Entomólogo Luis Sazo: “LOS TRATAMIENTOS DE INVIERNO SERÁN CLAVE”
El entomólogo realiza un balance preliminar de la temporada frutícola desde el punto de vista de la incidencia de plagas y entrega algunas recomendaciones de control fitosanitario que durante el período invernal conviene realizar en los huertos frutales.
“Esta temporada el nivel de escama de San José conocido a la fecha ha sido más bajo que en años anteriores. Lo que indica que los cambios de estrategia sugeridos dieron resultado. Varios ya se han dado cuenta de que había un problema de resistencia a algunos organofosforados. Este año la escama se ha manejado mejor. Las polillas de la fruta, Cydia pomonella (Carpocapsa) y C. molesta (p. oriental), tampoco han provocado grandes problemas”.
Sin embargo, según el experto, este año ha habido un aumento en las poblaciones de ácaros fitófagos, principalmente en carozos. Tanto de arañita roja europea (Panonychus ulmi) como de arañita bimaculada (Tetranychus urticae). “Posiblemente debido a programas de aplicaciones que privilegiaron alternativas no selectivas, de modo que se destruye a los depredadores provocando un desequilibrio que se expresa rápidamente en un aumento de las poblaciones de ácaros fitófagos”, explica el entomólogo.
A las mencionadas plagas se sumaron algunos eventos de thrips de California, principalmente -según Sazo- debido a que nuevamente ha sido un año seco. Así mismo, “este año el pulgón en nogales apareció tarde, en enero o febrero, pero con bastante fuerza”, dice.
TRATAMIENTOS DE INVIERNO
Según el entomólogo, este año no se requerirán mayores modificaciones respecto de la temporada pasada, pero advierte que hay que mantener un esquema básico efectivo. “Si por una parte pensamos que la escama de San José está presente en todas las unidades productivas y, por otra que, esta temporada se constató un aumento de arañita roja europea, especie que hiberna como huevo, significará entonces que , los tratamientos de invierno van a ser clave para bajar los niveles de infestación, ya que es una época en que es muy fácil obtener buen control de estas plagas debido, principalmente, a que los estados sensibles, están expuestos”.
-¿Más específicamente, qué productos sugiere aplicar para el control de invierno?
-Es válido aplicar aceites, además de un regulador de crecimiento (ej. Piriproxifen). En manzano haría una aplicación de Piriproxifen para escama más o menos hasta mediados de agosto, y aceite al 2% más clorpirifos entre puntas verdes y ramillete expuesto. Son dos eventos diferentes y complementarios.
-Sin embargo, ¿es recomendable monitorear?
-Hay que monitorear. Lo que pasa es que la escama hiberna principalmente como gorrita negra, su primer estado ninfal, y en menor porcentaje, como gorrita gris, segundo estado ninfal. Después de este segundo estado ninfal la hembra muda y pasa al estado adulto, en tanto que los machos continúan en los estados pupales (prepupa y pupa). Lo importante es que este regulador de crecimiento tiene efecto solo en los dos estados ninfales. Entonces, si han mudado por segunda vez y ya son hembras adultas, el regulador de crecimiento ya no tiene efecto. Por esto es que para no equivocarse el tratamiento con este producto se hace a más tardar el 15 de agosto.
-¿Y para el manejo de las arañitas?
-Es al contrario. Para controlar los ácaros fitófagos –en particular para arañita europea- se debe esperar lo más posible para aplicar los aceites, incluso hasta que empieza a brotar o a florecer. En algunos importantes campos de la Región de O’Higgins, cuando hemos tenido altas infestaciones de arañita roja europea, hemos aplicado en nectarinos, aceites al 2% hasta con 50% de flores abiertas.
LOS HUERTOS QUE NO PRODUJERON DEBIDO A LA HELADA
-¿Hay diferencia si luego de la helada un huerto estuvo sin producir?
-Si un huerto se heló y no se hizo control o este fue más ‘light’, tendería a pensar que el nivel de infestación de escama de San José fuese mayor. Entonces me parece que se debería ser más estricto en el programa para la próxima temporada de modo de evitar situaciones limitantes para la producción. Hay que considerar que las escamas tienen tres generaciones por temporada y cada hembra puede parir entre 100 y 500 ninfas. Por lo anterior la cantidad de ninfas que, teóricamente, se puede producir a partir de un individuo en una temporada, corresponde a cientos de miles de individuos. Si el programa ha sido liviano, recomiendo un tratamiento bastante más riguroso, con el regulador de crecimiento, alto volumen de aplicación y, por supuesto, el complemento con insecticida en primavera.
-¿Qué es importante a la hora de estimar el nivel de infestación de un huerto, por ejemplo en las condiciones señaladas (helada)?
-Se debe revisar el nuevo crecimiento de la temporada, especialmente en la parte basal de la ramilla, para determinar cuál es el nivel de infestación que tiene. Si no se encuentran ninfas de escama fijas en esta madera , quiere decir entonces que el control ha sido exitoso. Esto se debe hacer en aquellos lugares que históricamente han tenido escama.
CHANCHITOS BLANCOS EN NIVELES HABITUALES
“Hasta la fecha (segunda semana de marzo), ya que todavía no se termina la temporada, diría que los programas han funcionado bastante bien y la plaga está en los niveles habituales. Es decir, no se enfrenta una situación más complicada que otros años”, afirma el entomólogo.
-¿Cuáles es la clave para controlar chanchitos blancos?
-En mi opinión, se debe hacer en base a antecedentes objetivos; el programa de control debe partir en post- cosecha aprovechando que no existe restricciones para el uso de varios insecticidas efectivos, a un costo menor. En post-cosecha es recomendable hacer una o dos aplicaciones, excepcionalmente tres.
-¿En base a qué información se decide aplicar una, dos o tres veces?
-En base a monitoreo. Es decir, se aplica y, posteriormente, se revisan los lugares donde se encontraron los focos. Si luego de dos o tres semanas se observa nuevamente ninfas vivas, la aplicación se repite. Normalmente, luego de una buena aplicación de post-cosecha, no se encuentran individuos activos hasta tres semanas después. En casos excepcionales hemos aplicado hasta tres veces.