Ante las crecientes necesidades y exigencias del mercado mundial, entregar en las grandes superficies, supermercados o al consumidor final de otros países, un producto cultivado en nuestros campos es un reto al que diariamente deben responder los productores nacionales con eficiencia y oportunidad.

En la actualidad ya son más de 100 frutos de nuestros suelos los que llegan principalmente a Estados Unidos y se encuentran conquistando otros mercados.

Históricamente el comercio exterior de Colombia ha dependido en su gran mayoría del petróleo y sus derivados, pero vemos cómo el sector agrícola ha ganado un importante terreno durante los últimos años.

Según el ICA, en 2023 se aprobaron 16 nuevas admisibilidades (cumplimiento de requisitos fitosanitarios para ingresar a un país). Así nuevos productos del sector agropecuario nacional entraron, o entrarán en el corto plazo, a competir en distintos rumbos internacionales.

La anterior dinámica, nos permite reflexionar acerca de las principales acciones que en el campo los productores deben asegurar para consolidar una cadena logística de exportación que asegure sus procesos de venta y comercialización a otros países.

Es importante articular un proceso que combine los conocimientos de cualquier sector agrícola, sus avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones, y el desarrollo de políticas públicas.

Solo así se podrá cumplir con los estándares internacionales de planeación, seguimiento y control a las exportaciones de los diferentes productos. Aquí el esfuerzo gremial cobra gran importancia como representante de los productores ante diferentes escenarios. 

Es necesario entender que la cadena logística es un proceso de mejoramiento continuo que, de acuerdo con las condiciones propias de cada mercado, debe asegurar la calidad en las relaciones entre proveedores, productores, transportadores, comercializadores y clientes.

En el mismo sentido, se debe trabajar permanentemente en la diversificación del portafolio de rutas terrestres, aéreas y marítimas directas para llegar a los nuevos mercados que se conquistan a lo largo del planeta. Solo así se alcanzará el crecimiento del volumen de las exportaciones colombianas.

En la actualidad, uno de los mayores retos en las exportaciones, es consolidar protocolos que aseguren las condiciones fitosanitarias en los cultivos y los parámetros de sostenibilidad de la Agenda 2030. Estos factores son cruciales a la hora de querer entrar a nuevos mercados.

Bajo el anterior contexto, cobra gran importancia la principal temporada de exportación de las flores frescas cortadas colombianas a nivel internacional, San Valentín 2024.

Con el fin de responder asertivamente a las condiciones de seguridad, agilidad y oportunidad exigidos por los diferentes países en esta, y otras temporadas, desde hace 18 años Asocolflores creo su denominado Plan Pétalo.

El anterior es un dispositivo de seguridad y de coordinación con todas las autoridades (ICA, Policía Nacional, Dian y Supertransporte) y los diferentes agentes de la cadena logística (aeropuertos, puertos, agencias de carga y aerolíneas, entre otros), para asegurar la movilidad, el flujo de la carga y prevenir ilícitos.

La exportación de flores en San Valentín exige una coordinación interinstitucional muy precisa para asegurar su envío desde los aeropuertos El Dorado (Bogotá) y José María Córdova (Medellín); y los puertos de Barranquilla, Buenaventura, Cartagena, Santa Marta y Turbo hacia los diferentes países.

Cabe resaltar que las flores representan alrededor del 80% del total de exportaciones aéreas del país.

Las temporadas altas de exportación de flores significan no solo una gran oportunidad comercial, sino también un gran reto para la industria aérea, que debe responder con una mayor capacidad para satisfacer sus necesidades.

Este trabajo resultaría infructuoso de no contar con el apoyo y acompañamiento de las autoridades de control en las terminales aéreas.

La mayor relevancia del “Plan Pétalo” es el compromiso que asumen todas las autoridades para que las temporadas altas fluyan de la mejor manera en beneficio de Colombia. Es una de las mejores expresiones de coordinación y facilitación en el comercio exterior, sin perjuicio de los controles que corresponden a cada entidad.

Las Flores de Colombia llegan a más de 100 países y uno de los aspectos que, año tras año, les ayudan a conquistar nuevos mercados es la experiencia acumulada en los temas logísticos.  Prácticamente en todos los rincones de Estados Unidos se pueden encontrar Flores de Colombia en el momento oportuno.

Así las cosas, el “Plan Pétalo” de Asocolflores es hoy un ejemplo de buenas prácticas para otros sectores agroexportadores en el país, y prácticamente una proeza en la cadena logística de las exportaciones nacionales.

Finalmente, como el sector floricultor, otros sectores de la agricultura nacional han desarrollado importantes experiencias frente a la logística exportadora. Nada más acertado que unir conocimientos y sumar voluntades para incrementar su eficiencia e impactar positivamente a la mayor cantidad posible de poblaciones rurales del país.