“Gasco me ha sorprendido por su eficiencia y rápida respuesta”
Deshidratar fruta con horno a gas es mucho más eficiente que hacerlo con sistemas a leña y en este ámbito la empresa Gasco ofrece un servicio adaptado a la realidad agrícola y al proceso de productos perecederos como la fruta. El empresario Pablo Molfino, avalado por 25 años deshidratando fruta, explica los beneficios del gas en general y en particular, de contar con el servicio especializado de la empresa Gasco.
Deshidratar fruta con horno a gas es mucho más eficiente que hacerlo con sistemas a leña y en este ámbito la empresa Gasco ofrece un servicio adaptado a la realidad agrícola y al proceso de productos perecederos como la fruta. El empresario Pablo Molfino, avalado por 25 años deshidratando fruta, explica los beneficios del gas en general y en particular, de contar con el servicio especializado de la empresa Gasco.
El empresario Pablo Molfino, es productor, procesador y comercializador de frutos secos para el mercado nacional y de exportación. Lleva cerca de 25 años deshidratando uva de mesa para pasas de exportación y duraznos de pulpa amarilla para descarozados y huesillos destinados al mercado interno. La empresa es una de las más grandes del país en carozos deshidratados y un actor importante en lo que respecta a las pasas. Molfino explica que se concentra en dichos frutales porque son importantes cultivos en la zona en que produce y procesa, la parte alta del valle de Aconcagua.
El empresario procesa la producción de huertos propios, pero además deshidrata gran cantidad de fruta comprada a terceros. Las principales variedades de uva de mesa que trabaja son las tradicionales: Thompson, Flame, Superior y Crimson; sin embargo, ante el recambio de variedades de uva de mesa, también ha incorporado a la paleta la fruta de algunas de las nuevas variedades licenciadas.
LA MAYOR EFICIENCIA DE DESHIDRATAR CON HORNO A GAS
La industria del deshidratado de fruta ha trabajado tradicionalmente con hornos a leña, pero hoy esa tendencia se está revirtiendo dado el costo competitivo y a la mucha mayor eficiencia que aporta el gas licuado. “La única leña que se puede utilizar para secar, por su nivel calórico, es la de eucaliptus. No se pueden quemar troncos de parras, duraznos, nogales u otros, por su bajo aporte calórico. Entonces, para ser eficiente hay que quemar eucaliptus y está cada vez más escaso”, apunta Molfino.
La empresa deshidratadora, con el tiempo, ha ido convirtiendo todos sus sistemas a equipos en base a gas. No solo porque la leña está cada vez más escasa, sino que además, “porque las normas que regulan las emisiones de contaminantes están empujando a utilizar combustibles limpios o más amigables con el medio ambiente, en este caso el gas”, señala el empresario y agrega, “el gas es mucho más eficiente que la leña ya que el funcionamiento del horno puede ser controlado, mediante un software, desde el computador, simplemente definiendo a qué temperatura se quiere trabajar”.
Trabajar con leña requiere de mucha mano de obra ya que se debe almacenar mucha materia prima en bodega, lo que tiene un alto costo financiero. Además, dado el factor humano, es difícil mantener la temperatura de los hornos a leña en el nivel adecuado. Pero, además, cuando se acumulan millones de kilos de leña, como debía hacerlo Molfino antes de comenzar cada temporada, se corre el riesgo de que esta se incendie.
La energía, si bien no es el principal costo productivo en el deshidratado de fruta, igualmente representa un costo importante, pero lo clave, según el entrevistado, es que mejora la eficiencia general de la operación y la eficiencia del proceso, dada la mayor seguridad y control del mismo, por lo que incide en la calidad final del producto.
“Con el sistema a gas los tiempos de secado son menores puesto que se logra mantener constante la temperatura. Con leña basta que el calderero en la noche falle en cargar la caldera para que el tiempo de secado se alargue. Por otro lado, si se pasa el calor, baja la calidad del producto final”, señala el empresario. Indica que con gas el tiempo de secado de una pasa rubia es de entre 34 y 36 horas y el del durazno de entre 25 a 26 horas. Como resultado, el tiempo de amortización de la inversión es más corto cuando se utiliza gas que cuando se trabaja a leña.
“GASCO ES UN SOCIO ESTRATÉGICO”
“La verdad es que Gasco me ha sorprendido. Todo el personal involucrado en nuestro proyecto ha sido sumamente profesional. Son muy eficientes. En el proceso de instalación de los hornos a gas ellos hicieron todos los estudios y probaron diferentes quemadores. Para esto enviaron un equipo de ingenieros y técnicos a hacer todas las mediciones. Por ejemplo, en los hornos definieron los caudales de aire requeridos, yo solo determiné la temperatura óptima de funcionamiento y los ingenieros de Gasco hicieron el estudio para llegar al sistema que cumpliera todos esos requisitos. O sea, que no me faltara quemador y que la empresa no tuviera que hacer una inversión enorme en quemadores que finalmente iban a funcionar al 10%. Ellos buscaron el equipo óptimo para mis condiciones de proceso y me entregaron un sistema que funciona como yo quiero”.
Gasco proporcionó todos los componentes del sistema en comodato. “Es algo parecido a un leasing. Yo me comprometí a consumir una cierta cantidad de gas en un número determinado de años y a cambio ellos me proporcionan todos los equipos, los estanques, los quemadores, las cañerías, los certificados de la SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustibles), todo corre por cuenta de Gasco. Es un socio estratégico. A ellos les interesa que yo consuma mucho y que me vaya muy bien”, destaca Molfino.
RÁPIDA RESPUESTA ANTE PEDIDOS Y ASISTENCIA
Por otro lado, según el entrevistado, la respuesta de Gasco a los pedidos o ante cualquier emergencia ha sido muy rápida. “Para mí ha sido realmente admirable. Nos ha pasado que nuestros encargados de planta no han avisado a tiempo que los niveles de gas están muy bajos, por ejemplo, y que solo tenemos un día de gas en los estanques. Sin embargo, solo hemos tenido que llamar dando nuestro número de cliente para solicitar la carga y en menos de 24 horas han rellenado los estanques, por lo que hemos seguido funcionando sin detener el proceso”.
Afirma Molfino que antes de cada temporada el personal de Gasco realiza mantenimiento a todos los quemadores y a todos los estanques. “Lo hacen de acuerdo a un protocolo interno y es algo muy necesario. Pero además, cuando hemos tenido problemas con algún quemador, que no prende, que no corta o que no se ajusta a la temperatura requerida, solo hemos tenido que llamar al servicio técnico y antes de 24 horas hemos tenido el problema solucionado”, señala.
Para Pablo Molfino la explicación del gran aporte que ha representado Gasco a su operación de deshidratado de fruta está en que es una empresa que se ha involucrado en el mundo agrícola y que entiende que la fruta no espera. “En mi caso, la fruta se procesa o se echa a perder. No existe el término medio”, afirma el empresario.
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