Estrategias para controlar malezas en cultivos de lupino
Nelson Espinoza, Mario Mera y Guillermo Contreras – INIA Carillanca, Temuco, Chile
Los cultivos de lupino son susceptibles de ser invadidos por malezas por el lento crecimiento del cultivo en los primeros estados de desarrollo. El uso de herbicidas pre-emergentes puede revertir esta situación debido a que previenen la presencia de malezas desde la emergencia del cultivo y minimizan tempranamente la competencia de éstas con el lupino.
El lupino blanco (Lupinus albus) es una planta vigorosa –particularmente el lupino amargo– que compite relativamente bien con las malezas luego de la floración del tallo principal, pero que tiene crecimiento lento en la etapa previa. La mayoría de las variedades de lupino albus disponibles en Chile son de siembra otoñal, con un periodo de siembra a floración de unos 5 meses (mayo-septiembre, aproximadamente). Durante estos meses el cultivo queda expuesto a la invasión de malezas, por lo que es necesario protegerlo con herbicidas.
El lupino australiano (Lupinus angustifolius) se siembra generalmente a salidas de invierno (julio-agosto) y florece la primera quincena de noviembre, de manera que la etapa de lento crecimiento es más corta, pero igualmente debe ser protegido con herbicidas ya que las plantas son menos vigorosas y compiten menos con las malezas. La situación del lupino amarillo (Lupinus luteus) es similar a la del lupino australiano.
En el caso de la agricultura familiar campesina, que cultiva principalmente lupino amargo, se ha demostrado, en terreno de los mismos agricultores, que si se une la aplicación de un herbicida de preemergencia a una adecuada preparación de suelo y densidad de siembra, es posible elevar el rendimiento a 40 e incluso 50 qqm/ha. El costo asociado al uso de un herbicida de preemergencia, que incluye una buena preparación de suelo, generalmente equivale a unos 4 quintales de lupino amargo, cuando éste alcanza un precio normal. Este costo se paga holgadamente con un mayor rendimiento.
EL CONTROL DE MALEZAS DURANTE LA PREPARACIÓN DEL SUELO
En suelos muy infestados con malezas es importante que la preparación de suelo se inicie al menos dos meses antes de la siembra, para poder controlar dos generaciones de malezas y disminuir la cantidad de semillas del suelo.
Antes de las labores de preparación mecánica del suelo es recomendable la aplicación de glifosato (Roundup entre varios otros nombres comerciales). La dosis puede variar entre 2,5 y 4,0 l/ha dependiendo del producto (hay diferentes concentraciones). Malezas con más desarrollo requieren dosis mayores que las pequeñas. La mayoría de las malezas de hoja ancha, principalmente las más desarrolladas, son menos sensibles que las gramíneas.
Tres semanas después de la aplicación de glifosato se puede mover el suelo con cincel y/o rastra. Luego, se espera entre cuatro a seis semanas para que emerja una nueva generación de malezas, destruyéndola con las últimas pasadas de rastra y/o vibrocultivador, antes de sembrar.
OPCIONES DE CONTROL DE MALEZAS DESPUÉS DE LA SIEMBRA PERO ANTES DE LA EMERGENCIA DEL CULTIVO
El control de malezas en cultivos de lupino necesariamente debe contemplar la aplicación de un herbicida pre-emergente, aplicado después de la siembra y antes de la emergencia del lupino. Estos herbicidas controlan principalmente malezas originadas de semillas durante la germinación y emergencia de las plántulas desde el suelo. La mayoría no controla malezas provenientes de partes vegetativas como rizomas (vinagrillo, chépica), cormos (pasto cebolla) y bulbos (pasto ajo). Deben aplicarse sobre suelo húmedo para que puedan movilizarse, distribuirse en los primeros 5 cm, y ser absorbidos por las malezas. Pueden producir fitotoxicidad en el cultivo cuando la semilla queda descubierta, mal tapada o muy superficial. En general, una capa de 4 cm de suelo sobre la semilla de lupino garantiza una adecuada selectividad de los pre-emergentes. Es esencial considerar que el cultivo debe tener una densidad de siembra suficiente para las plantas de lupino supriman el crecimiento de las malezas una vez que el efecto residual del herbicida pre-emergente termine.
Los herbicidas pre-emergentes registrados para usar en cultivos de lupino se entregan en el Cuadro 1. A continuación se describe las opciones de uso de estos productos individualmente o en mezcla.
Simazina (Simazina, Gesatop, Simanex, Sipcazin). Ha sido el preemergente clásico empleado en lupino tanto en siembras de otoño (abril-mayo) como de salidas de invierno (julio-agosto). Muy selectivo para el cultivo. Puede aplicarse en pre y post-emergencia del cultivo y las malezas para controlar las de hoja ancha y gramíneas. Tiene un buen efecto residual, generalmente superior a dos meses. Aplicado en pre-emergencia de las malezas es muy eficaz, mientras que aplicado en pos-emergencia de las malezas es muy deficiente. Controla bien mostacilla y aceptablemente rábano y yuyo, pero sólo en dosis alta.
Diuron (Dazzler, Dogma, Diurex, Karmex, Ustinex). Muy eficaz en diversas hoja ancha, pero débil en gramíneas. En la mayoría de las malezas su eficacia es inferior a simazina. Controla bien mostacilla y aceptablemente rábano y yuyo.
