Fosfitos: excelente alternativa para prevenir y controlar enfermedades fungosas
Los fosfitos (KH₂PO₃, K₂HPO₃) son el resultado de la neutralización del ácido fosforoso con una base compuesta por hidróxido de potasio, sodio y amonio.
De acuerdo con Thao y Yamakawa (2009) los fosfitos ejercen un buen control de enfermedades fungosas, particularmente de aquellas causadas por oomycetos como: Phytophthora, Pseudoperonospora, Peronospora, Pythium, Albulgo, Bremia, etc.
La acción fungicida de los fosfitos se puede presentar en dos vías:
- Los fosfitos cumplen una función metabólica que consiste en estimular el crecimiento y activación del metabolismo secundario de los vegetales contribuyendo a la adquisición de resistencia por parte de la planta. Para ello los fosfitos actúan como elicitores estimulando la ruta del ácido shiquímico, promoviendo la formación de peroxidasas, fitoalexinas y la acumulación de polímeros fenólicos, además de lignina, en el sitio de la infección (Avila, 2011).
- El fosfito absorbido por el hongo compite con el fosfato en diversas rutas metabólicas catalizadas por enzimas fosforilativas, pero no cumple plenamente su función metabólica, debido a las diferencias en su estructura tridimensional, lo que eventualmente conduce al colapso del organismo.
Los fosfitos también tienen la particularidad de que, aunque son absorbidos por los cultivos, las plantas no consiguen incorporarlos a sus rutas metabólicas de fosfatos, es decir que, desde la perspectiva de nutrición, estos aniones no son sustituibles entre sí. Sin embargo, los fosfitos también tienen un impacto positivo sobre la nutrición vegetal gracias a sus propiedades bioestimulantes que, tal y como lo han demostrado Gómez-Merino y Trejo-Téllez (2015), contribuyen al transporte de macro y micronutrientes como el potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), cobre (Cu), zinc (Zn) y manganeso (Mn). Vale la pena aclarar que este efecto se presenta siempre y cuando la planta haya sido suplida adecuadamente de fosfatos.
La aplicación de fosfitos en un cultivo de aguacate podrá entonces contribuir a que este tenga mayor rendimiento y tamaño de su fruto; mayor biomasa, aumente el área foliar y en el contenido de fósforo; podrá también promover el crecimiento de raíces y tallos, incrementar la clorofila, los aminoácidos y las proteínas en las hojas; elevar el contenido de antocianinas en fruto; aumentar las concentraciones de fitoalexinas y quitinasas; reforzar la pared celular; optimizar la emergencia y crecimiento, favorecer las colonias de micorrizas y mejorar la tolerancia a rayos UV.
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