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Se realizó de forma presencial en Chillán

Exitosa sesión de cierre del primer curso de avellano europeo de Educación Redagrícola

Un grupo selecto compuesto por los principales asesores y académicos especialistas en el cultivo, además de actores del sector empresarial, participaron en el evento de clausura dedicado a esta creciente industria.

12 de Septiembre 2024 Equipo Redagrícola
Exitosa sesión de cierre del primer curso de avellano europeo de Educación Redagrícola

Con éxito de asistencia concluyó el 1ª curso de Avellano Europeo, organizado por Educación Redagrícola, que cerró con un sesión presencial en Chillán, región de Ñuble.

La última clase fue organizada en modo conferencia, y contó con la participación de destacados charlistas de esta floreciente industria para aprovechar la oportunidad de capacitación e intercambio de ideas y experiencias, diseñada con el sello de Redagrícola para abordar los temas más relevantes del sector.

El evento comenzó con la participación de Christian Chadwick, ingeniero comercial, administrador y gestor de fondos de inversión que han apostado por el avellano, con más de 1.000 hectáreas de este cultivo, quien indicó en la apertura que “el ánimo de estar acá es entusiasmarlos y seducirlos en que planten más avellanos o comiencen a plantarlos si todavía no lo han hecho”.

Chadwick, que ha concentrado su apuesta por e avellano en la región del Maule, señaló en su charla que “hay un direccionamiento en el mundo muy fuerte hacia productos que nos hacen vivir bien. Alimentarse bien permite que el ser humano viva más. En ese concepto los frutos secos se han rodeado de una aureola de ser extremadamente saludables”.

En ese sentido, profundizó que los fondos de inversión “se dieron cuenta de que durante la pandemia una de las industrias que se mantuvo e incluso afloró fue la agricultura. Frente a las inestabilidades que ha habido en el mundo ha empezado una corriente en que los grandes capitales se colocan en ‘activos reales’, que tienen menos riesgos, y uno de ellos es la agricultura”. 

Christian Chadwick dio inicio a la sesión de cierre, con un análisis del mercado de la avellana.

A continuación, el académico de la Universidad de La Frontera, Dr. Cristian Meriño, profundizó sobre fisiología del cultivo y nutrición. En la instancia, Meriño comentó que “si nuestro balance nutricional en la planta y en el fruto es mejor, la posibilidad de infestación con patógenos se ve reducida”.

Detalló que “el pardeamiento, color obscuro del fruto asociado a la oxidación de fenoles, se da principalmente en la cáscara. El estrés oxidativo genera la muerte de células y favorece muchas veces partiduras”.

Meriño detalló también que el aluminio “es el ‘matón del barrio’, ya que este catión desplaza elementos de efectos positivos para la planta. En particular incide negativamente en la acción de elementos como el calcio”. Finalmente, destacó que el uso de protectores solares “resulta en mejores valores fisiológicos como actividad fotosintética y parámetros de rendimiento en zonas de clima mediterráneo húmedo”.

Dr. Cristián Meriño, académico de Universidad de Frontera.

El asesor Khristopher Ogass, especializado en avellano europeo, abordó los manejos fitosanitarios, fenología y fisiología del cultivo. Durante su presentación, señaló que “no hay huerto de la Araucanía hacia el sur que no tenga daño o no haya arrancado hectáreas por no haber tomado en serio las plagas y haber sido poco eficientes en el control, lo que ha llevado a una pérdida importante de plantas por el daño que provocan”.

En ese sentido, Ogass señaló que “hemos aprendido la importancia del control químico de adultos, respetar el periodo de efectividad del los productos, utilizar productos comprobados en su efectividad, y complementar con aplicaciones vía drench en sectores de alta presión o daño”.

Ogass se refirió además a las condiciones de suelo y riego del avellano: “No puedo sostener una gran producción en una concentración de raíces sólo en los primeros 30cm de suelo, y eso es por problemáticas de riego, sobre todo si no hay problemas en el suelo. Al otro extremo, dar riegos largos en camellones, que está de moda, puede generar saturación por agua y eso limita los crecimientos, algo que hemos podido apreciar en la región del Maule, en sobre todo en primavera”.

Khristopher Ogass, asesor de avellano europeo.

Otro de los charlistas destacados de la jornada fue el Dr. José Antonio Yuri, académico de la Universidad de Talca y director del Centro de Pomáceas.

En su presentación, el académico comentó que “nos estamos acostumbrando a cultivos cada vez más ‘atomatados’, con mucha fruta y con esqueletos secundarios. Y en el avellano la estructura es relevante. A diferencia de un manzano, donde las hojas trabajan 80% para la fruta y 20% para el árbol, en avellano las hojas trabajan un 60% para el árbol y 40% para el fruto, por lo que hay grandes diferencias productivas”.

Apuntando a su preferencia por estructuras de árboles con un solo tronco, con tal de tener mayor control, indicó que “a la hora de la poda, cuando pienso en un avellano pienso en un monstruo de muchas cabezas. Y parte de nuestro oficio es domesticar nuestras plantas, y si es con un solo eje es mejor, es necesario controlar su vigor”.

El Dr. Yuri comentó además al cierre de su presentación que “nuestras plantas son paneles solares biológicos, atrapan fotones y las transforman en materia. El avellano además, por su cantidad de hojas, es uno de los mayores capturadores de CO2”.

Dr. José Antonio Yuri.

La jornada continuó con el asesor Gabriel Aguilar, especialista en el cultivo, quien detalló su experiencia sobre mecanización en los campos de avellano. “No hay una sola forma ni una sola maquinaria para la cosecha del avellano, son un maridaje que depende de los contextos de cada campo y situaciones de suelo o de cobertura. Es la parte más cara del proceso, y puede ser también la más estresante”, detalló.

El gerente agrícola de Agrichile, Luca Giordani, entregó una mirada desde el punto de vista de Ferrero, uno de los principales compradores de avellano en el país. “El avellano se sigue plantando y produciendo en Chile, y hoy se está acompañando el crecimiento con nueva planta de descascarado, pero también se busca crecer en sostenibilidad. Hemos desarrollado (en Ferrero) un estatuto de la avellana para lograr que la industria sea beneficiosa para las personas y la naturaleza”, dijo.

Luca Giordani, gerente agrícola de AgriChile.

Finalmente, el viverista y productor Jorge Mohr destacó que hoy el kilo de avellana como pepa (sin cáscara) se está transando en Europa a 8 euros el kilo; en 30 años el precio se ha cuadruplicado.

Respecto al producto producido, Mohr detalló que el 90% de las avellanas o más se vende descascarada. De ese porcentaje más del 70% va a la industria. El 45% es calibres 11-13; el 30% de calibre 13-15; un 20% va a pasta; 5% es de calibres 9-11 mm. “Chile debe adaptar su oferta a esta demanda”, comentó.

Por ello, Jorge Mohr señala que la categoría 11-13 mm, en el largo plazo, va a entregar el mayor retorno al productor chileno, comentando que hay que potenciar la marca Chile para sostener el precio de largo plazo y hay que preocuparse de esa tarea desde hoy. “La categoría pasta representa un 20% del mercado, se hace con fruta de segunda categoría y ofrece menor retorno, aunque resulta interesante”, concluyó.

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