramientas comercialmente difundidas. Es importante señalar que, en árboles con estrés es altamente riesgoso el uso de biorreguladores. Por lo tanto, la recomendación es usarlos de manera racional y preventiva.

Podar las ramas viejas y secas con el objetivo de mejorar la penetración de luz y la circulación del aire dentro de la copa o dosel es primordial. Controlar el tamaño (tanto en altura como el ancho del árbol) con poda selectiva asegura que el dosel no interfiera con la producción de frutos, y al mismo tiempo facilita la cosecha.

El aguacate es un cultivo exigente que requiere un manejo agronómico detallado para adaptarse a condiciones ambientales desfavorables. Implementar estrategias adecuadas contra las temperaturas extremas o la presencia de plagas y enfermedades es clave para mantener una producción sostenible y rentable. El impacto en el cultivo de aguacate asociado al estrés, está en función de dos variables: intensidad y duración. Sin embargo, las condiciones ambientales coadyuban o exacerban estas dos variables. Por lo tanto, la gestión agronómica preventiva tiene una alta repercusión en el bienestar y buenos resultados del cultivo.

Esquema de poda en ceto en un establecimiento de alta densidad en el cultivo de aguacate.

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