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Control de virosis y plagas en pimiento y ají

El gran aporte de la naturaleza

El manejo integrado de plagas (MIP), con liberaciones de enemigos naturales, trampas, monitoreo y el uso de productos químicos compatibles solo cuando es necesario, se amplía eficazmente en Europa. Ante el importante daño que diversos virus y plagas están provocando en la zona de producción de pimiento y ají en Chile, se realizó un piloto que demostró la factibilidad de esta tecnología en nuestras condiciones. “Le dimos el vamos y no estoy arrepentido” comenta el destacado productor y comercializador Daniel Zúñiga, quien comprometió a su empresa en el proyecto.

14 de Noviembre 2023 Francisco Fabres y Rodrigo Pizarro Yáñez
El gran aporte de la naturaleza

Ya hace dos o tres temporadas que empezó a atacar fuertemente el trips, que actúa como vector de distintos virus, son varios, no es uno solo. Lo peor de todo es que el fruto sale manchado, inservible para el mercado, ni siquiera para feria”.

Así relata Daniel Zúñiga, productor y comercializador de pimiento y ají, en Huerto Esperanza, Limache, una situación compleja que afecta a muchos agricultores en la región de Valparaíso. Como no existen viricidas para este fin, la única manera de evitar los daños consiste en controlar al insecto que transmite la enfermedad, lo cual se hace tradicionalmente con aplicaciones de agroquímicos. Sin embargo, el problema continúa.

Distintos formatos usados para la liberación de enemigos naturales.

Esto motivó a Koppert a desarrollar dos proyectos piloto, financiados por la Embajada de los Países Bajos, uno en Limache y el otro en Quillota. De tal modo fue posible aplicar toda su experiencia en el manejo integrado, utilizando las herramientas que ofrece la misma naturaleza para lograr un manejo eficiente, sano, seguro y sostenible.

PRODUCTOR INNOVADOR PARA UN SISTEMA INNOVADOR

El primer paso, indica Paulina Bermúdez, ingeniera agrónoma, M.Sc., business development manager de Koppert Chile, fue buscar un agricultor receptivo. Ayudados por Perfruts y el consultor Hernán Allendes, en Limache encontraron su candidato ideal en Daniel Zúñiga, quien ya había demostrado capacidad de rastrear e incorporar nuevas tecnologías con la producción hidropónica sobre sustrato. Así había logrado el objetivo de entregar un pro- ducto de calidad sobresaliente y homogénea a su principal cliente, supermercados Unimarc, al cual abastece todos los días del año, de lunes a sábado. 

–Además de ser un productor innovador –remarca Paulina Bermúdez–, dentro de sus programas sanitarios la mayoría de los insumos resultan bastante amigables para la liberación de enemigos naturales. Cumplía con todo el ‘checklist’ de requisitos mínimos de un agricultor para implementar este tipo de programas.

–Llegaron dos mujeres muy convincentes –recuerda el agricultor–. Creo que me pusieron el ojo porque las escuché. Lo que uno debe hacer siempre si quiere aprender es cerrar la boca y abrir la orejita. Yo, obviamente, me informé y si ya está dando resultados en Europa, que tienen las mejores tecnologías, era la oportunidad. ¿De qué otra forma yo podría tener acceso a este conocimiento? Le dimos el vamos, y no estoy arrepentido.

PRUEBA EN SECTORES GRAVEMENTE AFECTADOS POR VIRUS

El trips californiano (Frankliniella occidentalis) al alimentarse de la planta adquiere el virus Tomato Spotted Wilt Virus (TSWV), en el segundo estado ninfal. No obstante, solo lo transfiere a otras plantas en el estado de adulto.

Las hembras no heredan el virus a su descendencia. En consecuencia, el control se basa, por una parte, en sacar las plantas desde que presentan los primeros síntomas de virosis, para evitar la transmisión, y, por otra, en la eliminación de los insectos vectores. Existen también variedades de Capsicum resistentes, pero no son atractivas para nuestro mercado, indica la agrónoma de Koppert.

Aunque lo ideal hubiera sido partir con el nuevo sistema de manejo desde el establecimiento de los cultivos, en junio-julio, el proyecto comenzó en octubre, con las plantas ya desarrolladas y sectores gravemente afectados por los virus. Si se analiza la situación de Limache, huertos que deberían terminar el cultivo en abril-mayo, ya en enero estaban prácticamente sin plantas por la presencia principalmente de TSWV, pero también por la alta
incidencia de otras plagas, como arañita bimaculada. Esto deriva en una disminución de la producción a menos de la mitad.