Simazina + Diuron. La justificación técnica de usar simazina con diuron, en mezcla de estanque, es básicamente aumentar el control de rábano y yuyo. Sin embargo, un control similar puede conseguirse aplicando una dosis alta de simazina (2,7 kg/ha de ingrediente activo).
Metribuzina (Bectra, Metriphar, Sencor). Puede aplicarse en pre-emergencia del cultivo y de las malezas para controlar hoja ancha y gramíneas. Metribuzina es más eficaz que simazina y que la mezcla simazina + diuron para controlar rábano y yuyo. A diferencia de simazina, que es absorbida sólo por las raíces, metribuzina es absorbida por raíces y hojas Por ello, también es muy eficaz sobre malezas ya emergidas, siempre que su desarrollo no sea superior a 2 hojas.
Metolacloro (Dual Gold). Muy eficaz en malezas gramíneas antes que emerjan; por el contrario, muy débil en hoja ancha.
Pendimetalin (Herbadox, Pendimetalin, Spectro). Controla malezas de hoja ancha y gramíneas. Su fortaleza es el control de vingrillo, sanguinaria, porotillo y duraznillo. No controla rábano, yuyo y mostacilla.
Trifluralina (Treflan, Triflurex). Controla malezas gramíneas y algunas de hoja ancha. Puede aplicarse antes y después de sembrar lupino. En pre-siembra es más eficaz si se incorpora al suelo con una rastra liviana. En pos-siembra debe aplicarse antes de la emergencia del cultivo y las malezas. No controla rábano, yuyo, ni mostacilla. Sin embargo, es muy eficaz en sanguinaria, duraznillo, vinagrillo, porotillo, pasto pinito, calabacillo y quilloi-quilloi. En cultivos de lupino donde se espera la aparición de estas malezas, la aplicación de trifluralina de pre-siembra es una buena estrategia.
Flumioxazin (Pledge, Valor). Controla hoja ancha y gramíneas en pre-emergencia. Se encuentra en etapa de registro en el SAG para emplearse en lupino. Se destaca por controlar eficazmente numerosas hoja ancha, incluyendo rábano, yuyo y mostacilla.
OPCIONES DE CONTROL DE MALEZAS DESPUÉS DE LA EMERGENCIA DEL CULTIVO
Malezas gramíneas
Después de la emergencia del lupino, la presencia de malezas gramíneas no debería representar un problema debido a que pueden controlarse eficazmente con herbicidas pos-emergentes pertenecientes a la familia ACCasa (Cuadro 2). Estos graminicidas pueden emplearse en cualquier especie de lupino y permiten controlar tanto malezas gramíneas emergidas que se reproducen por semilla (ballica, avenilla, cola de zorro, piojillo, tembladerilla), como aquellas que se reproducen por partes vegetativas (chépica, pasto cebolla). La mayoría no controla vulpia. La aplicación de un graminicida es más eficaz con malezas pequeñas y no debe atrasarse nunca a etapas cercanas a la floración del cultivo.
Puede haber problemas en campos donde existen biotipos de ballica, avenilla y cola de zorro que han evolucionado resistencia a los ACCasa. Ello puede saberse en base al historial de uso de estos herbicidas y los resultados de control alcanzados en ocasiones anteriores en el mismo campo o potrero. Si este fuera el caso, hay algunos pre-emergentes (Cuadro 1) que pueden controlar eficazmente gramíneas sensibles y resistentes a los ACCasa, originadas de semillas de tamaño pequeño, como ballica, cola de zorro, piojillo, tembladerilla y vulpia, entre otras.
Malezas de hoja ancha
Como ya fue señalado, después de la emergencia del lupino y las malezas de hoja ancha, desafortunadamente no hay herbicidas registrados para uso en lupino. Por esta razón se recomienda que los agricultores recurran preferentemente a los pre-emergentes. No obstante lo anterior, en la especie albus es utilizado el herbicida triasulfuron (Logran 75%, Terrano 75%) en dosis de 6 a 7 g/ha. Triasulfuron ejerce buen control de malezas de hoja ancha si se aplica tempranamente, con malezas muy pequeñas, de desarrollo no superior a 4 hojas, y es suficientemente selectivo con plantas de lupino de altura no superior a 10 cm. La aplicación tardía de triasulfuron generalmente se traduce en un control deficiente de hoja ancha. Si las plantas de lupino están grandes, protegen de recibir el herbicida a las malezas que crecen bajo ellas. Además, con una aplicación tardía el cultivo tiene menos tiempo para recuperarse del posible daño ocasionado por el herbicida, y las malezas tienen mayor tiempo para competir con el cultivo. Entre las malezas más sensibles a triasulfuron se encuentran rábano, yuyo, mostacilla, bolsita del pastor, viola, calabacillo, pasto pinito y vinagrillo. Las moderadamente sensibles son porotillo, duraznillo, chinilla, diente de león, hierba del chancho, crepis y hierba azul. Por el contario, entre las más tolerantes se encuentran siete venas, tomatillo, quinguilla y sanguinaria.
Otro herbicida post-emergente contra malezas de hoja ancha y muy selectivo para todos los lupinos es diflufenican, pero desafortunadamente todavía no se comercializa en el país. Además, presenta una débil acción en gramíneas.