Festival Fruits y el reto de producir piña orgánica en la costa norte
Un cultivo que tradicionalmente se ha localizado en zonas de la Selva Central, se está produciendo también en Piura. Y es que ante una creciente demanda, Festival Fruits ha decidido incluir a la piña en su portafolio, en presentaciones en fresco y deshidratado. Si bien compran fruta a productores de la selva, han asumido el reto de producirla en tierras piuranas, en un proyecto que está bien encaminado y que tiene grandes proyecciones de ir creciendo.
Los productos orgánicos ganan cada vez más aceptación entre los consumidores. Así es como diferentes empresas peruanas han incluido frutas y hortalizas ecológicas dentro de su portafolio. Un ejemplo de lo anterior es Festival Fruits, compañía piurana que abastece al mercado local con mango y piña orgánica, fresca y deshidratada.
Luis Llanos es el gerente general de esta empresa agroindustrial creada hace ya una década que, además de mango y piña, comercializan plátano, arándano, aguaymanto, manzana, granada y coco deshidratado. La principal fruta que venden es el mango, cultivo del cual hoy en día tienen en producción 70 hectáreas (ha) en Curumuy Sur, cerca al centro de Piura, un huerto que se sustenta en un terreno arenoso, el que requiere la incorporación de mucha materia orgánica y es regado con agua que llega del canal de Poechos. Además, para evitar tener problemas de escasez, cuentan con un reservorio de 43,000 m3. De las 70 ha de mango, de momento solo 9 de ellas se producen siguiendo las directrices de la agricultura orgánica. De ellas, cuentan con árboles de diferentes edades, que van desde los dos a cinco años.
Llanos resalta que trabajan preferentemente con las variedades Keitt y Kent, aunque pronto van a incursionar con variedades amarillas como Edward para el mercado local y para la industria, y Ataulfo para exportar en fresco, principalmente a EE UU. “Ya no hacemos mango fresco orgánico a Europa por la volatilidad del mercado, mientras que en EE UU atendemos casi exclusivamente a Amazon Products, uno de los principales importadores de mango”, cuenta sobre un producto del que envían cuatro contenedores al año, con proyecciones de enviar entre seis y ocho. Sin embargo, no solo envían mango fresco orgánico, ya que también tienen una línea de deshidratados, que envían a clientes en Alemania y EE UU, fruta que compran a asociaciones de productores locales.
EL POTENCIAL DE LA PIÑA DESHIDRATADA
Enfocados en ampliar la variedad de frutas deshidratadas hacia más mercados en Festival Fruits contemplaron producir piña orgánica. En ese sentido, el empresario explica que buscando otro cultivo que les ayude a trabajar los meses que no producen mango, es que decidieron incursionar con frutales con potencial en el exterior.
“Es cierto que está el banano, pero ya está instalado en Piura. Además, todo el banano es orgánico y hay mucha fruta, pero no es un cultivo con una demanda dinámica, no es popular como el mango o la piña, y en deshidratado el banano es rico, pero a muchos no les gusta su apariencia. Entonces otra fruta deshidratada con potencial era la piña”, subraya Llanos y destaca que en EE UU, su cliente Costco ya venía preguntando por la piña deshidratada, que sea orgánica y de la variedad Golden Sweet.
¿Cuándo surgió la idea de incursionar en el negocio de la piña? El empresario comenta que hace una década ya compraban para la fábrica de deshidratados piña de la variedad española roja a productores de Aramango (Bagua), en la región Amazonas, que eran asistidos por una cadena productiva de café que desarrolló una línea de mermeladas, “fueron certificados orgánicos, pero la variedad no tuvo éxito, pues tienes que explicársela al cliente, a qué sabe, hay que presentar muestras”, explica y sostiene que, en cambio, si se habla de Golden Sweet el mercado la conoce muy bien, “ya que tiene buen sabor, buen color y buena cualidad organoléptica”.
Recuerda que exportaron un par de años a EE UU snacks de piña orgánica de la variedad española roja, “pero no creció el mercado, todo lo contrario, dejó de comprar”, cuenta. Posteriormente intentaron más de una vez llevar piña de Mazamari (Satipo), en la región de Junín), pero es una fruta que llega a un costo muy alto a Piura.
La producción de piña no es nueva en Piura. De hecho, Saturno la producía hasta que en 2008 o 2009, decidieron reemplazar esa superficie por uva de mesa, “me imagino que les era más rentable”, dice Llanos. “Además, la demanda de congelado no era la que es hoy. Esos años solo había cuatro plantas de congelado en Piura y hoy son más del doble. En cuanto al consumo, este ha crecido bastante”, añade sobre una fruta que su producción se debe a una estrategia de posicionamiento y de diferenciación, aunque teniendo claro que es imposible competir con grandes productores, por ejemplo, Costa Rica o países africanos, “sobre todo en el negocio de la piña deshidratada, ya que ellos tienen costos productivos mucho más que los de Perú”.