–En un sector de ajíes con 7.600 plantas –grafica Zúñiga– deberíamos haber llegado a unos 30.000 kilos, y yo creo que no sacamos 10.000 kilos. Con eso no pago ni la mano de obra, ni la infraestructura, ni el almácigo, ni los fertilizantes, ni los desinfectantes, nada. Pérdida absoluta.

Para el proyecto piloto eligieron los dos sectores más complicados. –Yo creo que uno siempre tiene que apostar a los desafíos más grandes –opina Paulina Bermúdez–. Lo fácil sale bien con poco esfuerzo, pero siempre quedan dudas de los resultados.

LIBERACIONES DE ENEMIGOS NATURALES

En uno de esos dos sectores el problema estaba tan avanzado que, aprovechando una visita del director técnico de Koppert España, Antonio Giménez, se analizó y se determinó que la intervención a esas alturas ya no resultaba viable.

–Nos concentramos en el que aún era factible terminar con el cultivo –relata la ingeniera agrónoma–. Al principio hicimos dos aplicaciones de agroquímicos compatibles con el control biológico, con el objetivo de bajar la carga de trips pues se encontraba muy alta (mayor a 2 individuos por flor). De ahí en adelante únicamente utilizamos enemigos naturales y trampas pegajosas-cromáticas, amarillas y azules. De este modo, logramos frenar el trips, y después nunca más fue tema.

El plan llevado a cabo entre  octubre y abril, se basó en forma central en el control de trips californiano, con liberaciones del chinche depredador Orius insidiosus, complementado con el ácaro fitoseido Neoseiulus cucumeris. Asimismo, se emplearon enemigos naturales contra otras plagas: Neoseiulus californicus (Spical Ulti-Mite) para el control de arañita blanca (Polyphagotarsonemus latus) y de arañita bimaculada (Tetranychus urticae), además de liberaciones focalizadas contra esta última plaga, del ácaro depredador Phytoseiulus persimilis. Cuando se dejan de aplicar insecticidas de amplio espectro comienzan a detectarse otras plagas, por lo que para mosquita blanca (Trialeurodes vaporariorum) y el pulgón del duraznero (Myzus persicae) se usó, respectivamente, el himenóptero Encarsia formosa y el parasitoide Aphidius colemani.

El monitoreo, una herramienta fundamental dentro de un programa MIP, se efectuó semanalmente, con el objetivo de poder ajustar las dosis de liberación y acciones que deban implementarse. En general se trabaja en forma preventiva, pero ante rápidos aumentos de la población de plagas muy dinámicas, como los pulgones, se pasa a dosis curativas, más altas.

SE LOGRÓ 100% DE PRODUCTO PARA SUPERMERCADO

–Aquí llegábamos a aplicar químicos hasta dos veces por semana –detalla el productor– para combatir el trips. Una planta que está tan bombardeada con productos, igual que un ser humano, me imagino, se estresa, se debilita, pierde hojas… Evitábamos un ataque, pero por otra parte empezó a entrar oídio y otros problemas. Un punto positivo del control biológico es que la mata no se afecta por estrés.

–¿Cuál fue el resultado final, en términos productivos?

–Como el ataque venía desde antes de que partiera el proyecto, de 10.000 plantas solo quedaron unas 3.000, de manera que obviamente el resultado de cosecha del sector fue malo. Pero las plantas que quedaron terminaron súper robustas, sanas, preciosas. Y hay que considerar que pasaron por todo el proceso inicial de ataque de los bichitos malos que no fueron combatidos a tiempo. Las últimas veces que monitorearon había un porcentaje de trips muy bajo.

–Del ‘peak’ en que llegamos a 1,8 individuos por flor luego de realizar las aplicaciones iniciales –complementa Bermúdez–, la cifra bajó a 0,1 individuos por flor, vale decir 1 individuo cada 10 flores. Las plantas con virosis dejaron de aumentar. El sector con el manejo integrado logró un 100% de producto para supermercado. Hay agricultores que nos comentaron que habían terminado toda su producción en enero; don Daniel siguió hasta mayo, son cuatro meses más de ingresos. Eso hay que ponerlo en la balanza.

Las manchas en el fruto provocadas por
virus impiden su comercialización.
Síntomas de virosis en hojas, las plantas afectadas se deben arrancar para evitar la propagación.

