“Fue una gira de objetivos cumplidos y aprendizajes; por primera vez organizamos una delegación a estos destinos en que tradicionalmente utilizan la ciruela deshidratada como snack, en su cocina tradicional o como insumo para otros procesos. También nos sirvió para establecer los primeros contactos para negocios futuros”, dice María Paz Soto, líder de Chile Prunes.

En efecto, Andrés Tagle, de Superfruit, señala que los objetivos se cumplieron cabalmente, al juntarse con clientes en ruedas de negocios coordinadas por Cámaras de Comercio locales, en donde se pudieron conocer nuevos prospectos, permitiendo hacer nuevos negocios. De la misma idea, Bruno Ceroni de Good Valley, expresa que pudimos conocer nuevos clientes y mercados, entender sus requerimientos y entablar contacto con importadores; también tuvimos rueda de negocios con buenos prospectos y posibles clientes”.

Este tipo de giras, han sido un desafío este año para Chile Prunes, si bien apoyados con el financiamiento y consejos de ProChile, este año hemos visitado mayoritariamente mercados que no cuentan con Oficina Comercial de ProChile  lo que ha hecho más desafiante materializar las misiones, pero más satisfactorios los resultados, agrega María Paz Soto.

Agustín Marín, de Onizzo, agrega que pudieron conocer el interés de naciones, como Bielorrusia, por calibres pequeños sin carozos.  A este país y Rumania se llega indirectamente con la ciruela, por lo general usan países-puente como Lituania y Polonia, “por lo que llegar al cliente final obviamente es un paso más allá. Tuvimos la oportunidad de juntarnos, además, con clientes ya conocidos de Lituania y Letonia, y conocer sus intereses y conversar de los mercados”.

En definitiva, se buscaba “hacer un levantamiento de información de todos los países que visitamos para ver si efectivamente estaban comprando ciruelas deshidratadas y si nos da el negocio (precios y calibres) para trabajar con ellos”, dice Pedro Pablo Aspillaga, de Surnat. Añade que tuvieron la oportunidad de conocer a varios importadores de gran tamaño, los cuales manejan el mercado en gran parte de cada país, logrando recopilar información clave para entender a la industria y poder lograr cerrar negocios.

Interesante destacar las acciones en Bielorrusia y Lituania. En el primero, la gestión se coordinó con la Cámara de Comercio en Minsk, donde tuvieron una presentación de cada país, y luego sesiones B2B en que los exportadores chilenos se reunieron con varias empresas que asistieron al evento.

Bielorrusia fue un buen país en cuanto a la cantidad de empresas, y en Lituania fueron menos, pero estaban las que tenían que estar, dice Juan Widmer, de Pacific Nut, ha sido una buena instancia para crear relaciones con ellos y conversar más a fondo de negocios.

En Letonia –dice Aspillaga- “también trabajamos apoyados por a la Cámara de Comercio, fue la misma modalidad que en Bielorrusia pero focalizados en las reuniones bilaterales, sirviendo para crear relaciones y conversar más aterrizado de negocios”.