La diferenciación -puntualiza- era por el camino de ofrecer fruta orgánica (fresca y deshidratada) y a clientes exigentes que prefieren y confían ya en la calidad que Perú ofrece.
RETOS PRODUCTIVOS Y COMERCIALES
El primer reto productivo con el cultivo de piña orgánica para Festival Fruits fue encontrar la combinación entre densidad de siembra, concluyendo que la densidad adecuada para el caso de la empresa fue entre 40,000 y 45,000 plantas/ha, con el fin de obtener producciones más o menos parecidas a las de la selva central.
El segundo reto es el tema del agua, pues explica que en la selva central no se invierte en sistema de riego, ni tampoco los productores tienen problemas con los turnos de riego, algo que sí se necesita en la costa norte, lo que repercute en los costos productivos. Teniendo en cuenta eso, es que probaron dos sistemas de riego (aspersión y goteo). “El riego por aspersión prometía ser la opción ideal, sobre todo porque imitamos las condiciones de lluvia, la humedad relativa y la forma que le gusta a la piña de recibir agua por la corona, pues los hijuelos recién sembrados responden rápidamente. Además, de esta forma se adaptan rápidamente al suelo y se aclimatan en el lote sembrado”.
Sin embargo, tras cinco meses el lote regado por aspersión se convierte en una pesadilla debido a la aparición de malezas, porque las plantas fertirrigadas por aspersión cuando crecen se cierra el espacio entre ellas y el nutriente cae en el cogollo, pero no cae al suelo, dejando de nutrirse. Mientras que el lote de riego por goteo comienza a presentar una mejor apariencia, en su vigor, en su color verde profundo. “En el riego por goteo el nutriente sigue entrando permanentemente al suelo por la manguera, aunque las plantas se cierran entre ellas por la masa foliar. Si seguimos regando, la manguera no la vemos, pero seguimos fertilizando y corrigiendo controlando problemas producidos por los nematodos”, explica sobre un tema que es imposible con el riego por aspersión, ya que no se pueden aplicar productos ecológicos a través de este sistema. “Y tras un año, nuestras plantas lucen muy parecidas a aquellas de la selva central: grande y vigorosa. Y si bien el color es diferente, esto es así porque somos productores orgánicos”, continúa.
En cuanto a la diferencia en la inversión de estos sistemas de riego, expresa que más barata es la instalación por aspersión, pero más caro el deshierbo y la mano de obra. En tanto que el riego goteo es más caro, pero más barato el gasto en mano de obra, “ese es uno de los hallazgos”, subraya el gerente. Asimismo, resalta la incorporación de materia orgánica. “Hemos comprobado que funcionan 100 t/ha. Creo que probar por debajo de 80 t/ha sería un error”.
PROYECTO PILOTO CON LA MIRA A LOS MERCADOS
En la actualidad Festival Fruits viene desarrollando un proyecto piloto de 1 ha de piña, a la que pronto añadirán 1.5 ha más. “Ya sacamos fruta de esa primera hectárea, que se destinó a la industria y también al mercado local. La cosecha del proyecto nuevo recién será en 2022”, cuenta sobre un proyecto que espera crezca para abastecer a la industria y también al mercado local, primeramente en Tumbes, Piura y Chiclayo.
Mientras el proyecto va encaminado, explica que la piña que están procesando y vendiendo al mercado interno es de la variedad Golden que traen de la selva central. Sin embargo, agrega ya están comenzando a procesar y a vender en el mercado local de Lima la piña Golden que cultivan en su campo de Piura. Sin embargo, las ventas actuales no son solo del producto fresco, ya que han vendido piña deshidratada a diferentes empresas de Lima, que posteriormente re envasan esa fruta y venden en diferentes supermercados.
Pero, ¿habrá próximamente una marca propia de Festival Fruits? “Ya hemos trabajado en nuestra etiqueta, pero aún no la lanzamos porque el mercado limeño aún no es muy grande”, responde. “En ese sentido, el extranjero está más capacitado en el consumo de frutas deshidratadas”, puntualiza.
Acerca de cómo se proyecta el negocio los próximos años, Llanos señala que el reto es ampliar la producción y tratar de convencer a los bancos a que financien el proyecto. “El reto es conseguir financiamiento para un cultivo que, en Piura, parece muy atrevido. Nuestro reto es conseguir financiamiento de mediano plazo. Estamos hablando de un cultivo de 15 meses, para poder crecer de manera ordenada sin tomar una deuda muy cara. El reto es ese financiamiento para poder crecer”, subraya.
Otro desafío es la apertura de nuevos mercados. Por ello es que ya han enviado muestras a diferentes mercados. “Hay interés por clientes en Corea, en Europa y en EE UU por piña orgánica y de la variedad Golden Sweet”, asevera Llanos y reitera que Costco, el gran supermercado estadounidense tiene muy identificada su demanda en necesidad de ‘snacks’ de piña orgánica. Todo indica de que hay futuro para la piña orgánica de la costa norte.