UNA VISIÓN DE LOS COSTOS

–¿Qué se puede decir de los costos de este sistema?
–Yo pedí una cotización a Koppert y el costo es alto a primera vista –dice Zúñiga–. Pero para comparar hay que tener en cuenta todos los factores. La temporada de pimentón es de unos 9 a 10 meses. Si yo sumo en todo ese periodo las veces que tenía que pagar la mano de obra para las aplicaciones, más los químicos, entonces ya no es tan caro. Yo diría que el control convencional cuesta entre 5 y 6 millones de pesos por hectárea; la mano de obra, alrededor de 2,5 millones de pesos. Y sin incluir la mantención de la máquina ni la bencina.

Las aplicaciones en verano no pueden hacerse sobre los 30°C porque se daña la planta y porque el operario se vería sometido a temperaturas que dentro del invernadero sobrepasan los 40°C. Por lo tanto, la tarea se realiza muy temprano en la mañana o ya cerca del anochecer, encareciendo el valor de la mano de obra. El presupuesto, especifica Paulina Bermúdez, está hecho para pimiento por el tiempo completo de duración del cultivo. Eso incluye un seguimiento, asesoría técnica y reporte semanal. Los enemigos naturales se entregan en frascos o en sobres que se deben situar en distintos lugares, de acuerdo a las características de movilidad de las plagas y a su distribución espacial. También se utilizan atrayentes (feromonas) para estimular la captura con trampas, y se apoya la polinización en épocas de mayor frío con colmenas de abejorros Bombus terrestris (Natupol).

CON EL TIEMPO SE LOGRA UNA ESTABILIZACIÓN

–¿La implementación produce complicaciones en el trabajo habitual del huerto?
–Ninguna, al revés –responde Daniel Zúñiga–. Muchas veces los químicos, por su residualidad, impiden el ingreso de personas por 24 o 48 horas. Eso sí es complicación.

–Otra ventaja enorme del control integrado –continúa el productor y comercializador– tiene que ver con los residuos. Me han llamado algunas veces para decirme que mis productos están siendo analizados por el programa del Servicio Nacional de Salud y el SAG. Esto disminuye el riesgo de una detección que significaría un castigo de suspensión de entrega de mis productos.

La única contraindicación es el uso de plaguicidas que afecten a los enemigos naturales, precisa Bermúdez: –Nosotros revisamos el historial de aplicaciones y hacemos un análisis foliar multirresiduos para ver el estado en que se encuentra el huerto en cuanto a activos que pudiesen interferir en la acción de los controladores biológicos. Cuando uno se cambia desde el sistema convencional puede haber factores que hacen difícil lograr un buen nivel de control. El punto más crítico es la presencia de sustancias químicas que dificultan el establecimiento de los enemigos naturales.

Uso de trampas pegajosas cromáticas.

Con el tiempo se alcanza una estabilización. En España, ejemplifica la especialista de Koppert, en huertos orgánicos donde llevan 20 años trabajando así, bastan solo unas pocas liberaciones de Orius al inicio y por lo tanto el costo es menor.

INVITACIÓN: HAGA UN PILOTO EN SU CAMPO

–¿Qué hace exactamente Koppert, vende productos o presta servicios?
–Primero que todo –responde Rodrigo Espejo, gerente general de Koppert Chile– hay que decir que la compañía usa las soluciones de la propia naturaleza y las pone a disposición de los agricultores. Desde esa perspectiva, ofrecemos un programa de manejo integrado de plagas que combina distintas tecnologías. Y para que ese programa sea bien implementado, prestamos asesoramiento técnico semanal a nuestros clientes. Como hay un proceso de aprendizaje, en el largo plazo los agricultores comienzan a necesitar menos de nuestras visitas, pero en Chile eso no ocurre todavía. Otro de los servicios, agrega Espejo, es una aplicación gratuita (Koppert Side Effects) que se puede descargar en el celular, donde se encuentra toda la información sobre compatibilidad de los productos químicos con los enemigos naturales que utiliza Koppert.

–¿Qué los motivó a hacer este proyecto piloto?
–Siempre les decimos a los agricultores: haga un piloto, elija un sector aislado dentro de su campo y probemos el manejo integrado de plagas con nuestra asesoría. Así, con sus propios ojos, comprueban que efectivamente funciona, como ocurrió en Huerto Esperanza. La idea es que sirva para sumar más personas a los beneficios que explicó don Daniel Zúñiga. Esto ayudaría a ir sumando hectáreas para producir un equilibrio en todos los sistemas, como ocurre en España. Por eso estamos permanentemente buscando agricultores innovadores: porque quien quiere lograr un resultado distinto debe hacer algo distinto.

Daniel Zúñiga,
productor y
comercializador,
Huerto Esperanza.
Paulina Bermúdez,
business development
manager de Koppert Chile
Rodrigo Espejo,
gerente general de
Koppert Chile.

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